Esta, como todas las mañanas, salgo bien temprano de mi casa, vivo en las afueras de la ciudad, por tanto ya a las 6:00 am debo estar esperando el transporte, para llegar a mi destino entre una hora y hora y media, dependiendo del chofer, y del tráfico.
A esa hora ya veo gente vendiendo empanadas, que seguro se levantaron tres horas antes para hacerlas, a los taxistas y mototaxistas en las esquinas esperando sus clientes, y los autobuses repletos de gente, pero los venezolanos somos flojos.
No, no soy flojo, otros se confiesan serlo, como Mirco en su artículo, como dije, ya a las 6 am estoy esperando el transporte público, y llego a la casa por lo general entre las 8 y las 9 de la noche. Durante el día hago muchas cosas, así de lunes a sábado, y los domingos en la tarde sí me dedico a echarme en la cama a ver películas. Y así como yo, millones de venezolanos, que no somos nada flojos. Cierto que en ciertas horas libres en el día me dedico a procrastinar por el facebook, o escribiendo artículos tontos como este, pero creo que se me perdona.
Así que al próximo que diga que el venezolano es flojo le diré ciertas cosas.
No es por nada, y sin negar que seas un tipo trabajador, pero asi como se lee a cada rato que el venezolano es flojo se lee igualito que el venezolano es trabajador y «yo si soy bien trabajador». La misma guerra de paja de siempre. Podrá haber gente muy trabajadora, gente holgazana, el punto es que somos una sociedad colectivamente FLOJA cuando nos pones a todos sobre la balanza. Pararse temprano no es un argumento válido, como la secretaria que llega a las 6:30 a su puesto de trabajo pero comienza a atender a las 8 porque estaba desayunando y chismeando.
En mi limitada experiencia, el típico venezolano:
-Sí, llega a las 6:30 de la mañana al trabajo. Quizás antes. Lee la prensa.
-A las 8, cuando debería empezar a trabajar, saca un paquete envuelto en papel de aluminio y empieza a desayunar. Antes «no le da hambre». Deja toda la oficina hedionda.
-Hasta las 9:30 aproximadamente hace la digestión. Comenta deportes o farándula según su sexo.
-A esa hora es imprescindible tomar café y conversar un rato con los compañeros acerca de lo jodida que está la vaina, y de que fulanita salió preñada de menganito.
-A las 10:30 trabaja un rato.
-A las once y veinte suspende el trabajo, pues ya se acerca la hora del almuerzo.
-12m/ 1PM: almuerzo. Fuma un cigarro, da una vuelta.
-1PM/ 2PM: Digestión, conversa con compañeros.
-2PM Hora del burro. Empieza a trabajar el algo con gran lentitud, esperando que llegue rápido….
-3PM …la hora del café. Cotorra con las recepcionistas.
-3:30 PM: ya es casi la hora de salida. No vale la pena hacer nada, así que chatea por el celular, se mete en facebook o juega solitario, según sus recursos informáticos.
-5PM Good bye. Mañana será otra gran día! Nuestro oficinista promedio trabajó menos de dos horas y cobró ocho.
Generalizaciones. Pero bueno, ese parece ser el estigma del venezolano, que lo tilden de flojo.
La verdad es que, a la luz de la experiencia y dejando de lado todo resto de corrección política y de ideas bonitas, he llegado a la triste conclusión de que las generalizaciones comunmente aceptadas suelen tener una sólida base de realidad.
Hola Carlos LB
Mil gracias por las líneas, la vedad que me gustó mucho.
Imagínate cómo nos ven en el extranjero, el mote que te falto fue el de ladrón, pero para no dispersarme y apoyar tu comentario debo agregar que yo me levanto de 4 a 4:30 todos los días y no por cuestiones de tráfico. Llego a la oficina a las 6 lo que tiene un montón de ventajas porque es mucho lo que se hace cuando no tienes gente entrando y saliendo ni teléfonos sonando.
