Voy al centro de Barquisimeto, fui muy tranquilo, y de repente me voy al museo de Barquisimeto. Llego en una Tahoe. Quiero dejar en claro que en este momento no se si la camioneta Tahoe es socialista o es capitalista. Afuera del museo, hay vehículos lujosos Ford y Chevrolet, imagino que los dueños de dichos vehículos son «socialistas.» Me quedo mirando al rio Turbio, en el año 1903 Juan Vicente Gómez toma Barquisimeto tras un alzamiento. En el año 3003 del siglo 22, nadie recordará que Barquisimeto, y Venezuela, estaban de rodillas ante un gobierno que predica un tal socialismo pero vive como capitalista.
El museo de Barquisimeto era un cuartel, después fue un hospital. Así es Venezuela, maquillan las vainas para que la gente se mantenga en un sopor. Contraviniendo mis hábitos, comienzo el recorrido por la izquierda, la primera muestra es una sarta de cartones plisados, corrugados, y tachonados. En el piso casi como rodapié, se arrastran unos boletos de avión. Ay si, la gente puede viajar en avión, que bueno, te felicito. Salgo de allí y caigo en una pesadilla del caimán de Sanare, Sarare, me da igual. El joven artista tiene pinta de todo y de nada, lleva una barba tupida de meses, ropa aparentemente sencilla, y unos zapatos artesanales muy ridículos. Sus cuadros van desde diablos rojos, hasta angelitos blancos. La vaina es religiosa, superchería, esoterismo.
En el flanco izquierdo hay un cuadro que dice: “Lo bueno y lo malo.” El mismo muestra a un Jesús barbado con túnica blanca, y a un diablo rojo con tridente. Al centro, una silla montada sobre algo, luce pinturas medio psicodélicas, y un par de clavos. En el flanco derecho, una botella gigante de Coca-Cola, llena con marcas Samsung, y McDonald’s, entre otras marcas capitalistas. El artista ha descubierto el agua tibia.
Al fondo, una chica con el cabello al estilo Amy Winehouse, unas medias panti rasgadas, y mini-falda. La chica, mira la botella de Coca-Cola, y le pregunto:
-¿Qué es mejor una Coca-Cola, o un tabaco Cubano?-
La chica, responde:
-La Coca-Cola.-
En mi mente: ¿WTF? No espero más y le digo:
-¿Sabes qué? Este arte es parcial, y maniqueista. Me voy de la sala, y pienso: mosca con una sobredosis de propaganda política.
En la siguiente sala, unas pinturas que ya ni recuerdo, así serán de interesantes e impactantes. Un chamo, observa los cuadros guindados en la pared. Lleva un montón de libros atenazados en la mano derecha, tiene pinta de intelectualoide, y de tener una ideología seria, dueño de una verdad. No espero nada y le pregunto de una:
-¿Qué es mejor una Coca-Cola, o un tabaco Cubano?-
El pana responde:
-Depende.-
Lo sabía, pienso, debe ser una especie de izquierdo-socialista-ecologista-perfectus.
-¿Depende de qué?-
El pana, se eleva a mil metros sobre mí. Me mira con su cara de intelectualoide, se cree más arrecho que todo el mundo, y finalmente responde:
-Si tomas mas Coca-Cola te hará mas daño la Coca-Cola. Si fumas menos tabaco Cubano, no creo que el tabaco Cubano te haga daño.-
Me acaban de trolear en mi cara, y no me doy cuenta. Tranquilo pana, tu monserga te la paso.
En la siguiente sala, unas fotos de María Lionza. Una pareja de carajitos contemplan las fotos de la deidad femenina mítica. Le hago la misma pregunta y el panita responde:
-Si, el tabaco Cubano puede afectar un poco, pero la Coca-Cola se consume más.-
Me retiro de la sala, voy a caer en la librería del Sur. Paso de largo, y aterrizo en la parte trasera del museo. Dos guardias nacionales, reciben trípticos del ministerio del turismo. Venezuela está azotada por la delincuencia, pero dos guardias nacionales, tienen tiempo para disfrutar del museo.
En la sala de proyecciones, hay una vaina de turismo. La sala esta full. Todos sonríen. Señor perdónalos, no saben lo que hacen. No puedo más, me voy de allí. Hasta luego, y gracias por el pescado.
Flanco izquierdo. Señor pinta como un niño. Escenas urbanas, surrealistas, arte naíf. Bueno tampoco es que voy a desarmar al viejito pintor. Cuando doy media vuelta, el viejito pintor tiene un cuadro del Che Guevara en Barquisimeto. ¿WTF? ¿WTF? ¿WTF?
Ahora sí, flanco derecho. Nido de ametralladora en la librería del Sur. Entro a la librería con una visión nocturna. Rápido me coloco la máscara anti-gas, desde los estantes me lanzan libros con la cara del dictador Fidel Castro.
Le pregunto al pana de la caja registradora:
-¿Tienes el libro: Caracas cruzada?-
-No.-
Mejor suerte para la próxima. Antes de retirarme el pana me da una revista “gratis” que se llama: el arte de leer, libros de Venezuela, sistema masivo de revistas. Al salir de la librería, me lanzan un ataque nuclear con fotos de Chávez. Pero, jajajajaja, no hay nada de Nicolás Maduro.
Cuando Henrique Capriles gane en el 2018, se des-Chavizara el museo de Barquisimeto.