Por un lado, son evidentes los logros de las actuales protestas (guarimbas) aunque sean, como dicen muchos, «sin un plan u objetivos concretos». Ejemplo de estos logros son la convocatoria gubernamental al diálogo, las conferencias de la paz y comisiones de la verdad, el cambio de tono (de «majunche» a «gobernador», de «escuálidos fascistas» a «gente que protesta») (ver los enlaces [1], [2] al final del artículo).
Por otro lado – y lejos de cuestionarme si estos han sido o no logros de las protestas de calle, firmes, activas y no agresivas- ¿más allá de estos pequeños y poco significativos logros iniciales, la continuación de las protestas como guarimbas dará más frutos? En mi opinión, a menos que las protestas se masifiquen, no creo.
Es incuestionable el éxito de las guarimbas en la consecución de estos cambios. A la vez que son también innegables los frutos de los esfuerzos ultrahumanos como los hechos por Capriles, al igual que el maravilloso esfuerzo de Aveledo et al. en lograr un candidato común.
La oposición, adormitada y frustrada – luego de los comicios de abril- y pasiva e impotente frente a los desmanes, corruptelas y abuso del poder por parte del gobierno, necesitaba ser reactivada; solo conseguía ser insultada una y otra vez por Nicolás Maduro, mientras una ferrea campaña de desinformación y propaganda pro-gubernamental invadía (y sigue invadiendo) los medios masivos de comunicación (todos ya del gobierno). Sería el colmo que el país se quedase pasivo ante un Ramírez viajando nuevamente a Cuba y a Rusia para pedir otros 10 millardos de dólares como «apoyo financiero» (ver aquí): hay que profundizar las protestas.
Sería un error regresar a un estado pasivo de ‘marchas’ (tan bienvenidas por el difunto Comandante), o intentos fallidos, aunque necesarios para acabar las todas las instancias legales, de Capriles por hacer que el TSJ le diera curso a alguna de las ciento de demandas contra el gobierno (impugnación de elecciones, por ejemplo).
No debemos perder el ímpetu que hemos conseguido; pero si queremos obtener más frutos, es necesario masificar las protestas. Conectar con la insatisfecha mayoría (de cualquier ‘bando’).
Estoy de acuerdo con [2] en que una gran masa de gente comienza a sentirse alejada de la guarimba como medio de protesta, y otra gran masa califica de ‘sifrina’ las actuales guarimbas debido a la creencia de que se localizan principalmente en sectores clase media y clase media alta (esto no está demostrado: ¿hasta qué punto ‘los colectivos’ o los ‘sapos del barrio’ intimidan al resto de los ciudadanos?).
El problema parece radicar en el rechazo a la manera en que se realiza la protesta (cerrar calles, por ejemplo), ya que difícilmente alguien esté en desacuerdo con los motivos de las protestas (inseguridad, corrupción, desabastecimiento, inflación, …).
Parece necesario entonces recordarle a la gente que cada protesta – cada guarimba, cada calle cerrada- es la CONSECUENCIA de alguno de los problemas antes mencionados. Nadie quiere cerrar calles, y todos sin duda preferimos no tener que protestar.
Pero este tipo de protestas de calle activas y no agresivas, son definitivamente necesarias para hacernos oír por un gobierno que no nos quiere escuchar. Tomemos en cuenta que ya NI SIQUIERA EXISTEN MEDIOS MASIVOS DE COMUNICACIÓN DE OPOSICIÓN (me refiero a radio o televisión; ya que el tiraje de los diarios más leído del país sería insuficiente con 300mil ejemplares [3], ~7% de las familias del país [4]).
Más aún, es demasiado ingenuo pensar que las decisiones que se tomen en estas conferencias o comisiones serán adecuadamente ejecutadas por un gobierno que ha demostrado ser ineficiente e indolente ante el meollo de los problemas (corrupción e impunidad).
El objetivo principal de la protesta es CONSTITUCIONAL: debemos exigir la renuncia del presidente y abogar por obligatoria convocación a nuevas elecciones libres y sin manipulación [5], coordinadas por un renovado CNE (50% de los votantes desconfía plenamente del actual CNE, razón suficiente para renovarlo).
