Ayer, mientras se llevaba a cabo la elección de presidente en Venezuela yo veía un partido de fútbol en mi casa, un partido que prometía ser muy interesante.
En este partido jugaba el equipo azul contra el equipo rojo. El equipo azul es un equipo nuevo, pequeño, con financiamiento moderado pero con mucho talento y muchos fanáticos. El equipo rojo es más bien de tradición, de los que uno se vuelve fanático, porque «tus padres son fanáticos», un equipo con un respaldo financiero enorme y también con mucha fanaticada.
Todos en el estadio estaban muy emocionados, no cabía un alfiler y los jugadores estaban listos para dejar el alma en la cancha. Y así comenzó el partido con el pitazo inicial, los rojos arrancaron (la suerte de la moneda los eligió), atacaron de inmediato y los azules se defendían con ferocidad, ¡qué bueno este partido, y apenas tienen 2 minutos de haber comenzado!. Más o menos en el minuto 10 los azules anotaron el primer gol, un pase del lateral izquierdo y un remate del delantero. Cinco minutos más tarde los azules marcaban el segundo gol, «esto ya está decidido», pensé, pero era muy temprano para afirmar tal cosa. Para ponerle sabor al juego llegó el primer gol de los rojos en el minuto 21, un tiro de esquina con cabezazo del capitán que es bastante alto. El juego continuó y así también los goles, era una fiesta de goles, al llegar al medio tiempo el partido estaba 3-2 a favor de los azules.
Durante el medio tiempo fui por un refresco, revisé el Twitter para ver los comentarios del juego y fui al baño. Al regresar estaba comenzando el segundo tiempo.
¡Con qué ánimo comenzó el segundo tiempo!, los azules parecían bastante animados y atacaban con frecuencia, la insistencia resultó en un gol, toda la fanaticada azul gritó GOOOOOL hasta que el árbitro de línea levantó la bandera. Esto significa que el jugador que anotó el gol estaba «fuera de juego». Fuera de juego o posición adelantada es cuando un jugador se encuentra más cerca de la línea opuesta que el balón y el penúltimo adversario, lo que quiere decir que el jugador se encuentra más adelantado que todos los jugadores oponentes menos uno. (Sí, me lo fusilé de la Wikipedia). Para resumir, fuera de juego es que el jugador tiene una posición tan ventajosa que las reglas la prohíben.
Me parecía extraño porque el jugador se veía habilitado, cuando vemos la repetición se ve claramente que el jugador estaba habilitado y que el gol era válido, sin embargo el árbitro había hablado. La fanaticada azul se quejaba, pero no podía hacer más que eso, quejarse.
Aprovechando lo desconcertados que estaban los jugadores azules, los rojos se abalanzaron y en un contra ataque marcaron su tercer gol, todo pasó muy rápido, pero pensé: «Así se pone interesante el juego».
Continuó el partido y los rojos seguían presionando hasta que en una jugada, que parecía de laboratorio, el capitán rojo centra el balón en el área del equipo azul y un defensa marca un gol, con la mano. Nadie lo celebró porque era claramente mano, pero pasó algo insólito, el árbitro principal lo pitó, era un gol válido. Los jugadores del equipo azul, visiblemente molestos reclamaban al árbitro mientras los rojos celebraban, me imagino que algunos de los rojos sabían que era un gol de mano pero nadie dijo nada. Los azules seguían reclamando pero no podían hacer nada más que eso, reclamar.
El partido estaba 4-3 a favor de los rojos. Continuó con ferocidad el juego, los rojos se veían más confiados mientras que los azules se veían un poco molestos por las controvertidas decisiones de los árbitros. Debido a su molestia, los jugadores azules jugaban más desconcentrados y durante una marca fuerte en el área azul, un defensa de los azules cometió una falta. Una falta normal de esas que siempre hacen los defensas pero el arbitró no lo consideró así y decidió sacar tarjeta roja al defensa azul. Me parecía extraño, se veía como una falta normal que se comente durante cualquier marca pero el árbitro lo exageró hasta el nivel de expulsar al jugador sin antes mostrarle tarjeta amarilla, me parecía un poco desmesurada la decisión. Obviamente el jugador rojo seguía en el suelo fingiendo un intenso dolor por una falta menor.
Ya me sentía incómodo al ver tantos errores de los árbitros, pero ¿que podía hacer yo?, yo sólo estaba viendo el partido en la televisión.
Siguió el partido y siguieron las decisiones desacertadas de los árbitros. Los rojos no perdieron la oportunidad y marcaron otro gol en el que el jugador estaba claramente fuera de juego. Ya la fanaticada azul estaba desmoralizada y ni siquiera reclamaba, los rojos celebraban. El juego estaba 5-3 a favor del equipo de tradición.
Cuando ya lo daban todo por perdido, los azules en una jugada de la nada entraron en el área roja y marcaron un gol, era bastante evidente que había sido un gol limpio y creo que por esta razón el árbitro no tuvo otra opción que pitarlo como válido. La fanaticada azul recobró los ánimos y celebró con mucha alegría, una alegría que no duraría mucho porque el juego terminó al minuto siguiente.
Con el pitazo final la fanaticada roja celebró, habían ganado 5-4. Esta celebración era bastante extraña, mientras la cámara hacía un paneo por las gradas se veían las caras tristes de los azules y me llamó la atención los gestos indiferentes de algunos fanáticos rojos, ¿será que sabían que habían ganado con unos árbitros injustos?, ¿o será que no les importaba esta victoria?. Era muy extraño.
Los azules se veían muy frustrados, tanto los jugadores, como el equipo, tenían rostros de indignación y molestia. Varios de los fanáticos aún gritaban con rabia y protestaban, pero no podían hacer más que eso, protestar.