UPDATE 02.05.2013: es medianoche en Honolulu…
“Sociedad Anónima”, un largometraje escrito y dirigido por el venezolano Orlando Verde, fue rodada en 2012 en Amberes, Bélgica, donde el cineasta reside actualmente. La película fue realizada sin subsidios, con un presupuesto muy restringido pero con el apoyo del Atelier de Cine y Videoarte de la Real Academia de Bellas Artes de Amberes. Esta ópera prima es a su vez un interesante ejemplo de cooperación entre venezolanos, independientemente de su lugar de residencia: gran parte de la imagen fue registrada por el artista audiovisual criollo José Porras, quien reside en Holanda, y parte del soundtrack fue el aporte remoto del músico venezolano Enio Escauriza.
El largometraje, de 85 minutos de duración, es una denuncia de las dificultades que son enfrentadas a diario por extranjeros en Europa y el resto del mundo, quienes son discriminados sistemáticamente y empujados a vivir en condiciones socioeconómicas inferiores debido a su condición de inmigrantes.
“Sociedad Anónima”, financiada en su gran mayoría con el trabajo gratuito y voluntario de los artistas y el personal técnico, pretende a su vez ser un ejemplo de colaboración entre distintos grupos étnicos residentes en Bélgica, país en el que la tasa de desempleo de personas con antecedentes migratorios duplica la tasa de desempleo entre los habitantes “autóctonos”. Incluso entre personas con estudios superiores se observa esta desigualdad, en una sociedad en la que tener el apellido, el color de piel o el acento equivocados significa con frecuencia tener mayores dificultades a la hora de alquilar una vivienda o de buscar trabajo.
Es por esto que la película se presenta hoy primero de mayo, Día Internacional del Trabajador, para dirigir la atención del público a esta problemática de naturaleza global, por lo cual se harán disponibles subtítulos en inglés y en castellano.
Espero que la curiosidad les alcance para ver una película de 85 minutos de duración, gratis, a través de internet. Fullscreen o minimized. Con o sin cotufas. Desde la comodidad del hogar. Solos o mal acompañados. Oyendo en Dolby Surround o pegados a las cornetas majunches de una laptop vieja.
85 minutos que no empobrecen ni enriquecen a nadie.
Compartan, y contribuyan de esa manera al fin de la innecesaria hegemonía mediática de los canales de televisión.
Amen!