Para resumir:por razones personales el gobierno danés me paga un subsidio para poder trabajar sólo 80%. Lo que es decir 30 horas a la semana. Que en realidad significa sólo 4 días a la semana y a pesar de eso, tengo la carga de trabajo de dos personas y tengo un récord bajísimo de inasistencia.
Eso se lo agradezco a mi Venezuela de antes del 1999, porque uno aprende a vivir permanentemente en contingencia.
Mi jefa me adora, claro!
(si soy una ex, ya me lo recordaron el otro día y hasta me mandaron pa´ la porra en éste foro, pero aquí estoy otra vez :-)),
En adenlante voy a estar pendiente de tus escritos.
Un fuerte abrazo!
A mí lo que me llama la atención son las generalizaciones y comparaciones. ¿Somos más o menos trabajadores con respecto a quiénes? Uhmm… ¿Los chinos? Este… ¿Los europeos? ¿Existe un trabajadógrafo?
Cierta vez vi un documental de NatGeo que me pareció muy interesante, era acerca de un supuesto «gen de la violencia». Según entendí este gen sólo lo tienen los hombres, no sé si es en el gen XX, supongo, yo de genética si acaso recuerdo las leyes de Mendel. Lo interesante era que hicieron un estudio para ver en cuáles hombres y cuáles no tenían este gen. Buscaron en distintos grupos: en unos motorizados patoteros, en unos peleadores de kickboxing y en unos monjes budistas estadounidenses. En el primer grupo, los motorizados, de diez de ellos cuatro tenían el gen; de los peleadores de kickboxing, seis en total, ninguno tenía el gen; los monjes budistas, cinco en total, todos tenían el gen. Así que por lo visto este supuesto gen de la violencia no determina el comportamiento de la persona.
Por tanto, decir que los latinos son flojos, o que todos los hombres son infieles, o que todos los negros son violentos, o que todos los venezolanos son flojos, o que todos los colombianos son tramposos, es caer en vulgares generalizaciones.
¿Todos los empleados públicos sólo trabajan sólo dos horas efectivas de ocho?, no, no todos. ¿Todos los europeos son muy buenos trabajadores?, no, no todos. ¿Existe una «tendencia» a la flojera o al trabajo arduo? ¿Será que si los chinos, o los europeos, que supuestamente son los más trabajadores, tuvieran unas condiciones socio-ambientales similares a las nuestras, trabajarían tanto como supuestamente lo hacen, o serán tan «flojos» como nosotros?
Existen índices de productividad en los que estamos bajísimos. Si no estás de acuerdo con la métrica y crees que hay mejores formas de medirlo, adelante. Pero «pararse a las 5», no me parece un dato confiable.
«Existen índices de productividad en los que estamos bajísimos. Si no estás de acuerdo con la métrica y crees que hay mejores formas de medirlo, adelante. Pero “pararse a las 5″, no me parece un dato confiable.»
Porque no lo es, Vinz.
Pararse a las 5:00 de la mañana a hacer un carajo (que es exactamente lo que se produce en Venezuela) es lo mismo que levantarse a las 11 de la mañana.
El venezolano se cree trabajador y «echao palante» porque se dedica al comercio, esto es, a traficar sin producir ni añadir valor.
Eso de levantarse a las 5 no es virtud, es una desgracia. Estamos obligados a hacerlo porque la vialidad y el sistema de transporte público son menos que basura. Si viviéramos en un lugar medianamente decente y todos tuviéramos la posibilidad de pagarnos un alojamiento cercano a nuestro lugar de trabajo, viviríamos vidas más humanas y menos animalescas.
Es todo.
Eso de que somos arrechísimos porque madrugamos es el consuelo del que, como dice uno por ahí, está comiendo mierda y se está tratando de sugestionar repitiendo «es nutella, es nutella».
