Muy bien, Dexter terminó. A diferencia de otros fanáticos de la serie, yo he estado esperando este momento desde hace un buen tiempo. Una de las cosas que más admiro en el negocio del entretenimiento es el que alguien sepa cuándo es el momento oportuno de retirarse y que lo haga con gracia. La tentación de sostener un producto solo porque resulta rentable, incluso cuando su calidad ha decaído, siempre es muy fuerte para los sujetos que toman las grandes decisiones en las cadenas de televisión. Por ello vemos tantas series que se caen a pedazos, pero el hecho de que sigan reventando los ratings las hace continuar sobre su propia miseria. Y ojo que no he dicho que este sea el caso de Dexter. Tampoco he dicho lo contrario. Por el momento estoy hablando generalidades. Pero empecemos a hablar de Dexter entonces.
Todos los que vimos la serie de principio a fin hemos tenido nuestros altibajos emocionales con la serie. Hemos pasado de ver temporadas que nos provocaban una terrible tensión, a ver otras que no tenían tanta fuerza. En la mayoría de los foros sobre la serie este es un tema que se repite. Aunque hay fanáticos que nunca han sentido el declive de la serie, la opinión más repetida es que la serie fue perdiendo calidad progresivamente. Yo soy de los que piensa de esa manera.
Pero hasta el momento, no encontraba formas de argumentar mi posición, pues todo se trataba de un asunto visceral. Se trataba de cómo, poco a poco, la serie pasó de revolverme el estómago por la ansiedad de saber qué iba a pasar, a revolverme el estómago por los daños irreparables que observaba en la trama y los personajes. Pasó de un cuadro casi perfecto basado en grupos de 4 capítulos, que me robaban el sueño desde el cuarto capítulo en adelante, a un cuadro desorganizado y sin norte que me hacía tensa la espera de que un capítulo acabara para irme a dormir. Como les digo, era algo más ligado a las sensaciones, que algo que pudiera contenerse con el intelecto.
En las primeras temporadas casi siempre ocurría que los 4 primeros capítulos planteaban la situación dramática de la temporada, y al término del cuarto se desataba el primer gran problema al que Dexter debía enfrentarse. Problema que era manejado entre el quinto y el octavo capítulo. Ya al final del octavo se entraba irremediablemente en el nudo de la historia. Y si eras de los que, como yo, veías la serie posterior a su emisión, con todos los capítulos en mano, de seguro tragabas los últimos 4 capítulos en una sola noche, pues la necesidad de saber se imponía sobre el sueño. Esto en algún momento dejó de pasar. O al menos a mí y a las personas con las que he tenido la oportunidad de conversar, además de muchas personas en los foros donde he entrado. Y yo siempre he creído entender por qué pasó esto, pero sentía que era algo que no podía terminar de asir hasta no ver el capítulo final de la serie, que he estado esperando desde la quinta temporada. Ahora que ha ocurrido, lo tengo todo más claro.
Antes de hacer esta reseña, he leído muchas otras de blogs especializados en Dexter, de blogs especializados en series o cine en general, y de simples aficionados, así como lo soy yo. De todas las reseñas que leí, una fue la que más me convenció en sus argumentos. Hablo de la que escribió juanm1905, del blog dehparadox. Allí él deja ver una de las transformaciones que sufrió la serie que más afectó la calidad de la trama. Se refiere al hecho de que en las primeras temporadas había un hilo conductor dramático de cada temporada, que se compaginaba con la posibilidad de que en cada capítulo muriera un personaje distinto. De modo que los escritores tenían que dividir el tiempo de cada episodio en hacer avanzar la trama general, y dar espacio para conocer a la nueva víctima, ver la cacería, y el posterior ritual de la muerte. Esto fue algo que dejó de hacerse en las últimas temporadas, pues solo existía básicamente la trama principal. De hecho, para entonces ya Dexter no asesinaba con la misma frecuencia de temporadas anteriores, y cuando lo hacía solía estar relacionado con los hilos que se desprendían de la trama principal. Ahora bien, ¿por qué ocurrió este cambio y por qué esto redujo de tal forma la calidad de la serie?
