Uno de los aspectos que menos se entiende es que el azar es una parte importante del proceso de la evolución. Y quizás el que menos se entienda. De hecho la evolución no es solo garras y colmillos, si no también el azar. Estamos aquí por pura suerte, un proceso de decantación de eventos aleatorios, nos han llevado hasta aquí. Asteroides que han arrasado a casi toda la vida, erupciones gigantescas como la de Siberia que cubrió más de 3 millones de Km cuadrados.
Sin esas grandes extinciones, quizás el genero homo nunca hubiese aparecido. Los dinosaurios vivieron por más de 150 millones de años y un buen día se acabaron. Igual nos puede pasar a nosotros.
Hasta ahora no hemos demostrado nada. Apenas tenemos unos 200,000 años, y solo hace unos 9000 años que aparecieron las primeras civilizaciones y solo unos tres mil años que existe la escritura, gracias a la cual podemos conocer algo de nuestro pasado, de hecho nuestra memoria es desde que existe la escritura.
Antes solo existe el mito y algunas suposiciones de cómo vivíamos. El azar es la parte que a las personas, algunas muy inteligentes y muy preparadas les cuesta asimilar.
El astrónomo Chandra Wickramasinghe que declaro en el tribunal de Arkansas en 1981 sobre la pertinencia de enseñar la evolución como una teoría científica que se enseñe en los colegios dijo “Las posibilidades que ocurra la vida es casi tan probable, como que un tifon pase sobre un deposito de chatarra y se cree un Boeing 747” haciendo alusión a la metáforade su colega Fred Hoyle a la creación de un 747 por un tornado.
Ambos en su campo, la astronomía eran personas excepcionales que realizaron grandes descubrimientos, nadie puede decir que eran tontos, pero los que les molestaba de la teoría de la evolución era su carácter aleatorio.
Eso los llevo a descartar la evolución como el mecanismo, haciendo más probable que un ser superior la creara en algún momento.
En ese mismo juicio, fue llamado a declarar Jay Gould, el si había estudiado el tema y se baso en la misma hipótesis del 747 para explicarla y dijo que mas acertado seria decir que un millón de tornados pasen por un millón de depósitos de chatarra, luego elegimos los depósitos de chatarra mas prometedores y hacemos un millón de esos depósitos y luego hacemos pasar un millón de tornados, y hacer lo mismo de nuevo y de nuevo hasta que aparezca algo digno de volar.
Esa es la mejor analogía, ya que ciertamente, un ojo es algo muy complicado, pero vemos el producto terminado y no vemos los millones y cientos de millones de años que tomo hacerlo y los miles de millones de seres que tomaron parte en crear ese producto terminado. De hecho los ojos han evolucionado independientemente por lo menos 14 veces.
La base de la aleatoriedad esta en la meiosis que es común a todas las especies que se reproduzcan con sexo.
Una manera sencilla y muy simplista de explicarla seria que la madre tenga 26 cromosomas, y esos cromosomas sean las cartas negras, por ejemplo tréboles y picas y el padre tenga las rojas; corazones y diamantes, y comenzamos a barajarlas, pero estas son unas cartas mágicas y cuando las barajamos también se unen las figuras, y entonces aparece una Rey de diamantes con una figura de diez de pica o cualquier combinación posible, incluso alguna de las cartas tendrán la mitad la J de corazones y la otra mitad el As de pica. Esa es la parte que es totalmente al azar
(*Ciertas restricciones aplican)
Ese proceso produce mutaciones, que el medio ambiente se encarga de elegir las que van a sobrevivir.
Esto es la selección natural. Podemos imaginarnos a un tiburón, que para cazar tiene que ser muy rápido, pero el proceso del azar le produjo dos manos en vez de aletas, esto hará que sea mas lentos y lo mas probable es que muera de hambre antes de llegar a la edad de reproducción. O los humanos que nacen sin piernas, con las piernas unidas como el síndrome de sirena, o más común los gemelos siameses, en el mundo natural, esto es hace 20,000 años, ellos no pasarían de la niñez y morirían. El caso de los siameses no tiene nada que ver con la meiosis, pero si con la embriología, ya que en cada paso esta presente el azar.
Un ejemplo de una mutación favorable es la de un tiburón, que gasta menos energía y nada más rápido. Esta mutación se esparciría en la población, ya que es mas eficiente a su forma de vida, pero un hecho aleatorio del mundo natural la podría acabar, que lo pescaron o que un cachalote se lo comió cuando aun era bebe.
El medio ambiente aun cuando es menos aleatorio que la meiosis, aun juega. Y duro.
Esto significa, que si la vida comenzara ahora daría un resultado totalmente diferente. Algunos creen que la inteligencia también es inevitable, como los ojos, y puede ser que aparezcan en algún momento, pero esos seres inteligentes que aparezcan serán totalmente diferentes a nosotros.
Naturalmente los seres voladores tendrán siempre menor peso que los terrestres y los animales acuáticos tenderán a ser hidrodinámicos. Esto es que se mantendrá en líneas generales, los diseños para el medio ambiente.
Un ser inteligente volador seria muy improbable ya que el cerebro más grande pondría mayor resistencia al vuelo, ya que pesa mas.
Pero el medio ambiente, no es solo la ecología, o la geología del lugar, es también la manera como se relaciona con los de su misma especie. La psicología particular.
Por ejemplo, algunas ratas en ciertas condiciones solo se dedican a masturbarse sin relacionarse con las hembras, a pesar que son más grandes que el promedio, no se reproducirán. O un hombre fuertemente misógino, seria muy raro que se reproduzca. O que tengan un comportamiento aberrantemente antisocial, o apático.
Cuando se habla del medio ambiente este abarca muchas cosas, y son esas cosas que eligen entre las mutaciones exitosas. Y estas se decantan en el tiempo. Y un millón de año es mucho, mucho tiempo, la vida apareció hace unos 3600 millones de años, es algo que no podemos imaginar, nosotros solo somos el resultado de ese millón de tornados sobre el millón de depósitos de chatarra, una y otra vez durante 3600 millones de años. Y el medio ambiente eligiendo los mejores diseños.
Obviamente, algo bueno tenía que salir