Recapitulando: es necesario admitir que aunque las protestas tal cual han venido sucediendo (me refiero a las no agresivas, activas [6]) han significado un gran avance, las personas poco a poco van desconectándose de los medios de protesta por la razones aducidas anteriormente.
Es por ello que se debemos «darle un sentido [a la protesta], protestar con contenido«. Debemos incluir al una mayor parte de la población que también sufre nuestras penurias y hacerles saber que la protestas es también de ellos, es de todos. Debemos comunicar a la gente que está en contacto con nuestra propuesta, de manera mucho más evidente, el MOTIVO de la protesta y unirlo a la protesta en sí, por ejemplo: «decidimos cerrar esta calle como protesta a la inseguridad», «la inflación descontrolada nos obliga a cerrar esta calle como medio de protesta», «la corrupción impune nos motiva a cerrar esta calle», «con los $30 millardos perdidos por Giordani, hemos podido construir otras calles. Por eso esta está cerrada». Y siempre otro cartel que diga: «Queremos nuevas elecciones LIBRES y SIN MANIPULACIÓN».
Protestar con contenido es, pues, la primera parte de la propuesta para hacer de las guarimbas algo más incluyente y eficaz.
Segunda Parte de La Propuesta
Una gran parte de las personas que, aunque molesta por los problemas que nos aquejan a todos, no decide sumarse a las protestas, quizás lo hagan porque temen perder alguno de los indudables beneficios o «logros» que han tenido con «el proceso revolucionario».
Aunque puede sonar utópico, dado lo desprestigiados que están la gran mayoría de los dirigentes de la oposición (y del gobierno) para una u otra de las partes, son los estudiantes tanto chavistas como opositores los únicos que puedes guiar al país fuera de esta crisis económica y política. La vieja casta nunca se pondría de acuerdo, y tienen por detrás demasiados intereses. Ningún estudiante está recibiendo sueldo por luchar por el país.
Es necesaria lograr una COALICIÓN entre los distintos bandos (chavistas, opositores de izquierda, opositores en general). No es fácil, pero tampoco imposible. Hay que reconocer que tanto los ideólogos chavistas como opositores de derecha, todos queremos un país mejor. El proceso ya ha empezado, con asambleas de base que reúnen a chavistas y opositores.
Sin esta coalición, me parece muy difícil que todo concluya pacíficamente y con todas las partes dispuestas a apostarle a la nueva coyuntura y construir un mejor país para todos. La coalición significa encuentro, reconocernos como venezolanos y enfocarnos en un bien común.
Como base a dicha coalición, en mi opinión, el bando opositor debe al menos asegurar que sus candidatos a un eventual proceso electoral deberán respetar y MEJORAR ciertos aspectos que perciben muchos chavistas como logros de la revolución [6]: misiones, alimentos regulados, salud accesible, educación universitaria accesible a todos, etc…
Para ello, son los estudiantes los que deben elaborar un acuerdo de coalición que debe ser firmado por los candidatos que así lo deseen. Eventualmente, estos serán naturalmente los candidatos de mayor aceptación (algo así como el candidato de la MUD para los opositores, o los designados por Chávez en el PSUV).
El que se cansa, pierde; el que persevera, vence.
Notas al pie:
[2] http://prodavinci.com/2014/03/06/actualidad/las-guarimbas-y-el-barranco-por-luis-vicente-leon/
[3] http://es.wikipedia.org/wiki/Últimas_Noticias_(Venezuela) (a modo de comparación, el Universal tiene ~80mil en promedio)
[4] Considerando una población de venezuela de 30millones de habitantes, familias de 7 miembros y un tiraje de 300mi ejemplares: 300.000[ejemplares] / (30.000.000 / 7)[familias ] * 100 = 7% [ejemplares/familias*100]
[5] Por ejemplo, mucho se ha dicho que el uso del captahuellas en las máquinas de votación tiende a intimidar a los votantes, aunque mucho se ha dicho que la confidencialidad del voto se mantiene, muchos temen que al ser identificados pierdan su cupo en Mision Vivienda.
[6] Recuerden que la cantidad de fatalidades en Edo. Táchira – estado donde sin duda han habido las protestas más fuertes – ha sido menor relativo a otros estados
[7] Si bien la mayoría de estos aspectos están consagrados desde la «cuarta», solo que no efectuados con eficiencia debido a la corrupción reinante desde siempre