Hace unos días publiqué por este medio un post titulado “Oscar García Mendoza y el Club del Mercado Negro” http://li.co.ve/oyP . Pocos minutos después de publicar, empezaron a llegar comentarios defendiendo al controversial banquero y sus operaciones cambiarias. Particularmente no apoyo el delito venga de donde venga. Se me ha señalado de Chavista y Bolichico simplemente por expresar públicamente mi opinión acerca de un banquero y una institución con un amplio historial de corrupción y manipulación del sistema financiero para enriquecerse. Como mi visión de país está muy clara y me encantan los retos, he decidido hacer este nuevo post para profundizar un poco más en el tema. Mi intención es exponer que si bien es cierto, el mercado negro es un mal necesario, aquellos que deciden hacer lucro con este delito son nocivos para la situación del país y nunca pueden terminar bien, con la esperanza que aquellos que consideran que el este delito debe ser socialmente aceptable abran los ojos y se den cuenta que están siendo cómplices de una estructura perversa, que sirve únicamente para hacer infinitamente ricos a unos pocos y empobrecer aún más a los que nos ganamos la vida decentemente.Como dijo uno en los comentarios: «El problema económico de Venezuela se resuelve con VOTOS!»
Tengo una prima que vive en Valencia desde hace seis años, esta mañana conversaba con ella sobre mi publicación y me dice que actualmente allá, el tema que está más en voga es el escándalo de los negocios del Alcalde Edgardo Parra y su hijo del mismo nombre. Resulta ser que el socio principal del joven chavista es un bolichico de nombre Javier Amezqueta, que es precisamente el yerno de Rafael Alfonzo Hernández, Director principal del tan mantuano Banco Venezolano de Crédito, presidente de CEDICE e íntimo amigo y socio de Oscar García Mendoza.
Ya circulan por las redes sociales fotos como esta, en las cuales se aprecian rumbeando a Amezqueta, Parra y la hija del Alfonzo, el vocero de la verdad y la moral.
En esta otra foto se ve Amezqueta en su cumpleaños junto con la primera Dama de Valencia y el conde del Guacharo a quien parece que contrataban regularmente para echar chistes en eventos privados como este con el dinero de todos los valencianos.
Según me explican, este joven Amezqueta, sin ningún tipo de experiencia en el área de la construcción, de la noche a la mañana monto una empresa de nombre COMANVALCA FJC 2021 C.A. (era realmente necesario colocarle el 2021????). Según consta en los archivos públicos del Registro Nacional de Contratistas (RNC), la compañía la compañía aparece con UN (1) solo empleado!!!! O sea el, aún así fue beneficiada con contratos para la construcción de viviendas de interés social, ventas de maquinaria de construcción, ventas de materiales de construcción, camionetas, construcción de canchas deportivas y pare usted de contar. Todo esto en tan solo 3 años. Contratos que posteriormente intermediaba y subcontrataba, quedandose con una deliciosa tajada del negocio.
Ustedes se preguntaran, que tiene que ver esta bonita amistad con la operación de mercado negro del BCV? Pues bien, los Valencianos rumoran que como la Alcaldía no dispone de un presupuesto en dólares, los muchachos se aprovecharon de la relación familiar de Amezqueta para ganar acceso a la estructura cambiaria del Banco de su suegro y así poder blanquear sin problema alguno las comisiones del Sr. Alcalde y su hijo. O sea, Edgardo Parra hijo otorgaba innumerables contratos con sobreprecios absurdos al yerno de Alfonzo, quien transformaba las ganancias de Bolívares a Dólares mediante la estructura del Banco Venezolano de Crédito y una vez que recibía los Dólares en sus cuentas del extranjero, repartía la parte del botín de los Parra según se le instruyera. Interesante no?
Es entonces coincidencia que el Amezqueta y el bolichico de mi último post, Jesus Sahagun, se hayan vuelto millonarios en tiempos de revolución? Qué es lo que ocurre en las familias de la directiva del Banco Venezolano de Crédito? En mi humilde opinión, la raíz de estos casos de corrupción está en las acciones de sus yernos.
Me explico, no es difícil imaginar a los bolichicos Amezqueta y Sahagun llegar a un entorno familiar lleno de fortunas y excentricidades y querer comerse un pedazo del pastel. Sabiendo que la proveniencia de esas fortunas son del mercado negro sus esposas, no pueden tener argumentos para reprocharles actividades de este tipo, con lo cual no hay un castigo familiar ni social que les quite el sueño en las noches. Estos dos jóvenes simplemente se aprovecharon de la estructura cambiaria y estatus social de sus suegros para amasar fortuna y recibir los aplausos de su círculo social en el proceso, como no, si es que la ganancia cambiaria de las operaciones queda también en la familia… y como dice el dicho…. Familia que roba unida, permanece unida.
PD: Converse con mi suegro sobre el negocio de la arepera que me había propuesto años atrás, me propuso buscar un crédito, cuando le explique las tasas de préstamo del BVC están en 24% se cago de la risa…. No me jodas! Definitavamente banquero no es gente.