«Conjeturar es barato; conjeturar erróneamente es caro.»
Proverbio Chino
Venezuela vive en este momento una de las dinámicas políticas más interesantes del planeta, una sociedad contrapuesta por dos visiones pero activamente insertada en un quehacer político multidimensional. El hecho de la desaparición física del presidente Hugo Chávez Frías y las vísperas de unas elecciones vertiginosas, pone de nuevo en el tapete y a prueba los procesos en pugna. Hace dos semanas leí el recién divulgado Informe de Desarrollo Humano 2013[i], publicado por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), y me sentí motivado a escribir este breve resumen para profundizar más en el análisis de la realidad de Venezuela, realidad que merece estudios detallados más allá de consignas e interpretaciones triviales por quienes adversan todo lo que se pinte de rojo. Como asiduo seguidor de estadísticas y métricas, este documento llega en el momento idóneo para entender los logros de los procesos que se desarrollan en el hemisferio sur, y sin titubeos, vale decir que Venezuela es un rotor importante en diversas materias de progreso e inclusión social.
El informe de este año presenta y sostiene la indudable transformación de gran cantidad de países en desarrollo. Existen dos dimensiones macros cuando se analiza este informe, la primera es la concerniente al índice de desarrollo humano (IDH), el cual representa una estimación de desarrollo humano por país basado en un indicador estadístico compuesto por tres parámetros: vida larga y saludable, educación y nivel de vida digno. La segunda dimensión son aquellos aspectos cualitativos promotores de la transformación del desarrollo. El Informe 2013 identifica cuatro áreas específicas de enfoque para sostener el impulso del desarrollo: mejora de la igualdad, incluida la dimensión de género; dotación de voz y participación a los ciudadanos, incluidos los jóvenes; confrontación de presiones ambientales; y manejo del cambio demográfico
Las métricas muestran un indudable crecimiento acelerado del Sur, el umbral se produjo cuando las economías desarrolladas dejaron de crecer durante la crisis de 2008-2009 sin embargo los países en desarrollo siguieron creciendo. Desde ese momento se ha puesto en la cubierta el tema del ascenso del Sur. El progreso ha sido particularmente bueno no solo en países más grandes como Brasil, China, India, Indonesia, México, Sudáfrica y Turquía; pero también han experimentado un avance significativo economías más pequeñas como Bangladesh, Chile, Ghana, Mauricio, Ruanda, Tailandia y Túnez. El informe destaca el hecho cuantitativo de que la producción combinada de China, Brasil e India, es aproximadamente igual al PIB combinado de las potencias industriales más consolidadas del Norte, a saber: Canadá, Francia, Alemania, Italia, el Reino Unido y Estados Unidos.
Este último aspecto implica un reequilibrio sin precedentes del poder económico global. El informe proyecta que para el año 2050, Brasil, China e India juntos serán responsables del 40% de la producción mundial y superarán la producción combinada del actual bloque G-7. El Sur se presenta junto al Norte como la esfera para la innovación técnica y la iniciativa empresarial, no obstante las interacciones comerciales Sur-Sur han permitido a las empresas del Sur adaptarse e innovar respondiendo a las necesidades locales.
Entrando ahora en la dimensión del Índice de Desarrollo Humano (IDH), se observa un crecimiento significativo a Octubre de 2012. El incremento del IDH ha sido más acelerado en países en las categorías inferiores y centrales de desarrollo humano. Es importante destacar que no es deseable un crecimiento sostenido del IDH con un aumento en la desigualdad de los ingresos, consumo descomedido, gasto en defensa e insuficiente cohesión social.
El informe ubica a Venezuela en el bloque de países con un Desarrollo Humano Alto, específicamente en el puesto 71 con un IDH global de 0,748 y en el puesto 66 ajustado por la desigualdad (IDH-D 0,549); por encima de países como Brasil (puesto 81), Colombia (puesto 91) e India (puesto 136), entre otros. Esta fotografía requiere revisar un poco la historia y se observa que el punto de inflexión en el crecimiento del IDH es el año 2006, el aumento porcentual desde ese año hasta Octubre de 2012 es casi lo experimentado desde inicio de la década de los 80 hasta finales de los 90. En este sentido y revisando todas las fuentes disponibles, hay una correlación entre el aumento del IDH y las políticas e inversión social impulsadas por el Gobierno actual.
