Autor: Prof. Jorge Luis Aray Aguilera.
Twitter: @JoeSpqr
EL POR QUÉ:
Ante el ambiente enrarecido en la palestra política y social he decidido redactar unas cuantas palabras para llegar lo más cerca posible a un análisis que ilumine un poco, principalmente mi mente, y a los pocos que quieran leer estas atrevidas líneas. Iniciemos con quiénes son los protagonistas de este momento y en que ambiente se desenvuelven, para luego pasar a los eventos resultantes y el análisis que se pueda construir.
LOS PERSONAJES:
Desde el 12 de febrero, incluso antes en algunos lugares del interior del país como Mérida y Táchira, iniciaron elementos que han ido dirigiendo todo hacia este laberinto del Fauno en el que hemos caído vertiginosamente. Por un lado tenemos la lucha estudiantil que renació de aquella experiencia que heredó alcaldes, diputados, concejales y demás puestos que la oposición ha logrado tomar en elecciones nacionales recientes. Y por otro el crecimiento de líderes opositores de larga data en la lucha política venezolana como María Corina Machado, Antonio Ledezma y el nuevo rostro de la fuerza opositora: Leopoldo López.
En contraposición a todos estos mencionados están los personeros de la Revolución: Diosdado Cabello, Nicolás Maduro y me atrevería a meter en este saco a Rafael Ramírez. Especificar qué hace cada uno es verdaderamente difícil puesto que Cabello parece ser el dueño del cetro del poder, pero en realidad es un diputado que preside la Asamblea Nacional; Rafael Ramírez es el presidente de PDVSA y vicepresidente de la economía, es decir el administrador de la «caja chica» del PSUV; y Nicolás Maduro es el «Presidente» de Venezuela, pero parece que es solo lo primero: Nicolás Maduro y ya.
LAS BASES:
¿Qué ha pasado en estos días?, pues es difícil hacer una línea del tiempo de los eventos desde el 23 de enero del 2014 hasta el día de hoy, porque la lucha eterna entre oposición vs. chavismo se mezcló con exigencias (legítimas) de los estudiantes más el agotamiento de la sociedad civil que no soporta la ineficiencia e incluso estulticia forma en que el gobierno nos ha hundido: escasez de alimentos, medicinas y repuestos de todo tipo; inseguridad escandalosa y casi muerta justicia, corrupción desmedida, devaluaciones continuas mal disimuladas y en conjunto a esto último la aparente desaparición de las divisas para la industria privada.
También hay que agregar que ambas bases políticas enfrentadas han cambiado increíblemente, y aquí entra un personaje que ha marcado el camino desde el 2012: Henrique Capriles. Me atrevo a agregarlo pues fue él (para los que tienen mala memoria) quien unió a los opositores completamente y, con mayores méritos aún, ha logrado cambiar a muchos adeptos del gobierno en su forma de pensar e incluso impulsar «saltos de talanquera» para ser nuevos opositores al gobierno que fundó y dejó él difunto Hugo Chávez.
Entonces para quizás acercarse a entender lo que ocurre es necesario comprender que la realidad política NO es la misma que en los años de Chávez en Miraflores, porque la oposición ha logrado perforar en la mentalidad chavista y modificarla significativamente dejando el panorama político para Maduro (?) en contrasentido en aceptación, y sobretodo en tolerancia hacia los errores del gobierno central, es decir se ha perdido la fe en la Revolución Bolivariana en gran medida.
Dentro de toda esta pelotera entre gobierno y oposición pareciera que el oficialismo no quiere poner de su parte para ayudarse a mantener su barco a flote, porque si pensábamos que los errores mencionados anteriormente eran suficientes para crear una inestabilidad, hay que sumar la brutalidad en la represión a las manifestaciones de los estudiantes quienes marchan con fines pacíficos en todo el territorio nacional (aspecto que no ocurría ya que Caracas era el foco de casi toda protesta contra el gobierno central).
¿QUÉ PASA?:
Al parecer el punto flaco de todo régimen venezolano son las protestas pacíficas, pues históricamente el gobierno nunca ha sabido enfrentar oposiciones no violentas, y me apego al «Benemérito» Juan Vicente Gómez con su antítesis personificada en la Generación del 28, y a Marco Evangelista Pérez Jiménez con los estudiantes en el final de su gobierno dictatorial finalizado el 23 de enero de 1958. Enfrentar una oposición violenta es fácil para un gobierno centralizado, pues su mazo puede destruir cualquier foco con la Fuerza Armada o en casos como el actual con los ahora llamados «colectivos armados», antes conocidos como Círculos Bolivarianos, y éstos con el miedo que generan aplacan a la población «alzada».
