Tu Conuco Cultural

Amigo campesino, te presento la foto de un conuco.
Los conucos son unidades productivas, de pequeña y mediana escala, heredadas de nuestros ancestros.
Hay uno en cada caserio del interior desde la época de la colonia y la independencia.
Con el transcurso de los años, los gobiernos pasan pero los conucos quedan.
Pero hoy, amigo campesino, te quiero hablar de un conuco muy especial: nuestro conuco cultural, desplegado a lo largo y ancho del país en diferentes formas y tamaños, dependiendo del dueño, el partido financista, la relación o no con el gobierno.
Cinco características tienen los conucos culturales de Venezuela. Procedo a señalártelas:

5) Se manejan como plantaciones, puertas adentro. La disidencia se paga caro y la lealtad rinde dividendos a futuro. De arriba hacia abajo, todos bailan al son de la misma música.
4) Aunque no se lo propongan, terminan convirtiéndose en roscas dulces, donde solo admiten a los de su grupo. Les encanta reunirse, premiarse, escucharse y elogiarse entre ellos. Los críticos van para afuera, son considerados enemigos. Les cuesta mucho integrar a personajes diferentes o ajenas al cogollo. Remedan sin querer el sectarismo de la juventud AD, de las misiones rojas rojitas. Es una manera de apartheid.
3) Por tanto, acaban repitiendo sus ofertas. Hacen el esfuerzo por lucir distintos, por remozarse. Pero el esfuerzo es en vano. Sus salidas tienden a ser predecibles, como las imágenes de sus promotores.
2) Les interesa extender y ampliar sus redes, para garantizar su dominio.
1) Caen en prácticas nepóticas y clientelares caducas, implantadas de la época de Juan Vicente Gómez. Es nuestro paisaje habitual. Una especie de quilombo incestuoso. Casi una enfermedad, como aquella extraña lepra descubierta en La Colonia Tovar, debido a la cantidad de relaciones entre primos, hermanos y nietos de un determino origen sanguíneo.
Te invito a encontrarle un remedio, una cura.
Es un peste bubónica con olor a atraso.
No la imites.