Ese es el saco a donde van la mayoría de causas de divorcio… “diferencias irreconciliables”, inespecifico pero aún así lo suficientemente explicativo para una disolución. En nuestro país se presenta la misma situación. Dos realidades, inconexas, bajo el mismo territorio, con mucho en común pero con el peso de lo distinto que no puede obviarse casi en ningún momento. Llegamos a este punto tras muchos años de intentos fallidos de conciliar… fallidos desde los cimientos por la incomprensión bilateral.
Y ahora qué hacemos? a dónde vamos? no podemos vender los bienes comunes y vivir separados. No podemos olvidar al otro para continuar el camino como en las rupturas amorosas. Nos vemos obligados a convivir diariamente aún cuando muchos nos encerramos y autocastigamos en casa, para evitar males irreparables. Simplemente estamos en un juego “trancado”, donde dos países no tienen cabida en un mismo territorio.
Lo que ha pasado desde el miércoles no es más que un síntoma de lo enfermo que se encuentra el país, de lo asfixiante del día a día. Muchos cansados de la inseguridad, la inflación, el miedo, el ataque a los medios, a los trabajadores, a los empresarios y propietarios, mientras otros, conformes, felices, por las dádivas gubernamentales, los mercales y sus colas infinitas, el “lenguaje de calle” en cada intervención pública del gobierno, identificados, al fin, con el poder.
Escuchaba un programa de radio donde un usuario enviaba un mensaje tipo “en mi familia somos 6, ninguno trabaja y vivimos de las becas del gobierno”… qué puedo decir? en mi mundo la gente debe trabajar, para mantenerse económica y socialmente estable, para sentirse útil, para aportar a la humanidad lo que esta a su mano! En otro, entrevistaban a una “compatriota” que comentaba que gracias a Mercal tenemos pollos “baratos” que son los mismos que la gente “rica” se come en los restaurantes del “Este”, y que los “burguesitos” deberían saberlo….. Cómo puedo conciliar esto con lo aprendido durante toda mi vida en MI Venezuela, herencia de padres trabajadores, con una educación que, aún cuando me honra y me ha conducido al ahora, no se corresponde con el panorama selvático, de viveza, chabacanería, vulgaridad y mediocridad que se vive hoy.
Cómo comprender a quien piensa tan diferente que es capaz de atentar contra otro y arrebatarle los sueños, las esperanzas y la vida? cómo entender a quien sale dispuesto a matar por un objeto, por una mirada, por un gesto… por ser distinto, por representar la realidad que tanto odia por no ser la que le toco vivir? Cómo justificar? cómo mediar? cómo seguir adelante?
Lo ocurrido estas últimas horas es una verguenza nacional e histórica. Jovenes fallecidos en SU día, por salir a la calle con las manos y rostros pintados, con pancartas, con silbatos, con gritos. Nada más. Merece la muerte quien escribe consignas en una hoja de papel? quién grita lo que piensa? quien camina en grupo?
Cuál de todas es la causa para estos homicidios??? su juventud? su aspecto? sus voces? el grupo al que representan? el pensar diferente? Imposible de comprender, menos aún, de apoyar.
Entonces cuál es el objetivo? exterminar a uno de los grupos para que el otro viva en el territorio conquistado? como algo tribal, de poblaciones no muy avanzadas, aun en el siglo XXI? aniquilar las ideas, pensamientos y derechos de un grupo para que la desesperanza los absorba y los otros gocen de la miseria y mediocridad?
No lo comprendo. Podría pensar y escribir infinitamente, de lo dicho diariamente por pacientes y compañeros, de ambas realidades. A veces siento que el mío ya es un 3er país, uno que definitivamente no puede estar en la calle. Un país que no tiene lugar físico ni aquí ni en la diáspora. Un país que ya no volverá.
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