Como mencioné arriba, el Índice de Desarrollo humano ajustado por la desigualdad (IDH-D) representa el nivel de desarrollo humano promedio de la gente en una sociedad una vez que la desigualdad ha sido tomada en cuenta, es decir el IDH puede considerarse como un índice de desarrollo humano «potencial» (o el nivel máximo del IDH-D). Este indicador fue introducido en el informe de 2011 y permite visualizar otros aspectos importantes. En el caso Venezuela pueden usarse otros indicadores certificados como el coeficiente Gini, el cual refleja una disminución en casi un 10% desde que se inició el proceso revolucionario en el año 1999[ii], siendo en la actualidad el país menos desigual en América Latina[iii]. Estos indicadores están sustentados en la evidente reducción de la pobreza extrema y a la inclusión social con una indudable inyección de recursos extraordinarios hacia los sectores más vulnerables.
Una frase que repiten con regularidad muchas personas que residen donde escribo este reporte, es: “…el régimen ha aislado a Venezuela cada vez más…”. El informe contrapone este hecho resaltando el papel de muchos países del hemisferio sur y su participación en el comercio internacional. Países como Indonesia, Pakistán y Venezuela, son considerados actores fundamentales en los mercados mundiales al exportar e importar de al menos 80 economías. En la actualidad hay un número sin precedentes en materia de acuerdos y cooperación, con modelos innovadores en los modos de intercambio. Además de los beneficios directos del comercio se observan a la par, beneficios indirectos en sectores que contribuyen al desarrollo humano, especialmente al relativo a la salud.
El aspecto de seguridad humana es el componente que representa mayores retos a los países del Sur. La delincuencia e índices de homicidios determinan en gran medida el compromiso cívico y la confianza. El informe muestra que los delitos violentos debilitan la confianza en las perspectivas de desarrollo futuro y dañan el clima de inversiones. En Venezuela y en general en América Latina existe una correlación negativa entre el IDH y los índices de homicidios. En el caso de Venezuela pienso, y esta es una opinión personal, que el Gobierno ha realizado un mal cálculo esperando que con la disminución de la pobreza e inclusión se obtiene por consiguiente una disminución fundamental en los índices delictivos, aunque han reconocido la complejidad del problema y la insistencia en cero represión. Este factor es un desafío mayúsculo para garantizar la supervivencia de los logros en materia social ya que no existen respuestas y soluciones lineales. Solo la convergencia de todos los sectores nacionales propiciará la búsqueda de soluciones al corto y mediano plazo.
Por último no puede dejar de abordarse el componente educación que tiene que analizarse con sumo cuidado y que extendería este humilde escrito, no obstante hay que resaltar que Venezuela destina cerca del 7% del PIB a la educación, y un componente innovador es la creación del sistema misiones educativas como eje para disminuir la desigualdad y potenciador de los pobres al incorporarlos en el crecimiento del país. Sin embargo países como Venezuela tendrán el reto de la efectiva creación de empleos que alberguen a ese gran número de trabajadores que se incorporan. El informe no ve este factor como variable de desaceleración en las estimaciones de crecimiento futuras, por el contrario los pronósticos son positivos y contundentes.
En resumen el Sur está alcanzando nuevos horizontes en materia de Desarrollo Humano, y la balanza Norte-Sur se está equilibrando obligando a las potencias del Norte a modificar paradigmas para soportar nuevas formas de colaboración entre regiones y países. Se identifican tres formas o agentes de cambio claves: reducción de la pobreza, nuevas tecnologías y empoderamiento de la mujer; los cuales son componentes esenciales en la agenda política del actual gobierno. Venezuela muestra sólidas evidencias en su nivel de desarrollo humano y el informe revela un incremento en la calidad de vida de los venezolanos durante los últimos 8 años, y lo más importante es que las premisas que se establecen para el desarrollo se alinean con el programa y políticas articuladas por la administración de turno.
aperezy
[i] Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo: Informe sobre Desarrollo Humano 2013- El ascenso del Sur: Progreso humano en un mundo diverso. Nueva York, 2013
[ii] El coeficiente de Gini es un número entre 0 y 1, en donde 0 se corresponde con la perfecta igualdad (todos tienen los mismos ingresos) y donde el valor 1 se corresponde con la perfecta desigualdad (una persona tiene todos los ingresos y los demás ninguno).
[iii] Ver informe sobre las naciones latinoamericanas realizado por el Programa de la Naciones Unidas para los Asentamientos Humanos (ONU-Habitat).