Son las 5 de la mañana y recién está rompiendo el amanecer. Se escucha un pajarito tímido y los gatos piden comida. Solo hace un par de horas te devuelven a familiares secuestrados, coñaseados, la típica modalidad.
Aquella que no se denuncia, porque seguro vas a denunciarla y te atiende el mismo carajo que ejecutó el crimen, normal. No va a las estadísticas, no engrosa nada, y las autoridades se masturban con el hecho de que «baja la criminalidad»
Vas a la cama, y entre tantos pensamientos en la cabeza, no puedes conciliar el sueño. Eventualmente llegas a pensar: «¿Que me mantiene en este país?»
Pasan por tu cabeza las respuestas; un amor, una familia, y algunas contadas amistades.
En otra corriente aparte escuchas en tu cabeza discursos presidenciales, no tan presidenciales, habladurías, promesas, mentiras, mas mentiras. Noticias de sucesos, crímenes, lo mierda que es la gente en la calle. El caos. Los malandros. Recuerdas la razón por la cual no tienes clases en la universidad y por qué no tendrás en un buen tiempo. La historia de todo lo que te acaban de contar.
Piensas otra vez, ¿por qué me he negado a irme?. No sabes la respuesta. Luego, piensas en que alguien te dijo que Venezuela era el mejor país del mundo. Te dan nauseas, aunque es el sueño. Esas palabras no te generan sentimiento alguno, no te identificas con nada.
Son las 5:26, cantan mas pajaritos. Buenos días, Feliz Día de la Independencia. Vaya mierda de celebración.