Toda nuestra solidaridad con Tim Tracy, productor de cine y televisión detenido a la fuerza por el gobierno fascista de Nicolás Maduro, quien dictaminó su encierro bajo el argumento de la conspiración.
Una vulgar patraña para justificar la censura, la mordaza y la violación de los derechos humanos de un realizador audiovisual, cuyo único pecado fue querer contar la historia política del país con su cámara. Repudiamos su confinamiento y abogamos por su liberación.
El presidente aprovecha el caso para tirársela de víctima con el trapo rojo del complot internacional orquestado por la CIA y el departamento de estado. Según su lógica absurda y ridícula, el gringo vino a desestabilizar y las pruebas son los videos grabados por el colega sobre la situación volátil de la polarización criolla.
Como al periodista Jorge Lanata, lo sometieron al escarnio cuando intentaba abandonar el país por Maiquetía.
El SEBIN le seguía la pista y finalmente lo capturaron como a un contrabandista de droga, como a un vulgar terrorista.
Es una medida desesperada del sistema chavista para limpiar su imagen y evitar la filtración de verdades comprometedoras e incómodas del caos vernáculo.
Ojalá el pote de humo se disuelva rápido. No en balde, Tim Tracy no es cualquier hijo de vecino o un recién llegado en el medio.
Cuenta con el respaldo de innumerables figuras y estrellas de la industria.
Si Chávez al menos cuidó las relaciones con el Hollywood progresista, Nicolás se busca problemas con la principal fuente de cultura mainstream del mundo.
No le veo mucho futuro a su jugada temeraria, a su salida propia del régimen cubano y Chino de los años de la guerra fría.
Es otro bochorno. Nos pone al nivel de la dictadura de Corea del Norte. Una desgracia.
Su familia demanda y exige su inmediata repatriación.
Ojalá no corra peligro.
Me recuerda las locuras decididas por los militares de Chile y Birmania, con el objetivo de acolarrar al periodismo independiente.
La mentira tiene piernas cortas.
La historia absolverá a Tim Tracy.
Criminalizan a la comunicación social. No paran de meter la pata. Se les devolverá tarde o temprano.
Estoy seguro.