Hablar o escribir de política es complicado y delicado; no me gusta mucho el tema, pero si vives en Venezuela… *suspiro* si vives en Venezuela no importa el lugar donde te encuentres, la política siempre llega a ti; la política no debe dominar todos los aspectos de nuestras vidas pero lamentablemente así se ha convertido; recuerdo que en historia universal decían que el cristianismo o la iglesia dominaba todos las aspectos de la vida cotidiana: música, política, arte… ahora lo es la política, hasta el punto que si un cura no hace una petición por el enfermo presidente en una celebración cristiana puede ir a juicio, sí así es, es lo que se vive aquí en Venezuela.
Venezuela; donde ir a un proceso de elecciones puede ser no apto para cardíacos, donde el poder electoral puede montar todo un teatro para dar unos resultados. En menos de un año vivimos 3 elecciones, dos de ellas presidenciales. Llevamos 14 años viviendo bajo un mismo gobierno, donde el país ha ido en declive y mucho más después de la muerte de Hugo Chavez; muere y queda a cargo el Maduro incapaz de mantener lo bueno que hizo el presidente Chavez (porque aunque nunca fui simpatizante de el difunto hay que reconocer que sí hizo muchas cosas buenas solo que no de la mejor manera) los seguidores del oficialismo en Venezuela viven en un mundo de encantamiento, donde piensan que un juramento sin sentido al difunto vale más que un cambio para el país. Este presidente encargado y ahora presidente «frauduelecto», es decir «electo», se encargó de devaluar la moneda, de insultar a sus seguidores llamándolos «pata en el suelo», de dirigirse a los niños especiales como «mongólicos», de insultar al candidato opositor, llamándolo majunche, pitiyanki, maricón imperialista, entre muchos más (pero que se puede esperar si fue lo que aprendió, de su comandante-camarada-compatriota-presidente-amigo Hugo Chavez), además invento cuentos de pajaritos, lenguaje precario, conocimientos de geografía venezolana pésimos, un pasado donde se le ve como presunto asesino, lanzó maldiciones al país, orgullosamente se sentía apoyado por el hampa, no posee estudios universitarios entre otras cosas más que se vieron en 100 días de gobierno encargado y de campaña electoral, sin mencionar la influencia de Cuba en todo esto (señores que hacen los símbolos patrios de Cuba en nuestro país, en una campaña por un candidato a la presidencia venezolana, además que cuando resulta «electo» lo primero que vemos un gran bandera de Cuba ondeándose entre la multitud). Con todo esto sus seguidores creen que es la persona más capaz de gobernar al país, por Dios no hay que tener dos dedos de frente para darse cuenta de las cosas.
No digo que el candidato opositor sea el más idóneo para la presidencia del país, pero es un ser estudiado, respetuoso, con trayectoria política conocida, un hombre que lucha por el país, que en sus discursos no se oyen maldiciones sino que se encomienda a Cristo, en sus discursos no se oyen insultos e incoherencias; no se sabe si Henrique Capriles sea la salvación para el país, (bueno corrijo, al país no hace falta salvarlo, sino construirlo) pero es un cambio, y los cambios son buenos, es un cambio que luego se puede revertir si vemos que no era lo que esperábamos pero Nicolas… (oh Dios, después de todo me equivoco si hubo un cambio, porque de un presidente que era capaz de gobernar pasamos a un incapaz que ni estudios posee, que el cargo de presidente pudo haberlo sacado de una caja de cereal); para muchos no es un secreto que ahora el país va directo a la cubanización, que ahora lo que viene para el país es destrucción masiva, que ayer 14 de abril de 2013 pudieran ser las últimas elecciones del país en muchos años más, basta con oír las propuestas del señor Nicolas para darse cuenta de todo, pero están tan encantados con una mentira absurda; por cierto el socialismo del siglo XXI es tan distinto al socialismo de Marx, y porque Chavez no hablaba de ese socialismo en 1998 cuando se lanzó por primera vez? pero bueno prefiero no entrar en detalles, eso sería otro tema. Henrique Capriles nos da aliento de esperanza con cada discurso político, esperanza que necesitamos todos, esperábamos que hoy Venezuela despertara llena de felicidad, donde todos pudiéramos renacer con un cambio pero lamentablemente vivimos en un país donde la señora rectora del Consejo Nacional Electoral no conoce la palabra IMPARCIALIDAD, la noche de ayer Venezuela volvió a ser ultrajada por el oficialismo del país, fue estafada de nuevo, donde nos roban los votos de millones de venezolanos, quienes desde tempranas horas se movilizaron masivamente a votar, una jornada electoral donde se vieron muchas irregularidades las cuales eran transmitidas en medios nacionales e internacionales, pero la justicia es roja, como la mayoría de los poderes en este país, rojo. Así es, se canta otro fraude, porque son tan obvios, pero la verdad es un plato que se degusta tarde o temprano.
La verdad es tan divina que siempre encuentra alguna forma de ver la luz. Así que ahora unos pocos ríen pero pronto Venezuela reirá completa, porque de verdad no veo la alegría de un triunfo en un país; si es una victoria, ¿dónde está esa Venezuela feliz No la siento. Lo que si siento es una depresión, un despecho político igual o peor que el del 8 de octubre de 2012; pero no debería ser así, señores no importa cuantas veces nos caigamos tenemos que levantarnos y seguir pateando concreto, si hay algo que hemos aprendido es que «El show debe continuar» (Freddy Mercury). Levantémonos con la frente más en alto que nunca y sintámonos orgullosos de lo que hemos hecho, de lo que somos, y de quien nos da la esperanza. A luchar por descubrir la verdad, a luchar por construir y no dejar que nos destruyan esta tierra tan bonita donde vivimos. La vida está hecha de nuestras actitudes; al país no hay que salvarlo hay que construirlo. Sigamos unidos y luchando por lo que más queremos en la vida, todos tenemos una razón por la cual luchar a parte de nuestro país, piensen en ella y levántense. El país lo construimos todos y no una sola persona. Lucha Venezuela. Y a los oficialistas, chavistas o madusristas, de cualquier forma como los llamó su presidente «patas en el suelo» amen más a nuestro país y no al difunto o a una «ideología», seamos coherentes. Mi pésame para todos (a ustedes también chavistas), pero sigamos caminando y luchando.
Osmar Gutiérrez