Vigila por dónde te decantas. Siempre puedes equivocarte. Aprende a olfatear el error y apúrate a reconocer cuándo te equivocas. No lo dejes para más tarde. Nunca te pongas en una situación en la que tengas que justificar un asesinato.
Vigila por dónde te decantas. Siempre puedes equivocarte. Aprende a olfatear el error y apúrate a reconocer cuándo te equivocas. No lo dejes para más tarde. Nunca te pongas en una situación en la que tengas que justificar un asesinato.