Pero el gran detalle es cuando las manifestaciones son pacíficas y además repartidas en todo el territorio nacional, porque un régimen no sabe cómo apagarlas sin usar la violencia que tiene a mano dirigidas por adeptos (o chulos) que acuden rauda y velozmente a resolver la situación del amo de turno y cobrar al «pasar por go».
La ecuación es sencilla, la violencia trae más violencia, por lo tanto el hecho de tener una protesta pacífica sólo beneficia a la oposición porque deja en absoluta desnudez al gobierno opresor y violento que el ambiente internacional desconoce o, peor aún, no había querido ver. En este punto entra la censura desalmada que CONATEL ha infundado en los medios nacionales, hasta dejarlos en un nivel cercano a la eutanasia comunicacional, dejando como ojos internos y externos a CNN y NTN24 (esta última liquidada por orden del gobierno) por mencionar algunos solamente.
Entonces el camino correcto y además democrático es la protesta pacífica y, ojo con esto, focalizada y enrumbada hacia objetivos claros y fijos, no una alocada aventura «hollywoodense» de derrocar al gobierno y luego caer en manos militares que claramente nos han mostrado su mejor sonrisa durante estos 15 años de la revolución.
EL GIRO:
Un evento que ha resaltado fue la avalancha del aumento popular de Leopoldo López, quien inició junto a la diputada María Corina Machado y el alcalde Antonio Ledezma una carrera desde el inicio de este joven año, una variedad de denuncias serias y marcadas ante la caída del país en esta época «maduro-cabellista» con todos los reclamos que ya explicamos en líneas anteriores.
Sin embargo Leopoldo López rompió grupas y se despegó rápidamente de sus compañeros en este 2014, ya que significó para muchos opositores (y no menos oficialistas) una nueva avanzada mesiánica que atentara contra el régimen chavista, dejándolo marcado como el nuevo enemigo número uno de Maduro y Cabello a nivel nacional, porque el eterno némesis es y será el fabulado «imperio» por el que, por cierto, les gusta pasear en vacaciones familiares y vestir sus costosas ropas o usar su llamativa tecnología.
López se quiso sacrificar como un héroe de película para darle un impulso aún mayor a su carrera política, que en mi opinión se pudo evitar e incluso obviar porque desde la clandestinidad han destruido dictaduras (véase Rómulo Betancourt contra Pérez Jiménez por ejemplo) pero respeto su valentía al entregarse a un sistema asquerosamente corrupto y destructor, para quizás darle más motivos a una población nacional que está despertando de su largo letargo de 15 años.
PARA CERRAR:
¿Cuál es el final de todo esto? Es verdaderamente titánica la posibilidad de adelantar algo por vías de análisis políticos o históricos, pero sí se puede entender algo claro: La realidad política es muy distinta a los años previos, por la sencilla razón que las protestas se han presentado en varios estados y en localidades tradicionalmente chavistas, cosa que muestra un posible «despertar» ante este desgobierno madurista (?).
Hay que mencionar que nadie quiere ser mártir, por lo tanto estos muertos en las protestas nacionales no son «héroes», sino víctimas de este régimen absurdo y opresor que nos gobierna desde que Chávez nos dejó de manera «firme, plena como la luna llena, irrevocable, absoluta y total» a Nicolás Maduro como heredero del trono bolivariano aquel 8 de diciembre del 2012.
Tampoco hay que creer en ayudas internacionales pues a nadie le gusta que un vecino o familiar meta sus narices en los problemas de su propia casa, y esa debe ser la mentalidad ante NUESTRA problemática nacional, porque si nosotros nos metimos en esto, somos nosotros mismos quienes debemos salir de esta situación.
Sin embargo «la pelea es peleando» no hay que desistir y mantener la lucha (pacífica) para poder salir de este hoyo negro, y creo personal y firmemente que estamos cerca de un cambio para bien y progresista.
Como dice el «privado de libertad» Leopoldo López: Fuerza y Fe hermanos…