@Troll de quinta: Se te olvidó mencionar que el problema de la planificación urbana juega un papel importantísimo. El viejo dicho de Caracas es Caracas y lo demás es monte y culebra, lo desempolvo en éste contexto porque dónde están las fuentes de trabajo? y los centros de estudios? me imagino que sabes la respuesta.
Si uno ve el mapa de Venezuela y se fija en la densidad de población el sur está casi despoblado.
Estamos de acuerdo en que la situación ideal es vivir dentro de un radio de 5km aproximadamente de tu puesto de trabajo.
Cuando vivia en Venezuela me calaba unas colas padrisimas de hasta 4 horas y lo revertí en algo positivo porque me llevaba un libro o escribía notas mientras el autobus se movía a paso de tortuga herida por la carretera panamericana.
En mi caso levantarme a las 4:30 es una virtud. De lo contrario no tendría tiempo para escribir.
Saludos
Me encanta el comemiardismo caraqueño que cree que la unica forma de encontrar empleo es en Caracas y que si vives en el interior probablemente lleves un sombrero de paja y alpargatas.. has ido y visto las oportunidades en Maracaibo, Barquisimeto, Maracay, Valencia, Puerto Ordaz?!! El mundo en Venezuela ni comienza ni se acaba en Caracas te lo dice alguien que esta en Alemania.
@vinz: ¿Puedes por favor citarme esos índices de productividad?
Si es así, ¿es porque somos flojos, o por una falta de organización, de enfoque gubernamental?
@La voz diletante: Vivo en Mérida, bien lejos de la gran capital. Una ciudad-pueblo, que, como muchas veces he dicho, si no fuera por la ULA seguramente sería un pueblito perdido en medio de las montañas. Desde que salí de Caracas hace unos 20 años preferí el monte y las culebras que la selva de cemento. Sí, puede ser que en Caracas está el centro económico y de oportunidades de trabajo, ¿pero a cambio de qué? Seguramente acá en Mérida no pueda ganar lo que ganaría en Caracas haciendo lo mismo que hago ahora, pero para mí tiene más valor la tranquilidad que el dinero o las oportunidades de trabajo. En Caracas nunca podré encontrar la tranquilidad que me ofrece Mérida, aunque esta ciudad ya está aprendiendo las malas mañas de las grandes ciudades. Y si vivo en las afueras es porque aparte es más económico es mucho más tranquilo.
Dudo mucho que las mejores fuentes de trabajo y los mejores centros de estudios puedan equipararse a la paz que da estar en medio del monte y las culebras escuchando a los pájaros y los sapitos.
@Carlos LB: Como ya te dije, hay muchos indicadores. De hecho, no he visto ninguno en el cual Venezuela salga bien parada (a menos que sea la medida bobalicona esa de la «felicidad»). Acá, por ejemplo, tienes la correlación entre PIB y horas trabajadas:
http://en.wikipedia.org/wiki/List_of_countries_by_GDP_(PPP)_per_hour_worked
Claro que esto, en un país de economía rentista-petrolera, es tramposo. En todo caso, no sé si el venezolano sea «flojo» (la socióloga Maritza Montero tiene muchos estudios al respecto, en la UCV), lo que sí es obvio, con este o cualquier índice, es que si quieres ensamblar un carro o un teléfono móvil, es mejor, más rápido y menos costoso, hacerlo en otro lado.
Como decía Troll, muchas de estas cosas son culpa del gobierno. El que tengas que pararte a las 4am para hacer míseros 50km antes de ir a trabajar, y que esto te lleve *3 horas*, crea ciudadanos improductivos. Es por eso que, en el índice de competencia global, que toma en cuenta la infraestructura, las instituciones, la educación, la salud, la inovación y más (son 12 índices), estamos en el puesto 126, entre Nepal y la República de Kyrgyz, cuando Panamá esta de 40:
http://www3.weforum.org/docs/WEF_GlobalCompetitivenessReport_2012-13.pdf
(Página 13).
