Carta abierta a Roque Valero

Estimado Roque Valero:

Esta pequeña misiva llevaba tiempo esperando su forma de ser entregada a la luz pública. Pasaban los días, y una respuesta a todos sus errores quería exponerse gratamente al Sol que a todos nos beneficia, seamos de un bando político rojo, verde, naranja, azul… o tal vez no tan rosa. Hoy, finalmente se ha entregado, debido al momento en que su peor forma de desprestigiar el saludo y apoyo a la gente del país que Ud. dice “amar”, a la gente que hace parte de su historia y de su patria, a la gente que ahora no puede visualizar momentos de calma, porque como lo expresó uno de los grandes, Edgar Ramírez, el 25 de febrero en su twitter: “La #PAZ no es posible si seguimos derramando sangre venezolana. La sangre ahoga toda posibilidad de encuentro y reconciliación”.

La referencia a Twitter es más que necesaria, porque basado en uno de sus mensajes sin gracia ni fundamento -condimentos muy presentes en la mayoría de sus publicaciones-, Roque, por medio de esa red, se origina esta respuesta y corrección a su adoctrinamiento. Mensaje que va para usted en particular, pero al mismo tiempo maneja un ritmo que se dirige a todos los fieles dogmáticos de su doctrina política en general, sean artistas o personajes públicos con acceso a masas, de esas masas que piadosamente mantendrán en la pobreza, para así evitar, con mucho cariño, que se nos conviertan en una sociedad de escuálidos.

Jared Leto ha enviado sus mejores deseos a Venezuela en muchas ocasiones, su apoyo frente a las situaciones que han desatado las manifestaciones, pero parece que Ud. solo se ha enterado de esto en la ceremonia del Oscar. Si revisa con cuidado algo llamado “Internet”, herramienta capitalista que gobierna las mentes y promueve, permite y facilita el consumismo, al mismo tiempo que le deja a usted criticar el mismo capitalismo usando las herramientas propias de este, comprenderá que Jared Leto conoce la realidad venezolana hace tiempo. Pero vamos al grano. Debido a las palabras de J. Leto, usted escribió en Twitter:

“Manda a decir Leto que si no le dicen donde queda Venezuela no podrá llegar a la plaza Alfredo Sadel”.

Primer error, estimado politiquero que rima con Valero: Asume que Jared Leto no sabe dónde está ubicada la República Bolivariana de Venezuela. Si Jared hubiese dicho algo de su agrado o hubiese expresado un sesgo político como el suyo, inmediatamente la ubicación geográfica hubiese sido irrelevante para usted. Los ejemplos sobran, ya que cuando algún personaje importante e influyente (por patético que sea, como Maradona) apoya la doctrina política que usted evangeliza, la alegría desborda hasta convertirla en el típico “argumentum ad verecundiam”, o si lo prefiere más fácil, y para que no se perturbe con el concepto: “la falacia de autoridad”.

Segundo error en “nuestra historia”. Si alguien desconoce la ubicación de Venezuela, revelársela no lo llevará a la Plaza Alfredo Sadel. Solo imaginemos: “Ya sé que Venezuela está ubicada en sur América, ¡Bingo! Ya sé llegar a la Plaza Alfredo Sa… oh, esperen, y, ¿en cuál estado busco?”. Sepa usted, Roque, que para probar en el humor, se necesita cultura y conocimiento. Saber dónde está Venezuela, no posibilita llegar a una plaza del Estado Miranda, en el este de Caracas, por la avenida principal de las Mercedes, solo por dar un ejemplo.

Tercer error: cuando las lágrimas aprenden a reír. Burlarse de los manifestantes y esquivar la realidad, no lo hacen personas que sean “revolucionarios” o que realmente tengan un compromiso serio por su gente, no por quien le acerca el pan de cada día, sea de dónde sea el color, y con la tonalidad que se presente. Tal vez le pueda servir como información esto: Jared leto es un filántropo que ha ayudado a Haiti y a Japón, para darte solo dos referencias y no perder su atención de lectura, si es que aún está leyendo esto sin apelar a su escudo de victimización criolla y chovinista. Jared ha donado a la cruz roja, ha estado en Marsella, Francia, con causas benéficas. Tanto con su banda, como por propia cuenta, ha recaudado fondos para el mejoramiento de condiciones humanas alrededor del planeta. Todo esto sin saber dónde queda la Plaza Alfredo Sadel.

