(TÍTULO TOMADO DEL LIBRO DE NOBERTO BOBBIO)
He sentido la necesidad de escribir cómo me siento con todo lo que está pasando a mi alrededor pero, no sólo a mi alrededor sino, en mi propia cabeza.
Siempre me sentí una persona, más que marxista, de izquierda. Tal vez por mi padre que fue dirigente estudiantil del MAS en los 80’s y él, junto a su vasta biblioteca, me han formado bajo criterios dialécticos e históricos de la realidad.
Sé que a muchos de los que me leen han pasado por ideales socialistas y que han soñado con que todos los criterios de Marx, Lenin o Trotsky se cumplan y que seamos una sociedad que no tenga que depender del Estado para poder vivir en seguridad. Sé que muchos de los que leen se leyeron su Manifiesto Comunista, su Revolución Permanente, Su Capital, etc.
Desde que entré a la universidad a estudiar Ciencias Políticas me he llevado trancazos por todavía soñar con el comunismo como forma de Estado ideal del hombre. Me he llevado desilusiones por encontrar fuertes críticas a los escritos de Marx y al pensamiento utópico en general. Lo peor de todo es que todas esas críticas que leo tienen razón y tienen sentido. La economía marxista, en la actualidad, está descontinuada y se basa en criterios que son de finales del siglo XIX. La filosofía dialéctica e histórica ha sido desfasada por la mala lectura que le dio el propio Marx a los textos de Hegel en su materialismo. Lo rescatable de los textos Marxistas son pocos, y se basan más que todo en los temas sociológicos (muy importantes para entender el comportamiento de la sociedad) y los políticos (la razón de existir del Estado, y su función como tal)
Al ver todas estas criticas al marxismo cada vez tengo menos sustentos para ir creyendo en la lucha de clases, en el comunismo primitivo, en el materialismo histórico, en su economía. Sin embargo, eso no quiere decir que deje de ser de izquierda. Ya que la izquierda va muchísimo más allá del Marxismo (Socialdemocracia, por ejemplo).
Sin embargo, tampoco considero que Marx no tenía razón (en su época). Es un personaje de admirar políticamente y que quiso revolucionar el mundo para bien, y así él lo pensó. Marx es una persona de admirar sociológicamente ya que hizo que el hombre se preocupara por los fenómenos sociales que acontecen en una nación. Filosóficamente abrió la puerta a una nueva concepción del hombre, pero hoy en día ya no sirve. Económicamente fue un letrado en su tiempo y asombró a todo el mundo con su concepción de la ‘Plusvalía’ pero que hoy en día tampoco tiene vigencia, ni creo que la vuelva a tener. Creo, personalmente, que Marx nos enseñó muchas cosas y que no hay que estar en contra de él, pero tampoco a favor por las razones que ya intenté explicar.
Esto es un hasta siempre a la teoría marxista. Esto es un hasta siempre a Marx y a todos sus seguidores que dieron la vida por las ideas marxistas-leninistas y a todo aquello que pude creer en su momento. Hoy crecí políticamente. Hoy ya no soy un rebelde por una una causa ya perdida. Seguiré escuchando y cantando las canciones de Alí Primera. Seguiré teniendo mis cuadros del »Che» porque siento que ya son parte de mí y de la conciencia que irá día a día convirtiéndose en valores para ser un buen ciudadano.