No hace mucho retuiteé lo siguiente:
María Bolívar, ¿por qué no? A diferencia de Maduro es universitaria (es abogada), y a diferencia de Capriles hizo su dinero trabajando (posee una panadería).
El autor original del tuit lo decía en serio, yo lo retuiteé con ánimo menos serio. Sin embargo la frase se me quedó dando vueltas en la cabeza, no tanto por la primera parte (posee título universitario), porque eso no es garantía de preparación, ni siquiera de cultura general, sino por la segunda, que sea dueña de su propio negocio. Éste sí es realmente un «plus» a la hora de evaluar un candidato, me dije: alguien que haya tenido que lidiar con las trabas intrínsecas al sistema anti-empresarial del país, y no solo a nivel de ciudadano que debe, si acaso, renovar documentos personales.
Con esta motivación, acometí la tarea de descargar el programa de la candidata (disponible aquí), y procedí a leerlo selectivamente (tiene 137 páginas) buscando palabras clave. En primer lugar fue una agradable sorpresa encontrar algunos conceptos donde se limita el papel del Estado y se realza el del Federalismo:
No corresponde al Estado ser el único proveedor de bienes y servicios, ni fijar los precios a los que cada uno deba venderse, sino proteger a los más vulnerables dirigiendo a ellos su gasto de consumo, promoviendo el crecimiento económico mediante sus propias inversiones, estabilizando los precios por medio del control de sus propios gastos y desarrollando un conjunto de regulaciones prudentes y pertinentes.
Entendiendo que ningún Estado puede darle entera satisfacción material ni cultural a la sociedad, le corresponde mantener un ambiente propicio para que la sociedad trabaje en su propia satisfacción y en la provisión de recursos para el Estado. No debe subordinarse la sociedad al Estado. Debe subordinarse el Estado a la sociedad. (Pag.17)
Para lo expuesto es necesario descongestionar al estado mediante la restitución y fortalecimiento del federalismo previsto en la constitución. Dejando de lado la Uni-centralización para crear y fortalecer la multi-centralización y de esa manera permitir y apalancar la creación de instituciones cuyo ámbito geográfico de operación sea el comunal. (Pag.3)
(Las características de este Federalismo -no simple «descentralización»- se describen muy bien en la p. 88)
Metiéndole lupa al asunto, la cosa no es para tirar cohetes, pero si se toma el papel controlador que le da al Estado en el primer párrafo citado como una concesión estratégica electoral (para no espantar demasiada gente), la propuesta es bastante refrescante en medio de tanta oferta estatista. Para no disminuir lo sorpresivo del texto, más adelante el programa habla incluso de reducir el gasto público (!):
Aunque es necesario reorientar la gestión fiscal, es indeseable una drástica e inmediata reasignación del gasto público, teniendo en cuenta que el gobierno ha atado a él los ingresos de muchas familias y ha destruido oportunidades de empleo en el sector privado. Este es un espacio en el que la disciplina y la gradualidad deben ser conciliadas…
Teniendo en cuenta que gradualmente se deberá reducir la tasa de incremento del gasto corriente para ahorrar en tiempos de bonanza, el gobierno debe procurar nuevos recursos y dar mejores usos a los que tiene. Por ello, aparte de estimular la actividad privada, el próximo gobierno deberá revisar sus ingresos y coordinar sus gastos con los gobiernos subnacionales. Pp. 18-19
«Ahorrar en tiempos de bonanza», ésa es la María Bolívar empresaria que nos está hablando, ésa es nuestra mamá que ahorraba silenciosamente el salario que le entregaba nuestro papá y de donde sacaba lo necesario en caso de emergencia. (Sí, soy de una generación donde solo uno de los padres debía trabajar para proveer el hogar. No estoy diciendo que las mujeres deban quedarse en casa, sino que hoy en día trabajan ambos padres y aún así no alcanza).
Lamentablemente ése es el único aspecto original o, mejor, «auténtico» del programa electoral de María Bolívar. (Releyendo, veo que auténtico es la palabra que va con María Bolívar, empresaria, pero me refuerza en que no es original: si nos ponemos a buscar también encontraremos algo parecido en otro programa). El resto de la propuesta de Bolívar seguramente estará replicado («el Estado generará, el Estado proveerá, el Estado estimulará») con más o menos adornos y alcances por otros candidatos. De hecho el programa está bien redactado y abarca todos los aspectos relevantes para el gobierno del país, y en esto aprecio que Bolívar contó con un buen asesoramiento; aunque las soluciones que plantea no sean eficaces, los problemas están generalmente bien planteados o, por lo menos, bien ubicados.
Excepto uno: la inflación. Si algún extraterrestre está leyendo esto y desconoce la anécdota de María Bolívar y sus «posición» frente a la inflación, ir aquí. En el programa electoral se menciona la palabra «inflación» tres veces, y solo para hacer referencia a que debe evitarse para que no haya pérdida de poder adquisitivo y para decir que se «diseñarán» (el gobierno diseñará) mecanismos para combatirla. ¿Cómo se genera la inflación? ¿Por qué se genera inflación? No lo dice. En la celebérrima entrevista citada más arriba, cuando la entrevistadora ayuda a Bolívar con la pregunta, ésta responde que la inflación se combate con controles de precios (!).
Ni estudios universitarios, ni experiencia empresarial. Ninguna de estos aspectos es suficiente para corregir, de llegar al poder, los graves problemas del país, por lo menos a nivel financiero.
También hay que considerar que la célebre entrevista fue hace tiempo. Y otra cosa muy importante que reveló ese día: tiró flechas mal, sí, pero con el «dame una ayudaíta» admitió que no sabía qué responder a eso, fue mil veces más honesta allí en ese momento que mucha gente.
Quién sabe, tal vez ahora debe haber rectificado y logrado que más gente que supiera le diera una ayudaíta.