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El cinismo como política

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cinismo, nilasbalas

La represión y el terror no vencerán, parece que muchos venezolanos son demasiado tercos como para caminar mansamente hacia un modelo de sociedad como el cubano.

Venezuela vive la coyuntura socio-política más importante en más de una década. Ya es casi un mes continuo de protestas populares en distintas ciudades del país. La rebeldía de civiles se ha mantenido contra todo pronóstico oficial, constante y altiva. Estas protestas continúan creciendo proporcionalmente y a la par de los planes represivos que han sido activados desde el alto gobierno.

La línea oficial

El discurso de Maduro continúa profundamente contradictorio y ambiguo, con una alta carga de cinismo en sus constantes llamados a la paz al tiempo que en cadena nacional insta a sus grupos al ejercicio de la violencia en nombre de la susodicha paz. El presidente ha invitado a la violencia a grupos armados con la frase no carente de cinismo: “Candelita que se prenda, candelita que se apague, en paz”. Al fallar en minimizar las protestas intentan reducir el impacto de las mismas mediante el terror.

Estos intentos de minimizar el alcance de las protestas han sido en vano y la excusa de la cayapa mediática en contra de la revolución sigue perdiendo vigencia, siendo notoria la censura mediática de los canales de televisión nacional y el aumento del número de medios controlados por el estado. Esta realidad desmonta por completo el argumento de complot mediático, es solo una muestra más del cinismo del que los altos y no tan altos jerarcas oficiales hacen gala.

Cinismo que queda evidenciado como política oficial cuando con todo descaro, todos los dirigentes del PSUV que declaran en público, afirman que no hay tal represión, que no existen grupos de colectivos armados, que a los manifestantes les paga Obama y así. Vocería que al ser confrontada con hechos documentados, públicos y verificados, eluden su responsabilidad y contraatacan al sentirse vulnerables, sin mucha habilidad valga decir.

Las consecuencias

Mientras el gobierno continúe amedrentando al pueblo con sus tanquetas y sus fusiles, más gente sentirá la necesidad de incorporarse, de alzar su voz, de combatir como puedan a los que atentan contra la libertad y la vida. Ya hemos visto como la desigual batalla la guardia y los paramilitares la han llevado a los hogares con disparos hacia viviendas, golpes y más destrozos. También hemos visto como en el oficialismo solo lamentan a los caídos de un solo bando. Cinismo rampante.

Quemar un caucho o tirar una piedra no es motivo para atacar y asesinar con balas a personas, se debe ser consecuente con los ideales y muchos de los tirapiedras y reprimidos que protestaban por cambios en el bipartidismo, son ahora parte de un aparato represor, similar al que fue motivo de sus quejas y luchas en la 4ta República.

Personalmente no deseo un golpe de estado ni apoyaré golpe alguno jamás, pero el estado debe dejar de golpear a los que no desean formar parte de esta entelequia altamente corrupta y burocrática en lo que ha degenerado la revolución.Venezuela es de todos, y eso debe trascender un simple slogan politiquero. Sabemos que el gobierno necesita la confrontación, la lucha de clases, que es allí donde radica su esencia política, pero debe entender que de continuar con los violentos ataques de represión sistemática obtendrá violentas respuestas de civiles que se defienden rechazando la represión de los ejecutores y el cinismo de los autores intelectuales.

Cesar F. Rivas.

@fallvarado

nilasbalas.org

 

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