Desde el alto gobierno presidido por Nicolás Maduro, hasta sus más fervientes simpatizantes de base y pueblo chavista en general, el término “derechista” ha sido empleado de manera peyorativa para describir y señalar a cualquier otro grupo social o individuo que no milite activamente en el PSUV o sus aliados.
Pero empecemos por definir algunas características históricas de los gobiernos de extrema derecha:
- La extrema derecha se caracteriza por la supresión de todas las instituciones y libertades democráticas.
- Sostienen un discurso ultranacionalista, xenófobo y autoritario.
- Nacionalismo: El nacionalismo exacerbado es una característica común a todas las ideologías de extrema derecha.
- Antiliberalismo: Se abarca en general, una oposición al capitalismo liberal.
- Tradicionalismo: Se refiere mayormente a la defensa de los valores religiosos tradicionales.
- Valores verticalistas: En general, son movimientos que se sirven de los símbolos para desarrollar su política. Suelen tener cierta tendencia militarista y de mantención de los valores de la sociedad o una recuperación de estos.
Estudiantes, empresarios, profesores, medios de comunicación, periodistas, alcaldes, gobernadores y pare usted de contar. Todo aquel que exprese públicamente una posición contraria al gobierno automáticamente entra en esta clasificación descalificativa. Esta actitud oficialista desmonta por si misma el argumento que predica que en Venezuela existe plena libertad de expresión.
El gobierno venezolano invierte millones de dólares en propaganda con el objetivo de identificarse izquierdista, y bajo la bandera del socialismo elevan dicha inversión cosmética a niveles que rayan en absurdos. Como por ejemplo usar el prefijo “poder popular” para cualquier oficina burócrata o endosar carácter ideológico a objetos inanimados como una “arepa socialista”, deja entrever la necesidad de ser percibidos por las masas como izquierda socialista.
Y digo ser percibidos porque el actual gobierno, más allá de la propaganda, la simbología y la composición social de sus bases, ha acentuado en las últimas semanas un comportamiento oficial que bien podría ser atribuido a un gobierno clásico de extrema derecha.
No podemos seguir callados mientras nos acusan de extremistas de derecha cuando desde el poder, actúan con todas las características de la derecha represiva y militar.
El panorama político de Venezuela empieza a cambiar, la oposición empieza a acercarse al proletariado mientras el “gobierno del pueblo” reprime estudiantes y toma medidas económicas que poco a poco lo van alejando de las clases populares.
¿QUIEN ES LA EXTREMA DERECHA EN VENEZUELA?