La palabra hecha pecado: Socialismo

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ria bilbao

Mencionar la palabra socialismo en Venezuela es, probablemente, una apuesta segura para comenzar una ardua discusión sobre las «virtudes» y/o «males» que encierra esta forma de organización política.

Lo cierto es que muchas constituciones europeas, la española entre ellas, definen al Estado como Social y de Derecho, lo que nos lleva a la siguiente cuestión ¿Existe alguna diferencia entre el Estado de Derecho y el Estado social de Derecho? La respuesta es obvia: Sí.

Y es que, a diferencia de los países latinoamericanos,  la formación del Estado en Europa va desde un Reinado en el que el monarca es la ley, pasa, en una siguiente fase, a ser un Estado de Derecho en el que la burguesía (sí, la tan nombrada burguesía) obliga al Rey a que la ley sea conocida por todos (principio de legalidad), se establece el sufragio censitario (que determinará el reparto de los escaños del legislativo), se habla de igualdad de los hombres (igualdad formal) y se encumbra la propiedad privada como derecho absoluto, hasta llegar al Estado Social de Derecho en el que la igualdad formal es sustituida por la igualdad material, es decir, aquella que permite que en la vía pública existan puestos exclusivos para minusválidos, que en la administración pública se garanticen puestos de trabajos a un porcentaje de personas con discapacidad física, entre otros.

La Igualdad Material, Base del Socialismo, un Arma de Doble Filo:  Indudablemente, la «corrección»planteada por la igualdad material conlleva  un riesgo  que incomoda a cualquiera: El acomodamiento de quienes son beneficiados por las políticas de inclusión social, llegando a convertirse en una forma de alimentación parasitaria. ¿Significa  que dichas políticas son erróneas y, por tanto, inaplicables? En absoluto.

Ello es tan solo una posibilidad que debe, en primer lugar, prevenirse, y, de materializarse, corregirse. En este punto, el control se hace indispensable.  Un ejemplo sencillo servirá de explicación: cuando una persona es becada por el Estado para cursar un Master o una carrera universitaria, tomando en cuenta sus niveles de renta o su rendimiento académico, todos pagamos esa beca. Por tanto, lo idóneo es medir el aprovechamiento de la oportunidad que se le ha otorgado, sin que haga falta que el beneficiario reembolse la cantidad otorgada, ya que el Estado lo que hace es una inversión: El sujeto en cuestión la devolverá con creces al haberse elevado su nivel de productividad.

¿Es esta una forma de intervención del Estado en el desarrollo del individuo en sociedad? Indiscutiblemente.

Tengamos en cuenta que existen posiciones que abogan por una  intervención nula del Estado, limitándolo a materias como seguridad, administación y justicia,  llegando a la conclusión de que ello representa la solución a todos los problemas. De nuevo debo diferir de estos planteamientos que, en mi concepto, son extremistas. Veamos un ejemplo práctico en el que se hace indispensable la mano del Estado:

Hasta hace algunos años estaba vetada la especulación bursátil de las materias primas. De hecho, con el ladrillo había para que todos comieran. Sin embargo, con la crisis de 2oo8, la presión de las multinacionales surgió efecto: El veto fue levantado y hoy en día tenemos una de las realidades más palpables de todos los tiempos: La afamada y perfecta ley de la oferta y la demanda puede ser falseada. En el mercado de los cereales, y hago hincapié en la palabra cereales, la demanda está suficientemente garantizada. No obstante, en la bolsa se apuesta por el desabastecimiento, los mercados se atemorizan, los precios se inflan y las ganancias son inimaginables. Al final del día, unos cuantos tendrán mas dinero, otros harán cuentas y la verdadera oferta no habrá sido tomada en cuenta. Cuánto te extraño maligna intervención estatal. Nótese cómo no me opongo a la especulación, sino a la especulación bursátil de un alimento básico porque, al tener esta condición, la apuesta es segura.

Esa misma mano estatal es la que pone por encima los intereses de todos cuando dispone, mediante una resolución administrativa motivada y recurrible, que determinadas extensiones de tierra deben ser expropiadas para la construcción de un tren de alta velocidad que permitirá llegar desde Madrid a París en 5 horas. Dios, cuánto choca la palabra expropiación en una mente venezolana. No se trata  de una acción indiscriminada por parte del Estado, sino de un interés superior del colectivo. ¿Por qué expropiar? ¿Por qué no negociar? Porque no hay nada que negociar: El precio que se paga es justo, el bien es necesaario y el tiempo es dinero.

