Las personas que viven en la isla griega de Ikaria tienen una esperanza de vida muy alta; por eso, desde hace años los investigadores han estado estudiando .
Las razones pueden ser múltiples: la saludable dieta mediterránea, el estilo de vida, la falta de estrés, el clima, etc. Pero ahora, una nueva revisión del estudio Ikaria parece haber dado con la solución: el secreto está en el café.
Los habitantes de la paradisíaca isla griega de Ikaria tienen una de las tasas más altas de longevidad universal y un alto porcentaje de envejecimiento activo y sano. De hecho, en Europa, apenas el 0,1% de la población vive más de 90 años, mientras que en Ikaria este porcentaje es del 1 %.
En este «mágico» lugar parece que los habitantes han detenido el reloj. En 2012, The New York Times, publicó un extenso reportaje sobre la isla, y sobre Stamatis Moraitis, un anciano de 102 años al que le diagnosticaron cáncer de pulmón cuando tenía 60. Por aquella época aún vivía en EE.UU. Era 1976 y le dijeron que solo le quedaban seis meses de vida, por lo que decidió volver a su pueblo natal en Grecia. Cuando se publicó el artículo, 36 años después, contaba Moraitis que «todos aquellos médicos ya murieron» mientras él seguía arreglando las viñas que rodean su casa típica, a pocos metros del Mediterráneo.
Centenarios
Sea verdadera o no esta historia, lo que sí son ciertos son los datos de la Universidad de Atenas, que mediante un estudio ha demostrado que la gente en Ikaria alcanza fácilmente los 90 años de edad. Además, enfermedades propias de la edad como el Alzhéimer o los accidentes cardiovasculares se dan con menos frecuencia en la isla.
Y ahora parecen haber dado con el secreto: el café. Según Gerasimos Siasos, profesor de la Universidad de Atenas y autor del trabajo que se publica en Vascular Medicine, el café hervido que allí se consume genera antioxidantes y, hemos visto, señala, que los isleños centenarios que han bebido café hervido tienen un mejor funcionamiento cardiovascular -endotelial-. «Y, cuando hay disfunción en el endotelio, las arterias se vuelven más rígidas, y son más frecuentes los ataques al corazón y los trombos», explica Siasos.
¿Por qué el café? Los investigadores revisaron los datos de 142 personas, de entre y 69 y 90 años, y valoraron la función de su endotelio. Al mismo tiempo calcularon su consumo de café: de bajo (< 200 ml/día), medio (200-450), o alto (> 450).
La mayoría de las personas que participaron en el estudio, más del 87%, consumía café hervido. Y los datos eran claros: a mayor consumo de café, mejor función del endotelio. Y todavía más, los que bebían mucho café griego tenían mejor función cardiovascular que otras personas que, bebiendo las mismas cantidades de café, no consumían el mismo tipo.
Maneras de vivir
Aunque, por supuesto, el café es sólo un factor. «Tiene que ver con su manera de vivir -explica Siasos-. La gente duerme más de ocho horas, hay una mayor socialización y tienen mucho menos estrés».
Los isleños también sigue la dieta mediterránea que incluye frutas, verduras, aceite de oliva y pescado. Además, la mayoría también duerme siesta todos los días y se da un paseo. Por eso, este verano han previsto viajar a Ikaria para estudiar si el agua, los minerales y la calidad del aire también podrían estar contribuyendo a la ansiada longevidad.
En cualquier caso, Siasos cree que estos datos proporcionan una consistente evidencia de que el consumo crónico del café griego hervido se asocia con mejoría de la función endotelial en individuos de edad avanzada con un gran número de factores de riesgo cardiovascular. Y añade: «proporciona una explicación sobre cómo el consumo crónico de café puede afectar favorablemente al riesgo cardiovascular, y aporta una nueva conexión entre los hábitos nutricionales y la salud cardiovascular».
Bebida milagrosa
-
Durante 12 años un equipo de investigadores del Instituto Nacional del Cáncer de EE.UU. analizó a casi medio millón de personas con el objetivo de determinar cuál es la relación del consumo de café con la mortalidad de los humanos. Los datos, que se publicaron en Journal of Caffeine Research, eran concluyentes: a medida que aumenta el consumo de café, se reduce el riesgo de muerte.
-
Para el alzhéimer. Un estudio publicado en Journal of Alzheimer Disease señalaba que el café, especialmente en personas mayores de 65 años, podría evitar la aparición del alzhéimer.
-
El consumo diario de cafeína también podría tener un beneficio en el control de movimiento de las personas con enfermedad de párkinson, según estudio publicado en Neurology.
-
El café también puede ser un buen antidepresivo: según un trabajo publicado en Archives of Internal Medicine, el riesgo de depresión parece disminuir en las mujeres cuando aumenta el consumo de café con cafeína.
-
Para el cáncer: Beber más de cuatro tazas de café al día durante un periodo prolongado de tiempo reduce un 25 por ciento el riesgo de desarrollar cáncer de útero, y, según un estudio de la Universidad de Harvard, despertarse cada mañana con una taza de café podría reducir el riesgo de cáncer de endometrio en las mujeres.
Fuente: ABC.es
¿Sera el café o será el licopeno de los tomates que los griegos también consumen en abundancia?
¿O ambos creando sinergias que un estudio jamás capturara?