Este cambio ocurrió por una necesidad. Como recordarán los que vieron toda la serie, por lo general la trama de cada capítulo en las primeras temporadas guardaba relación con cierto aprendizaje emocional que iba haciendo Dexter en su camino como asesino y humano en formación. Ese aprendizaje casi siempre estaba ligado a las acciones o la psicología interna de la víctima de turno para el capítulo. De modo que mientras Dexter le investigaba, se iba contestando preguntas sobre sus dudas existenciales. Por dar un ejemplo rápido, recordemos el quinto episodio de la primera temporada («Love American Style«), donde Dexter mata a una pareja que asesina a inmigrantes cubanos que no pagan cierta cuota por ellos exigida. Al final, acecharles y asesinarles le ayuda a reflexionar acerca de la artificialidad de su relación con Rita. Esto ocurre en la mayoría de los casos, y en casi todos ellos con un buen nivel de calidad y ensamblaje guionístico.
Pero forzar este tipo de relaciones entre víctimas y aprendizaje emocional es algo difícil de hacer durante demasiados capítulos. Ante el cansancio de los escritores, que probablemente empezaron a declinar en la calidad de sus ideas para la víctima de turno, se enfrentaron a una disyuntiva que solo se podía resolver de dos maneras. O mantenían la relación de una víctima por capítulo, pero no asociaban a tal víctima con ningún aprendizaje emocional de Dexter (por aquello de darle menos trabajo a los cansados guionistas) o eliminaban por completo el argumento de una víctima de turno por cada capítulo. Como es evidente, los productores se decantaron por la segunda opción. ¿Y qué ocurrió después de eso? Habían demasiados minutos libres por capítulo y los guionistas no sabían que hacer con ellos. Ese fue el principio del fin de Dexter.
Una vez se elimina el argumento de la víctima de turno, empiezan a tratar de rellenar la serie con tramas secundarias, no siempre muy acertadas . Pero lo de la víctima de turno no es lo único que se eliminó. También se eliminan los flashbacks a la infancia y adolescencia de Dexter. De hecho esto se elimina antes que las víctimas de turno, aunque se sustituye con la alucinación de Harry, que siempre me pareció tan artificial, y que tan pocas veces, a mi forma de ver, resultó acertada y necesaria para la trama. Siempre consideré a Harry un intento de explicarnos la serie como a prueba de bobos, y eso me molestaba. Pero así como se eliminaron las víctimas de turno y los flashbacks, terminan incluso por eliminar la vida familiar de Dexter, cuando, tras la muerte de Rita, los abuelos «deciden» hacerle la vida fácil a Dexter, llevándose lejos a Astor y Cody. Y pongo entre comillas ese «deciden», porque es evidente que esta fue una decisión de los guionistas para dejarle el camino libre a Dexter, pues no querían complicarse demasiado alternando la trama del asesino con la del padre viudo. Y esto se nota hasta en la aparición de la fastidiosísima niñera para Harrison, que en la siguiente temporada reaparece (forzadamente) en la figura de Jamie, una hermana de Ángel de la que nunca supimos y que de pronto vive junto a Dexter. No hace falta saber demasiado cómo se mueven las cosas dentro de la producción de una serie para saber que lo que se intentaba era eliminar por completo al antiguo Dexter, ese hombre multitarea, que no defraudaba a nadie, pues llevaba bien su trabajo, sus asesinatos, su familia, su máscara, e incluso le quedaba tiempo para tener un proyecto a largo plazo, que era la trama principal de la temporada. En lo que se convirtió luego de todos estos cambios fue en un Dexter errático, que incumplía con su trabajo, con sus reponsabilidades como padre, como hermano y empezaba a dar traspiés como asesino.
