En estos días estuve en un baño público y como casi todo el mundo ha hecho alguna vez en su vida, me detuve a leer un escrito que estaba en la pared que tenía a mi izquierda en uno de los cubículos del baño. El texto decía algo así como “¿Quiere agrandar su pene?, quiere satisfacer a su pareja? ¿Desea tener una mejor vida sexual?, llame a este número y ayúdelo a crecer de 2 a 8 centímetros, crezca con nosotros”, cuando leí este aviso obviamente solté una carcajada, los que estaban en ese momento en el baño pensarían que estoy loco, pero no lo pude evitar….¿en realidad alguien va a llamar para ese número? Y hasta una dirección de correo electrónico tenía.
Por su parte mi primo Carlos Castillo de Maracaibo expuso en mi muro: “por lo menos yo primo cada vez que c__o tengo que tener algo en la mano y a falta de teléfono, periódico, revista etc etc y con bolígrafo en mano, el no tener nada qué hacer domina. Y allá te va a escribir…”
Entonces aquí va agarrando forma la cosa, la gente lo hace con un propósito, ya sea de quemar ocio o simplemente de expresarse “Porque lo usan como un recurso de expresión, incluso pudiera ser considerado un medio de comunicación que utiliza el ciudadano común para denunciar, expresar o afirmar cualquier tema de su interés con el colectivo sabiendo que llamarán la atención de muchos”, me dijo la periodista Jean Marí Borjas.
En la gozadera de leer respuestas como “hey, lo más común es ‘En este humilde rincón hasta el más macho se baja el pantalón’», mi amiga Liliseth Palma, estudiante de comunicación social me colocó al pin: “Para mi, ya que lo he hecho, es para captar la atención de las personas. He notado que pequeños mensajes escritos en lugares así de concurridos llegan a obtener más atención e incluso se quedan grabados en nuestras cabezas con mayor facilidad y detenimiento, jejeje prácticamente son inolvidables”, ¿leyeron? Entonces ella me dijo que la frase que siempre coloca es “no confundas la libertad con el libertinaje”, porque era algo que ella misma quería que se le quedara grabada en su mente.
Ya aquí hay un propósito, el de comunicar algo, pero que ese mensaje sea aprendido, internado y asimilado por la misma persona.
Algo enredado, pero bueno, no pretendo servir de psicólogo social, pero si hacer ver que algo tan simple como un escrito en una pared de un baño pueda ser útil para la sociedad, o para al menos una persona, seguro cuando vean un escrito en alguna pared se recordarán de este artículo.
Rafael David Sulbarán
@rska