El verdadero motivo de este post es motivar y buscar a personas dispuestas a desactivar la propaganda oficial gobiernista que irresponsablemente ha sembrado desinformación y profundizado la división y el resentimiento entre venezolanos.
Propongo que hay que combatir la propaganda oficial pro gobiernista porque entiendo que quienes detentan el poder (político-militar-económico-mediático) deben hacer un ejercicio responsable de ese poder y no emplearlo solamente para tratar estrategias que le permitan mantenerlo indefinidamente en el tiempo muy a pesar de los modestísimos resultados de la gestión gubernamental.
Al carecer de otra plataforma de lucha que la de las ideas, es importantísimo ganar la opinión pública y revertir las ideas tergiversadas, manipuladas y difundidas por el aparato estatal de comunicación, agitación y propaganda sobre los acontecimientos de la historia reciente venezolana y sus protagonistas.
El efecto de estas ideas(convertidas en eslóganes, murales, micros audiovisuales, documentales, notas de prensa, libros y otros productos culturales) sólo han servido para propagar una visión de la historia y la realidad interesada en la división interna de Venezuela con el sólo fin de asegurarse el ejercicio del poder y el manejo de los recursos públicos.
Reconozco que la fracción política identificada actualmente como oposición también emplea estos mensajes pero mientras no estén en el ejercicio real del poder no representan un peligro real para el desmembramiento de la sociedad.
Propongo la creación de una plataforma de contra propaganda que se dedique a Derrumbar con argumentos racionales, hechos sostenibles y mensajes de llegada masiva, los mitos que sostienen la propaganda oficial pro gobiernista y hacer que estos mensajes lleguen al público que consume esa propaganda que don quienes apoyan a la fracción política que actualmente posee el poder (político-militar-económico-mediático) y lo ejerce irresponsablemente llevando a Venezuela a una situación de quiebre económico, dependencia de otros países y abona el terreno para una posible guerra civil.
Es necesario desmontar las ideas sobre líderes, hechos históricos, tendencias políticas, economía y orden social que tan bien han sabido implantar y que con la creación de nuevos marcadores históricos (nuevos símbolos como la otra estrella de la bandera, el cambio de nombre de la República) se proponen a sembrar la idea de cambio cuando lo único que ha cambiado es la élite que ejerce el poder político y maneja los recursos del Estado a su antojo.
Que no quede títere con cabeza.
Hagamos resistencia cultural.