Jared Leto apoya a la comunidad gay, porque al igual que todos nosotros, son personas con derechos y sentimientos. Ese que, según usted y otros personajes públicos incultos, no sabe dónde queda Venezuela, ha trabajado por años, junto a otros artistas, con niños que sufren diversas enfermedades. MusiCares MAP también se ha beneficiado de su ayuda, gracias a sus aportes para la recuperación de varios artistas que deben luchar contra las adicciones. Y ya que le mencioné Haití, líneas arriba, puede enterarse también que él ha coincidido con Sean Penn (seguro este “no venezolano” sí es de su gusto y sabe dónde queda, la Colonia Tovar, por ejemplo) en actividades para apoyar a los damnificados después de aquella tragedia.

Jared Leto no habla por hablar, pero si usted tiene algo más que decir, hágalo por medio del Twitter: ‏@JaredLeto. A mí me ha respondido en varias ocasiones, y compartimos varis ideas de cambio y verdadera revolución, así él (Jared) tenga algunos desatinos tipo leninistas, sus actos son más que un “vengo a contar contigo”. No dudo que a usted, un ilustre revolucionario, no le responda por medio de la red. Eso sí, debe usar el idioma del imperio, porque aunque Jared, en las entrevistas después del Oscar dijo en español: “Viva la revolución”, su dominio del idioma no es como el de su lengua materna, detalle que, junto al desconocimiento de la Plaza Sadel, no le ha impedido ser parte de verdaderos cambios sociales en diferentes países, con el gran talento y rebeldía que él: sí tiene.

Ya varios de sus hermanos y hermanas venezolanas han expresado su molestia por su burla en Twitter, Roque, que va más allá de un simple tuit: la situación dolorosa en Venezuela. Pero como actor, interpretaré unos segundos a Jared Leto, para transmitir y traducir lo que él posiblemente le diría:

“Manda a decir Roque Valero que si no le dicen dónde están llorando las madres de los jóvenes asesinados, no podrá llevarles un abrazo de alegría como el que goza en los carnavales y los intermedios en los que publica #CarnavalAlegriaDeLaMayoria en su Twitter, @RoqueValero, para publicitar esa Venezuela festiva y sin desabastecimiento de un universo paralelo”.

Usted se queja mucho de los que lo critican, invoca una supuesta ofensa en momentos que no la hay. Pero es que no se ha dado cuenta de la diferencia entre “gusto político” y “culto político”. Puede seguir doctrinas, puede pensar diferente, el problema no es ese: es el dogma. Esta misiva, como dije antes, es para Ud. en particular, y para sus acompañantes de credo político en general. Pues en realidad lo que Ud. ha expresado no es lo más relevante, lo que preocupa es que hasta el momento, su tuit tenga más de 889 compartidos y 160 marcas como “favorito”, es triste que personas que deberían mostrar algo de “altura” escriban similares en las redes sociales. Hay celulares más inteligentes que las personas que los poseen.

Aquí está la respuesta más extensa y dedicada a esta situación. Usted que tanto se queja de quienes se oponen a sus desaciertos, puede hacer uso del derecho a réplica, para que demuestre de una vez, cuál es la serenidad y profundidad que presume al llamar al “diálogo” mientras solo desestima esfuerzos que lo incomodan o pide radicalismo, como lo hizo en la Conferencia Nacional de Paz, el 28 de febrero. No sería extraño que usted fuese uno de los tantos que habla de «fascismo» sin saber qué es (http://bit.ly/1mF6bY6) Si quiere solicitar ayuda de la Iguana, Zurda Konducta y demás criticones de oficio subordinado, para su redacción y búsqueda de mejores argumentos, bien pueda hacerlo.

– Cristhian Meneses (Colombia, 1985). Escritor, actor, activista y docente. Autor del libro: Notas rebeldes para un mundo sumiso. Disponible en Amazon:
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