“En nombre de la coyuntura” o como la misma es la ‘Revolución Bolivariana’ de la MUD. El articulo apunta, tal y como el titulo alternativo lo señala, a una crítica al manejo que le ha dado la Mesa de la Unidad democrática a lo se ha entendido como “coyuntura” y como ésta, al igual que la Revolución Bolivariana del PSUV, ha servido para cumplir o justificar una infinidad de medidas.
La vía más útil que ha encontrado la MUD para justificar medidas que nada tienen de democráticas ha sido justificarlas bajo la supuesta “coyuntura”. Coyuntura que permite delegar en el candidato eterno, Henrique Capriles, un poder de decisión similar al que han tenido figuras relevantes de su principal rival, el PSUV. Y es que la coyuntura ha sido, hasta ahora, su mecanismo más eficiente.
“Hemos decidido expulsar a … de nuestras filas, porque en una coyuntura como la que hoy atravesamos, la disidencia no tiene espacio en nuestro proyecto”. Frase que, si bien no es tomada de manera textual, ha salido de la boca de más de un líder de partido en más de una oportunidad desde que la coyuntura se instaló en el país. El motivo de esto no es analizar la existencia o no de dicha coyuntura (cosa que no pongo en duda), lo nodal de esto es ¿la MUD asume medidas poco (o nada) democráticas para llegar una democracia? Y de eso se desprende ¿justifica la coyuntura la exclusión forzada que aplica la MUD?.
Vamos por partes. Como su nombre, sus declaraciones y documentos afirman, la MUD ha asumido como tarea canalizar a la población opositora hacia la construcción o recuperación de la democracia en el país. Como suele ocurrir, en el papel todo parece excelente, pero en la realidad se lleva a cabo de manera diferente. Al parecer, dentro de la MUD se aplican medidas que de democráticas no tienen mucho, sobra la información (por vías usuales y las que implican discreción) que son pocos los partidos y a su vez pocos los actores que toman decisiones, el resto se apega a esta decisión. Al mejor estilo de la democracia participativa: ”…los aquí reunidos hemos decidido participarles que las acciones son las siguientes…” .
En la MUD se castiga la disidencia con la expulsión. Cualquier indicio de pluralismo en una zona complicada amerita el destierro y la condena de quienes integran la coalición. El pluralismo es considerado como una muestra clara de una alianza con el polo contrario, ¿o no dijeron que Antonio Ecarri era el candidato de Diosdado? Si desconfía de la afirmación, y que bueno que lo hace, revise la prensa escrita, las publicaciones de Prodavinci y las declaraciones de los principales dirigentes de la Mesa. Formando democracia a punta de exclusión.
Mas allá de los estatutos internos y las medidas disciplinarias que estos puedan comprender, parte de la creación de una alternativa que busca perfilarse como verdaderamente democrática es la aceptación de diferencias a lo interno, pero desde que Stalin mató a Trostky y se hizo con la Unión Soviética el método de la comprensión cayó en desuso (sin ánimos de defender a ninguno de los dos).
Las similitudes con su contrario resultan increíbles, cada William Ojeda tiene una María Aranguren, un Henri Falcón. Pero quizá esos no son los peores, peores son esos que por sus buenas referencias y buen trabajo en la Unidad son aceptados como candidatos sin el más mínimo reparo en todo el daño que llegaron a causar en una época. Así como aceptaron a Ismael “Maisanta” García también pudieron haber aceptado a Luis Tascón si hubiese decidido que su camino ya no era con Maduro, total, aquí todos son bien recibidos.
Analicemos un poco a la MUD hacia lo externo ahora. La misma exclusión y el mismo castigo que se produce a lo interno es replicado esta vez hacia lo externo, hacia aquellos que no se sienten del todo identificados con la MUD, con aquellos que creen y confían en esa oposición fuera de la MUD (sean de la tendencia que sean, por las razones que sea), y que, estando seguros de que no respaldarán al gobierno tampoco respaldarán a la MUD.
En vez del Venezuela Somos Todos el slogan de campaña de la MUD pudo ser Si no están con la Unidad están con el Gobierno sin mayor problema. La frase fue repetida hasta el cansancio por integrantes de la Mesa de todos los niveles, por artistas y personalidades allegadas, por Mudistas y Caprilibers y por último, por el mismo Capriles en varias oportunidades, todo respaldado por “la coyuntura”. Naturalmente el chavismo jugó, juega y jugará una lista parecida, ya en una oportunidad Maduro aseguró que ya sabía quiénes habían dejado de votar para las elecciones de abril.
Perfilarse como alternativa a lo actual implica proponer algo diferente, demostrar que lo que se hace ahora debe ser superado para dar paso ahora al siguiente nivel, donde las diferencias serán respetadas y la individualidad de pensamiento deberá ser respetada. Las épocas de dictadura (autocráticas o de la mayoría) nos enseñan lo importante que es el respeto y la participación. En unos años entenderemos que ni la MUD ni el PSUV nos ofrecen eso.
A pocas horas de las tan anunciadas elecciones municipales abundan las proclamas “Quien no vote no entiende lo que implica la Revolución/coyuntura por la que atravesamos”, “Todo el que se precie a sí mismo y se llame a sí mismo venezolano saldrá a votar para defender la Revolución (o en su variante) … sabe que atravesamos por una coyuntura la cual requiere el voto de todos”.
Mi intención no es decirle por quien votar, ni siquiera me atrevo a decirle que lo haga o deje de hacerlo, si verdaderamente vale la pena o no, solo lo invito a que reflexione y piense si estos son los dirigentes en los que debemos depositar nuestra confianza para que canalicen nuestras exigencias. Si los pusimos ahí, estamos en nuestro legítimo derecho a exigirles, a tomar un papel activo dentro de la vida política.
Entonces, ¿todavía vamos a creer en eso de la Revolución/coyuntura?