Dicen que todos los animales que mueren van al lado de San Francisco de Asís, no sé si será cierto. Quizá los animales que mueren van al cielo, o a un mundo sin humanos, es decir, el paraíso.
Quizá ahora, Cairo*, estás en una selva, asumiendo tu papel de rey, como debe ser, y no la caricatura de león que eras en esa jaula, por 11 años de tu vida.
Libre eres, imponente Cairo, que con sólo la muerte traspasaste esos barrotes.
Ahora sí eres rey.
*León del zoológico de los Chorros de Milla, de Mérida, muerto ayer.