Porque claro, no es que seas «flojo», pero si tienes que llenar 40 papeles para importar materia prima, pero en Panamá son sólo 2; si tienes que sortear dólares al negro e inamovilidad laboral, es obvio que *nunca* podrás competir con alguien en Puerto Rico o Panamá tratando de hacer lo mismo.
Es por eso que la gente que quiere trabajar tranquilamente, abre sucursales de su café… En California:
http://www.coupacafe.com/ (El Arábica Café de los Palos Grandes).
@vinz: Entonces no es que seamos flojos, sino que no tenemos una buena infraestructura de vías ni de transporte públicos.
@Leo:
Ésto es lo que yo llamo sacarle punta a una bola de billar.
La escatofagiada viene de tu parte Leo. Cuando menciono lo de Caracas es Caracas, lo demás es monte y culebra, fue para ilustrar el hecho de mala planificación urbana. Yo misma vengo de un hueco que hay que zoomear varias veces en google antes de que aparezca en el mapa. No voy a comentar los centros de trabajo que tu mencionas porque no tengo información de primera mano.
Lo que me llama la atención es que si la cosa está tan buena en Venezuela, qué haces tú en Alemania?
Razón tenía una amiga que me comentó en una ocasión: Los chavistas más acérrimos no están en Venezuela. Vaya manera de ejercer la virtud!
Saludos cordiales
@Carlos LB: Es una lástima que hayas malinterpretado mi respuesta porque no hice referencia al viejo dicho en forma peyorativa sino haciendo alusión a la deficiente planificación urbana.
También es una lástima que un comentario que se emite sobre un tema, se perciba como un ataque personal. Seamos adultos.
Saludos
@Carlos LB: Depende de lo que entiendas por «flojo». Como te digo, sé que Maritza Montero ha estudiado el tema bastante. Porque para eso es la sociología, para generalizar; si alguien dice, «la mayoría de los suecos son altos», es tonto decir, «bueno, no todos, yo conozco uno que no». Obvio.
Igual pasa acá, no es que *todos* los brasileros sean tirones, ni los cubanos bailarines, ni las mexicanas, feas, ni los venezolanos, flojos.
En eso, no tengo la respuesta. Lo que sí te puedo decir es que, habiendo viajado un poco, un venezolano no le llega a los tobillos a un Sri Lankés trabajando en cocina, por ejemplo. O a un Sikh de taxista en New York. O a un africano en Europa. Sí, trabajan más, porque necesitan todo el dinero posible para mantener a la familia. Entonces, puede que no seamos «flojos», pero tampoco somos «trabajadores» como un italiano de la post-guerra, creo que eso está claro.
A ver, OK, no somos flojos ¿y qué? Igual tenemos una mierda de sociedad, una basura de estado, unas empresas privadas que se conforman con simplemente traficar, un gobierno que desestimula a las empresas para qué puedan agregar valora a sus productos, unos ciudadanos que se alegran cada vez que hacen un negocio de importación con el SICAD y que después señalan a los más humildes por pegarse en una misión. Y al final los tenemos a todos: los que aplauden cada vez que el gobierno pone un control que supuestamente los favorece (a cambio de desestimular la inversión o siplemente quebrar a otros) y los que saben que todo va mal pero no piensan hacer nada.
Pero lo importante es que no somos flojos y que Maduro es colombiano.
«Pero lo importante es que no somos flojos y que Maduro es colombiano.»
Se te olvidó el Ávila, la Gran Sabana, el Salto Ángel, los mejores grandeligas, las mujeres más bellas, las hallacas, el diablito, el cocosette y todas esas otras mariqueras de los que no saben ver más allá de su malparido ombligo chauvinista.
Valla que son flojos y creídos, se la creen que son los mejores y que se las saben de todas todas, pero no es así, y sus mujeres son hermosas claro que si ,aunque con ayuda del bisturí, porque de otro modo tienen un autoestima bajísimo y si no se ayudan de esa forma pues no sienten que valgan algo.