No se alarmen, no se trata de controlar precios, de expropiaciones al estilo del mas puro «socialismo del siglo XXI», no. Se trata de un sistema que ha tenido buenos resultados (infinitamente mejores que en nuestra patria), que respeta la propiedad privada, la empresa, la productividad. Para la muestra un botón: Mi segunda tierra, el País Vasco.

 

6 Comentarios

  1. El socialismo está a años-luz de ser considerado un pecado, en estas tierras o en segundas patrias.

    Repito: EL SOCIALISMO ESTÁ A AÑOS-LUZ DE SER CONSIDERADO UN PECADO. Esto hay que decirlo bien alto porque, entre otras cosas, el oficialismo pretende diferenciarse de la oposición creando la falsa idea de que ésta última es de «derechas», y que el período anterior a 1999 fue también de «derechas». Por otro lado, la oferta de la oposición es que ella si es el «verdadero» socialismo (en su forma social-demócrata o socialismo vegetariano).

    Por otro lado, que existan puestos preferenciales en la vía pública no es igualdad material, en este momento no sabría decir qué es, pero igualdad material, no. Ahora, la utilización de los impuestos para financiar algunas becas o subsidios a primera vista puede parecer muy meritorio, pero la pregunta que hay que hacerse es la siguiente, ¿quién paga impuestos está de acuerdo con el fin que se le da? Por ejemplo, las personas que consideran el aborto cuestionable, ¿estarán de acuerdo en que sus impuestos se utilicen para pagar abortos «gratuitos»?

    Otra pregunta que también debe hacerse, y no se hace, ¿qué fin le hubiese dado el contribuyente al dinero que tiene que pagar en impuestos? ¿Lo hubiese invertido en algo mejor y más beneficioso para la sociedad? Eso no podremos saberlo, el Estado tomó ese dinero y lo puso donde quiso ponerlo; por supuesto, algún tipo de respaldo mayoritario circunstancial (votación) alegará para justificar su decisión, pero no quita la arbitrariedad y la injusticia del asunto.

    La crisis financiera que estalló en 2008, tiene sus orígenes en 2001. ¿No te contaron esa parte? ¿Quieres saberla? Ese año la FED (Banco Central de los EEUU) decide porque sí, porque son unos genios, que hay que bajar los intereses para «estimular» la economía. Éste son el tipo de decisiones geniales como las de construir trenes-bala que resultan ser un elefante blanco. Debido a los bajos, a los artificiales intereses, repentinamente se hicieron rentables una serie de proyectos que, de fluctuar los intereses sin intervención estatal, no lo serían. Ejemplo: la construcción de vivienda en España. Construir se hizo «barato», y pedir prestado para comprar vivienda, también. Después de toda una serie de disparates económicos disparados por la intervención política de la FED que, para no alargar esto mucho, puedes consultar aquí: http://ow.ly/jn3RQ , se tuvo que acabar la borrachera financiera, vinieron las quiebras bancarias y las ejecuciones de hipotecas. Y los que iniciaron todo, felices porque todos le echan la culpa al «sistema» y no a los políticos que iniciaron todo.

    «[La expropiación se trata de] interés superior del colectivo». ¿Y este señor Colectivo, ¿cómo expresa su voluntad? Ah, a través de los políticos. Claro, no se diga más, esos ángeles que nos envió el Señor para cuidarnos y guiarnos, ¿qué haríamos sin ellos?

    «El precio que se paga es justo». [En este segmento debe leerse una carcajada de aproximadamente 2 minutos] ¿Cómo determinan los ángeles-políticos un precio «justo»? ¿Usan un tabulador celestial? Pero, supongamos que se puede determinar ese «precio justo», ¿el expropiado ayudó a definirlo? Supongamos que me expropian una casa que es al mismo tiempo vivienda y negocio, ¿con la expropiación podré comprar otra casa y otro local para el negocio?

    Burócratas cazando votos de grupos de presión no son garantía para la «propiedad privada, la empresa, la productividad», son la principal causa de que éstas desaparezcan y el ciudadano quede a merced del Estado, que no es ningún alma caritativa.