Pero no quiero que se malinterprete lo que he dicho hasta ahora. Está muy bien que Dexter empezara a tener traspiés, está bien que empezara a decepcionar a algunas de sus personas cercanas. Está genial que perdiera a Rita. Como espectador sufrí su muerte, pero entendí que era una decisión inteligente para generar drama, aunque luego no se le hiciera justicia en las demás temporadas. Entiendo también que eliminaran los flashback y las víctimas de turno antes de que empezaran a aburrir o volverse predecibles. Incluso podría aceptar la presencia de Harry, como representación del oscuro pasajero de Dexter. El problema aquí no es de forma, sino de fondo. El problema es que detrás de todo esto, se notaban demasiado las manos de un grupo de guionistas que trataban de llevar la trama hacia algún lugar específico. Lo genial que tienen las primeras 4 temporadas de Dexter (incluyendo la tercera, que me parece la peor de las primeras 4), es que no te da chance de pensar que estás viendo una obra de ficción. No te da chance de pensar que detrás de ese hombre que asesina hay una maquinaria televisiva. Todo se siente natural. Pero en cierto punto se pueden empezar a ver las costuras. En cierto punto, la serie te obliga a darte cuenta que Dexter no es real, y que su devenir no será el natural y lógico para su personaje, sino el que otros le decidirán, de acuerdo a las urgencias del momento. Como dije antes, cuando dejaron a Dexter sin su máscara, sin su vida familiar, empezó el inicio del final.
Y justo como lo menciona juanm1905 en su reseña, yo también pienso que fue una decisión inteligente el que Rita muriera, y que más tarde Debra descubriera a Dexter. Lo que pasa es que todas estas cosas no se sincronizaron de manera correcta, y se mezclaron con demasiado relleno innecesario y de pobre calidad. Dexter pudo haber tenido, perfectamente 6 temporadas y haber logrado entre todas ellas alzarse como una de las mejores series de la historia, con una trama sólida y sostenida de principio a fin. No pretendo decir que yo hubiera escrito mejor el resto de la serie si la responsabilidad hubiera estado en mí, pero sí les expreso mi humilde opinión de cómo creo que todo hubiera estado mucho mejor.
De la primera a la cuarta temporada no cambiaría nada, aun cuando ya dije que no soy fanático de la tercera y toda la trama de Miguel Prado, y Dexter tratando de hacer un amigo. Pero para no entrar en demasiados detalles, diría que no cambio nada en ese trayecto. Ya luego la quinta temporada, la dejaría casi idéntica, con una sola diferencia. Cuando Debra encuentra a Lumen y Dexter, tras ese plástico que le impide verlos, toma la decisión de dejarlos libres, justo como pasa en la temporada original. Pero luego, antes de irse, se arrepiente (o simplemente se regresa para ver a quiénes está ayudando), y descubre que se trataba de su hermano. Así nos ahorramos, por completo a la sexta temporada, que a mi juicio no tiene nada de valor, salvo la estética de los asesinatos del Asesino del Juicio Final. Luego nos quedaría una última temporada, la final, para cerrar con broche de oro. Allí se podían comprimir la sexta y séptima temporada juntas. Nos ahorramos a la innecesaria Dra. Vogel, a su hijo, a todo el concepto de un nuevo creador del Código de Harry, e incluso a toda la trama que involucra a Hanna, personaje que me parece que fue creado únicamente por esa necesidad de Showtime de mostrar mujeres desnudas o semidesnudas en cada una de sus series. Me quedaría con la trama de Isaak Sirko, uno de los personajes que más adoré de toda la serie, a pesar de no haber disfrutado la temporada en que apareció, y enredaría mucho más todo esto de la mafia ucraniana, para que por sí misma pudiera sostener toda la trama central de la temporada, aunque mejorando la base del asesinato del novio de Isaak y eliminando el argumento de la novia stripper de Quinn, que es simplemente relleno siliconado del malo. Si se suma esto al drama de Debra tratando de asimilar la verdad sobre su hermano, LaGuerta tras la pista de Dexter y Debra asesinándola, se tendría una temporada explosiva. Debra asesina a LaGuerta a mitad o dos tercios de la temporada, y el resto del tiempo vemos a un Batista en duelo, tratando de descubrir la verdad y terminando tras los pasos de Dexter. Allí, si los productores lo deseaban, podían generar las condiciones para un final idéntico. Dexter arropa su humanidad, al darse cuenta cuánto daño hace a todos los que quiere. Decide dejar de matar a su última víctima, pues no necesita hacerlo, mata por amor y compasión a Debra, que ha recibido algún disparo mortal, deja a Harrison junto a sus hermanos y sus abuelos, finge su muerte, y reaparece para el epílogo como un leñador triste y solitario. Listo. Seis temporadas, con mucho ahorro de rellenos innecesarios. Y si en las dos últimas buscaran la forma de que Dexter mantuviera las responsabilidades de su paternidad, tanto de Harrison como de sus hijos adoptivos, no solo reforzarían mucho más el concepto de un Dexter que entiende la importancia de ser un buen padre (natural por su pasado de hijo adoptivo), sino que tendrían menos espacio para tramas innecesarias. Así, dudo que la serie hubiera tenido espacio para tantos traspiés.
