Los brujos siguen haciendo sus rituales en pleno cuartel. La droga sigue deambulando por el cuartel. Los Derechos Humanos se siguen violando en el cuartel. Los militares golpistas, muy tranquilos en el casino de oficiales. Los militares “socialistas” fanatizando a la tropa. En el calabozo, los presos militares reparten coñazos, patadas y kunfú. Dicen que hasta violaciones se practican en los calabozos. Un capitán le pega una patada en las costillas a un soldado, el pelotón de operaciones especiales debe disciplinarse a punta de coñazos.
Tan fino, vale, si tú en una intentona golpista del 4 de febrero de 1992, matas, asesinas a otros soldados que defienden el sistema democrático, te dan dos años en la cárcel militar y ya. Tan solo dos años por quitarles la vida a otras personas.
Ahí viene la DISIP, ahí viene la DISIP, ahí viene la DISIP.
Por el flanco izquierdo entran los funcionarios de la DISIP, son unos comandos de asalto que van a la desbandada. Por el flanco derecho entran los agentes de la PTJ. Van directo a buscar al sargento de los cazadores. Un juez militar se atrinchera en la compañía de comando. Ha llegado la inquisición.
El sargento de los cazadores tiene 25 años de servicio a la patria. Ha dado toda su vida al ejército. El tipo es todo un comando. Nada de eso le sirve. A ellos no les interesa.
Los agentes de la DISIP, y de la PTJ, entrompan al sargento cazador. Lo someten, lo apuntan como si él fuera un delincuente. ¡Levanta las manos, tírate al piso! vuelan los gritos.
Aunque yo soy un civil perteneciente al DIM, como agente de la inteligencia militar que soy, no le debo cortesías burocráticas, ni rituales militares para dirigirme a los militares, por eso le pregunto de una al teniente:
-¿Epa, que pasa ahí, y eso?-
El teniente me responde:
-Se lo llevan detenido porque es gay. Lo van a botar.
Me quedo pensando. Tengo dos vecinos. Uno era de la guardia de honor, y lo mataron los paracaidistas que comandaba Chávez el 4 de febrero de 1992. El otro vecino se fue a pagar el servicio militar, y lo mataron en el cuartel, por negarse a obedecer. Nada tiene sentido.
Mientras la DISIP, y la PTJ, se llevan al sargento, termino de hablar con el teniente. Le pido dos soldados para ir a buscar unos desertores que se han fugado con unas granadas. El teniente me trae dos soldados, y me da risa, pero no me rio. Los soldados se niegan a ir con nosotros, unos civiles, que cubren sus caras con pasamontañas, portan fusiles, y armas militares. El teniente arrecho, les grita, y les dice que nosotros somos del DIM, inteligencia militar, que en el DIM, hay militares y civiles. Los soldados no están convencidos, pero ante las amenazas del teniente, finalmente acceden. Le doy un pasamontañas a cada uno, y nos vamos de la 13 brigada de infantería de Barquisimeto.
Doy gracias a los de la contra-inteligencia militar por pasarme algunos datos. En una época sin celulares, ni Internet se hacían milagros para pasar información.
Así me despido de la 13 brigada. La banda marcial toca melodías extrañas. Las trompetas gritan injusticia. Lo redoblantes triplican la amnesia. Aquí nadie tararea. El silencio me lleva una y otra vez a la 13 brigada. Los insultos de mi madre llegan con voz de mando. Nunca fui a la academia militar. ¡Nunca serás un sub-teniente, nuca serás un general!
¿Si hubiera entrado en la academia militar, hoy fuera un capitán del ejército. Pero, me hubiera negado a decir: independencia, y patria socialista, venceremos?
¿Hubiera podido defender, proteger, y evitar que boten a los homosexuales de las instituciones militares?
Ya el general Ángel Vivas Perdomo, se alzo contra el lema: independencia, y patria socialista, venceremos.
Aunque no recuerdo a ningún militar que defendiera a los militares homosexuales.
Y dijooo: «¿Si hubiera entrado en la academia militar, hoy fuera un capitán del ejército. Pero, me hubiera negado a decir: independencia, y patria socialista, venceremos?»
El protagonista de este relato es otra clase de pupú … No es de los que dicen esa infame consigna, pero si es de los que pinchan teléfonos, hackean email y hacen seguimientos a gente cuyo único delíto es no estar de acuerdo con el desmadre y que socialista.
Con respecto al relato en sí, le doy mi like (+) …
@Elibabé:
La misión de la inteligencia militar es: Realizar operaciones de investigación que impidan, corten y prevengan las actividades de espionaje enemigo, así como contribuir con la investigación en el ámbito militar para garantizar la protección del presidente de la república y la seguridad del ámbito militar.
La inteligencia militar que he visto va desde la epoca de los Adecos, hasta la epoca de Chávez, y ahora de Maduro. Espero que sea mejor con Capriles…
«y hacen seguimientos a gente cuyo único delíto es no estar de acuerdo con el desmadre y que socialista.»
Lamentablemente las intituciones deben obedecer al gobierno de turno, nadie va a perder su empleo para que tu Elibabé seas feliz.
Cuando Capriles gane en el 2018, me avisas si la inteligencia militar experimenta algun cambio positivo.