panfletonegro

Elecciones… Otra vez…

/home/depr002/panfletonegro.com/v/wp-content/themes/panfleto2019/images/random/depr_27.jpg

Mañana se convertirá en el día de una nueva elección, como siempre, las redes sociales están plagadas de mensajes edificantes, llamados a la conciencia, al «yo lo haré’, al «es tú obligación», al «no hay reclamos si no votas».

Es todo tan simple? Votar y ya? Creo que el fondo sabemos que no, creo también que merece una reflexión más profunda.

Vi estos últimos días (he de confesar que con poca extrañeza) una campaña febril, por momentos irreal – no por nada García Márquez le atribuyó a latinoamérica esa capacidad de mimetizar la realidad con la magia, lo que no es pero parece – cualquiera que presenciara estas elecciones fuera de contexto inclusive podría concluir con certeza que serán reñidas pero justas.

No están reñidas, ni son justas.

Por un lado estamos viviendo lo que en teoría política se considera la evolución histórica de los totalitarismos, el llamado «autoritarismo competitivo» que no es más que un totalitarismo adecuado al siglo XXI, que conserva las formas democráticas pero que en el fondo no lo es, todos saben que no lo es, pero no existen los hechos indiscutibles que lo denuncien como tal. (Por ejemplo, no hay supresión de las elecciones, ni de la libertad de expresión, aunque el ventajismo sea innegable, aunque la censura sea tácita)

Por otro lado la «oposición» lucha por mantenerse a flote ante una arremetida que para ellos era inesperada, lo que predecían no ocurrió, el mal llamado «chavismo» no se desvaneció con su líder, por el contrario, lo que antes Chávez llenaba con su carisma ahora otros lo llenan con actos que, sin tomar en cuenta su efectividad o cordura, son acciones a fin de cuentas y de ellas se nutre nuestra idiosincrasia (no se buscan soluciones solo queremos que alguien – otro – haga algo y lo haga ya). El grito de FRAUDE de unos meses atrás solo sirvió para caldear los ánimos por unos días, ahora a las puertas de nuevas elecciones nos enfrentamos a una paradoja: elecciones ante los mismos funcionarios que presuntamente robaron las elecciones anteriores? Antes se hizo fraude y ahora no lo lograrán? Cómo? Qué cambió?

Qué hacer? Votar vale la pena?

Seré honesto. Particularmente iré a votar, es una elección que tengo, un derecho que pienso ejercer, no porque con ello crea que las cosas serán diferentes, lo haré porque siento que es una responsabilidad cívica, tanto como lo sería botar la basura en un cesto o pagar los impuestos, realmente la elección de mañana políticamente no cambia nada pues los que están en el poder no lo permitirán, simple y llano, aún en mi opinión no hemos llegado a las condiciones políticas y sociales necesarias para ello (haría falta horas, escribir como para un ensayo entero y un whisky doble para entrar en los detalles precisos).

Debes tú votar? Vale la pena molestarse?

Es una decisión difícil, no elegir también es una elección, la abstención por un lado es un espaldarazo a un sistema en el que no estamos de acuerdo pero también implica una crítica a quienes en una campaña – desde mi punto de vista – edulcorada a más no poder, blanda y sin un programa de acción concreto (no, criticar al gobierno 24 horas al día, hacer chismes en Twitter sobre política no es un programa de gobierno, ni de acción, ni ideológico, ni nada, son solo eso, críticas y chismes) no han entendido la realidad política y social de su propio país, en Venezuela las mayorías se mueven por deseos viscerales, no por decisiones racionales (el éxito de Pepsi cuando en el mundo dominaba CocaCola, el de BlackBerry cuando el mundo usaba iPhone, el de votar por una reina de belleza o un militar golpista lo demuestran).

Creo a final de cuentas que el ir a votar o no hacerlo constituye un grito desesperado de una población que, ante la falta de otras armas, usará su acción o su inacción para decirle al mundo que hay unos que usando su libertad solo pretenden quitársela.

Salir de la versión móvil