¿Cuál fue el problema de Dexter entonces? Su problema fue no saber detectar el agotamiento del guion a tiempo. El que los flashbacks y las víctimas de turno no se pudieran sostener sin empezar a aburrir, debió entenderse como una señal de que la serie se estaba agotando. Productores preocupados por la calidad y no por el dinero hubieran empezado a planificar una retirada magistral cuando el trabajo empezó a resultar complicado para los guionistas. Pero esto no pasó. Se trató de enmendar el fallo de una y mil formas y el resultado ya se ha visto. Una serie que terminó siendo el despojo de su grandeza, pero que nunca dejó de vender por fanáticos como yo, que había por millones, que no podían dejar de ver la serie, por más malestar que le generase, hasta que no llegara a su final.
Pero esto nos devuelve al punto de partida. Empecé esta reseña hablando de aquellas series que se extienden indefinidamente solo por ser rentables, y de cuánto despreciaba esto, y apreciaba lo contrario. Entonces, ¿Dexter entra en el primero o el segundo grupo? Decir que entra en el segundo sería mentir, pero decir que entra en el primero también. Recordemos que al final de la séptima temporada se había firmado contrato por dos temporadas más, y de pronto, a mitad de camino, se decidió que la octava sería la última temporada. A mí esto me hace pensar en que, al menos al final, sentaron cabeza, y se dieron cuenta que era hora de partir. Aunque igual, los rumores de que vendrá una spin-off de la serie no han parado de sonar, y en Showtime han sido inteligentes en no afirmar ni negar esta posibilidad. Pero, ¿es inteligente la idea de una spin-off o es solo la continuación de ese peligroso afán de seguir sacando dinero de la franquicia? De eso hablo en otro artículo. Por ahora toca cerrar este, con el que me he extendido mucho más de lo que suelo permitir en mi blog.
¿Cuál es mi impresión final de Dexter? No podría decir que es negativa. Dexter representa muchas horas de felicidad de mi vida, pues fue una serie genial (que por tiempos se disputó el primer lugar en mi Top 5 de series favoritas), a la que siempre guardaré en mi memoria con afecto y otras emociones encontradas. Las horas de sueño perdidas por Dexter (incluso cuando volvía a ver viejas temporadas) son de aquellas horas de sueño que vale la pena perder. Pero me sigue resultando lastimoso que al final deba decir que esta serie no termina de entrar en mi Top 5, y probablemente tampoco en mi Top 10, por las malas decisiones del final. Me quedo con el recuerdo de uno de los mejores intros de series que he visto en mi vida, y que vi completo, no solo las 96 veces oficiales, sino muchas de las veces que repetí temporadas. Me llevo todos los buenos y malos recuerdos, y como es lo habitual, con el pasar del tiempo iré olvidando lo malo y encariñándome más con lo bueno.
¿Lo mejor de todo? Ahora sí me puedo dar permiso de leer los libros de Jeff Lindsay; cosa que he querido hacer desde la primera temporada, pero que nunca terminé de atreverme a hacer, por temor de conseguirme con un spoiler, o terminar de arruinar mi experiencia viendo la serie. Y a ustedes, ¿qué tal les pareció la temporada final y el resto de la serie? Espero sus comentarios.
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