Es bueno entender y aprender a diferenciar algunos puntos.
La izquierda no sólo es un nido de alacranes fascistas peleándose por el control del estado.
Con el paso del tiempo, el socialismo se desvirtuó y desdibujó, al devenir en un partido político cuyo único objetivo es la supervivencia a costa del dinero público.
Pero antes fue otro asunto más allá de los múltiples errores históricos y contradicciones de los modelos de Unión Soviética, Cuba, China y pare usted de contar hasta llegar a Venezuela.
En el pasado, la mayoría de conquistas de la clase trabajadora se lograron gracias al esfuerzo y las ideas de los comunistas utópicos, quienes entregaron la vida por conseguir un salario justo, un horario adecuado de fanea, un sindicato y una apropiada bonificación asistencial.
Ello no se obtiene por la venia y la condescendencia de los patrones de antaño.
Más bien se conquista a través de la negociación y la lucha ardua de los empleados. Lástima porque la historia revertiría la importancia de los papeles, en perjuicio de los obreros.
Por tanto, hoy los derechos consagrados en ley, son vulgarmente ninguneados como permisos, como ofrendas, como excepciones a la norma. Así opera la adiministración dominante de la gerencia roja rojita, entregada de lleno a las prácticas viles de un capitalismo salvaje e inhumano. Me remito a las pruebas.
En 14 años, el chavismo puso de rodillas a su burocracia, imponiéndole sindicatos chimbos, condiciones, contratos falsos y chantajes.
Un ejemplo lo representa la unificación de pensamiento de PDVSA y las purgas actuales de un Ministro del ramo, ufanado por violar la constitución. La verdadera cara del proceso es la de la explotación propagandística del militante, bajo el ultimatum de despojarlo de la inamovibilidad laboral, si vota por la oposición.
Mientras tanto, les revisan las cuentas de Twitter y Facebook para ver si no hablan mal del comandante supremo.
En paralelo, censuran a los diputados de la disidencia en la Asamblea, a punta de golpes.
Entonces se cultiva un ambiente de terror laboral condenado al fracaso y la implosión. Es una forma inútil e improductiva de alimentar su propia destrucción. No conviene humillar al personal y someterlo a vejaciones de plantación de esclavos. A la postre, se crea un círculo vicioso de venganzas y revanchas.
Un empleado acomplejado y resentido es una bomba de tiempo.
Por ello, la concordia, el respeto y la camadería constituyen los mejores activos de una empresa, de una compañía.
Ejemplos vivos los podemos palpar en industrias nacionales e internacionales.
Marchemos a la luz de dichas premisas y consignas, con dignidad, alegría y autonomía.
Lamentable es el registro de una concentración obrera obligada a lucir el uniforme permitido por los tiranos del poder central.
«Es bueno entender y aprender a diferenciar algunos puntos.
La izquierda no sólo es un nido de alacranes fascistas peleándose por el control del estado.»
jajaja te quedo de perla… y esto ultimo…»Por ello, la concordia, el respeto y la camadería constituyen los mejores activos de una empresa, de una compañía.
Ejemplos vivos los podemos palpar en industrias nacionales e internacionales.
Marchemos a la luz de dichas premisas y consignas, con dignidad, alegría y autonomía.»
Vica el capitalismo, viva la derecha, vivan los empleadores y patronos!!!
Por cierto capriles sera un patron igual que Zuloaga, que especula pero da trabajo???
Lo peor es globovision defendiendo el dia de los trabajadores y su dueño Zuloaga dice esto: puede ser que especulemos pero damos fuentes de empleo!!! Como te parece my dear???
Parece que @Door no se ha enterado que Zuloaga vendió Globovisión…