  2. Los mercados de competencia perfecta no existen, sin embargo mientras más se acerca un mercado a este modelo más difícil se hace para cualquier agente económico crear, por ejemplo, una falsa escasez de un producto o una falsa expectativa sobre su oferta-demanda, solo en mercados donde existen carteles que operan como oligopolios (ejemplo la OPEP o los ilegales cárteles de drogas), un grupo de agentes puede «falsear la Ley de la Oferta y la Demanda» bien sea restringiendo la oferta (por un lado) o cubriendo toda o buena parte de la oferta para generar una escasez ficticia (por el otro), si los mercados estuviesen abiertos y desregulados este tipo de eventos no podrían ocurrir pues al ocurrir una una escasez ficticia aparecerán nuevos oferentes del producto dispuestos a beneficiarse del aumento artificial del precio estimulando que el mismo baje de forma espontánea.

    Cada vez que un Estado-gobierno regula un mercado lo hace en el entendido de que su solución es SUPERIOR a la que el mismo mercado ofrecería para sanear sus fallas, lo cierto es que no solo no existe evidencia alguna de que esto funcione así si no, por el contrario, lo que ocurre es que las regulaciones generalmente terminan agravando el problema (el ejemplo de Corbu y el caso de la FED es apenas un ejemplo, pero Greenspan/Bernanke «saben» más que el conocimiento de decenas de miles de agentes económicos operando a nivel mundial).

    Este video explica bastante bien como funciona el asunto en la vida real: http://newmedia.ufm.edu/gsm/index.php/Krauseteoriafallas

    @Corbu: «Por otro lado, que existan puestos preferenciales en la vía pública no es igualdad material, en este momento no sabría decir qué es, pero igualdad material, no.»

    Se llama affirmative action o discriminación positiva y ciertamente NO es igualdad en ningún sentido, ni material, ni formal, quizás Adolfo quiso referirse a equidad (el perfecto equilibrio en justicia y Derecho según el jurista Bonfante), pero ese es otro tema lejos de la discusión central.

  3. PD. Si existe alguna palabra hecha pecado no solo Venezuela sino en buena parte de Europa esa palabra es capitalismo. Ser progre, por el contrario, está de moda.

  4. @Corbu: En respuesta a tu comentario, debo decirte que el principio de igualdad establece que todos somos iguales ante la ley (y ante la administración pública) Entonces ¿Por qué si todos somos iguales debe haber medidas como la reserva de espacio público para minusválidos? Porque el Estado debe GARANTIZAR que la igualdad no se quede en una mera declaración formal propia del liberalismo del siglo XIX. Todo ello basado en el principio de solidaridad como factor de equilibrio. Tratar de forma igual a los iguales y de forma desigual a los desiguales: Igualdad material.

    Respecto a los demás puntos planteados, ciertamente es posible que una persona pueda invertir mejor el dinero recaudado. Sin embargo, déjame dudar y ponerlo en perspectiva: Un Estado debe financiarse, lo que se hace por medio de los tributos. Administración, justicia y seguridad son obligaciones ineludibles para un Estado que cuestan dinero, dinero que se recauda por medio de impuestos.

  5. PD: Al respecto (Igualdad material) la Alta Corte Italiana plantea: “supuestos legislativos y administrativos que, aparentemente son discriminatorios en la comparación de categorías o grupos de ciudadanos, en realidad restablecen la igualdad de condiciones, particularmente cuando se trata de intervenciones positivas de los poderes públicos, que favorecen a los sujetos o sectores de la sociedad más débiles. Para ello, se argumenta en base al art. 3, 2º párrafo en relación con otras normas constitucionales, en especial, aquellas que reconocen los derechos sociales. Parece, pues, que la funcionalidad con que se ha utilizado el art. 3, 2º párrafo de la Constitución italiana es como legitimador de determinadas medidas legislativas que establecen un trato desigual con la finalidad de conseguir la igualdad de hecho».

  6. El individuo y el desarrollo de las ciudades y la humanidad deben todo al comercio, nuestros empleos y la variedad de los mismos se deben a la profundización del capitalismo, la inmensa industria de los alimentos salvo miles de millones de vidas. Si bien tienes sus errores y existen pobres en este sistema grandioso llamado capitalismo esto sería impensable en un sistema monárquico o totalitario como lo es el socialismo. Y si hablamos del socialismo hoy en día, en cada uno de los países que lo adoptaron en su forma «light», tienes problemas.

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