¡Sigue la Revolución! ¡Sus hijos siguen y Chávez vive!
Orgullosos nos congregamos en plazas y avenidas a… a…! a……….. A, estem, ¡compartir la lucha!
A pesar de todo, estos inmóviles no son sino la oposición con el gobierno jalándole bolas. Que tristes los ideólogos de la estasis, voceros de la revolución y el reaccionismo del más allá. Me provoca matarlos a todos, pero eso sería satisfacerlos demasiado.
No, yo seré cruel. Seré el más cruel de todos, el sádico entre sádicos: el galán del masoquismo. Les enseñaré lo que piden, y los veré escurrirse como pulpos malsanos. No me dan lástima los pobres ni miedo los ricos, no me intriga la muerte ni me asusta el poder. No me verán desnudo sino cuando quieran verme vestido, y cuando me vista seré más ridículo que ellos, que ustedes, para que en diez años se despierten de un sueño tan cruel como yo y pase por sus tardías mentes «¡Que horror y asco mi suerte! ¡El suicidio ni siquiera empezaría a cubrir mi pena…!»