Los niños son los receptores del lavado de cerebro, pagado con nuestro dinero. En la revolución es muy sabroso hacer campaña con plata ajena, solo para favorecer a la imagen del gobierno antes de las elecciones. Cada Ministerio debe ofrecer su aporte en el establecimiento de un sistema de propaganda rojo rojito. Hoy le toca al despacho de cultura manifestarse a favor del cumpleaños del presidente en el marco de una celebración de la lectura. Pero todo huele a viejo, a trámite, a truco y a mentira repetida mil veces. Yo te recomendaría no perder tu tiempo. Conformarte con rebobinar tus recuerdos de las anteriores citas del mismo evento. Solo que ahora le metieron más incoherencias chavistas al asunto. Vimos a unos niños cantándole a Bolívar y al Comandante en el lobby del Teresa Carreño. Después hablan de la reconquista de los espacios por parte de bandas alternativas como La Vida Boheme. Descubrimos un circo de advenedizos sandalistas, concurrido por niños con bolsos de Chávez Corazón de mi Patria. También observamos la cara del Teniente Coronel en afiches, portadas y autobuses rotulados(para infantes). La idea es hacer de Chávez el Mickey de un parque de diversiones. Sin embargo, el concepto no termina de prender en las generaciones de relevo. Nunca faltará alguien que diga: “incluyeron más fondos independientes y privados”. Está bien. Aunque la verdad cruel es otra. Por ejemplo, siglo XXI quería venderme un libro por 600 bolívares. Yo pienso que es un precio que solo puede pagar un amigo de María Gabriela, y que los amigos de María Gabriela solo leen sus mensajes de Pin en el Blackberry. Ergo, me fui con las manos vacías. No voy a pagar 100 dólares de Cadivi por un libro que cuesta 15 y de broma. Imagínense que quedará para una persona que vive debajo de un puente. La cultura que queda para el pobre es la compra de ediciones de bolsillo de los discursos del Fidel, el Che y Hugo. En el país del socialismo, la lectura es un privilegio para los nuevos ricos. Para rematar, volvieron los tarantines fantasmas de los emisarios de Irán, Palestina, los Etarras y cuanta mampara chavista existe. Estos bolichicos se están llenando bandera. Claudia andaba muerta de la risa con la cantidad de flojos, gorrones y parásitos que había, echando carro en sus sillas y puestos de burócratas de la izquierda caviar. Un paisaje realmente deprimente y decadente. El descuido es total. Se quitaron las máscaras. La Feria es proselitismo de poca monta y precios de especulador Chino. Economía capitalista de la crisis para salvarle el pellejo a Maduro. La gestión de Nicolás para el sector luce extraviada. Regreso a Macondo, a Cien Años de Soledad.