Fo ! Huele a azufre dijo el galáctico hace algunos años en la ONU refiriéndose al espacio en donde había hablado Bush. Hoy, viendo hacia Venezuela no puede uno menos que repetir sus palabras. El azufre está asociado al diablo y éste, a su vez, a la separación de Dios para algunos o de lo bueno y lo justo para otros. En todo caso, el azufre se asocia a la maldad. Fue en ese sentido que lo utilizó el galáctico en su famosa frase y es en ese sentido que lo utilizamos aquí. Puede uno no pensar en la presencia del mal cuando ve la forma en la que se están comportando los colectivos ? Puede uno no sentir que el país está en manos del diablo cuando oye los aplausos del gobierno a sus matones ? Puede uno dudar de que la maldad existe cuando se entera de las nosécuantasmiles UBCH que existen y que, según Diosdado y Ameliach, están listicas a defender la revolución, sabiendo lo que para ellos significa « defender » ?
El hedor del azufre fue precedido por el del aceite de la fritanga de cabezas con las que amenazó el galáctico durante su primera campaña. A muchos, sin ser adecos, nos bastó esa frase para no apoyarlo nunca ; sospechaba uno que el aceite de la fritanga prometida alcanzaba no sólo para los adecos sino para todo aquél que no estuviera de acuerdo con ese señor. Desde hace 15 años sigue la misma fritanga : para adecos, copeyanos, periodistas, empresarios, clase media, clase alta, clase baja no chavista, para escuálidos, para pitiyankis, para majunches… Ha habido aceite para todos, es tal vez en lo único que el gobierno ha sido coherente y justo, a todos los ha atropellado por igual , no ha mirado clase social, ni color, ha aplicado un criterio único : piensan diferente . No es esto diabólico ?
A los que insisten en pensar que las formas no son importantes, ni las cosas que se dicen, que sólo el fin último y los hechos cuentan, les digo que es momento de reflexionar sobre eso. Venezuela saldrá de esta crisis, pero si no hay una reflexión profunda sobre el lenguaje político y el cuido a ciertas formas, estaremos condenados a que esta desgracia se repita. De no haber un cambio profundo en nuestra manera de pensar al otro, estamos condenados a continuar en la misma película sólo que cambiando de actores principales.
Leo en algunos foros de oposición cantidad de comentarios que me parecen salidos de la boca del Hugo Chavez por lo vejatorios que me resultan para « el otro », sea quien sea ese otro. Será que así somos ? Será que así éramos también antes pero que gracias al cuido de las formas desde el poder, la cosa daba como pena y nos amarrábamos las tripas ? Creo que sí, que todos tenemos una parte fea y maluca dentro de nosotros y que para poder vivir en sociedad, con una indispensable paz, cada quien hace su esfuercito, se amarra las tripas, respeta las formas, oye al otro e intenta establecer formas de comunicación que permitan la subsistencia de todos, sí, de todos. Sería tonto pensar que uno puede llegar al sueño de amarse todos como hermanos y estar todos de acuerdo y vivir todos en felicidad, sería además aburridísimo ; pero no me parece descabellado imaginar que uno puede llegar a una convivencia sana basada en el respeto. No se trata de no hacer críticas, ni condenas, se trata de darles contenido más allá de los insultos que sólo enrarecen el ambiente. Con los insultos sólo alimentamos la rabia de los que ya están furiosos y alejamos a los que temen verse inmersos en la continuación del odio.
El cambio en la manera de pensar al otro, pasa por reconocerlo y reconocer su derecho a ser diferente, a querer algo completamente opuesto a lo que queremos nosotros. Sólo un cambio en las formas puede permitirnos llegar hasta el que está en la acera de enfrente sin que éste salga corriendo en el mejor de los casos o, en el peor, nos apedree o nos mate.
Justamente, en este momento de tanta polarización y violencia, es indispensable que todas nuestras acciones se dirijan a buscar una solución, y esa solución pasa, obligatoriamente, por la aceptación de que la otra mitad del país existe y con ella habrá que vivir.
lo de las cabezas en aceite fue una grabación de un imitador, pero fíjate tu, resultó no estar tan lejos de la verdad.
@andres: que fue una grabación de un imitador es lo que siempre han dicho los chavistas. En la época no recuerdo que se haya dicho que era un imitador, porque incluso fue uno de sus argumentos de campaña; sí, con todo lo espantoso que eso suene, a mucha gente le parecía buenísimo que acabaran con los adecos malucos y pensaban que hasta ahí iban a llegar los daños.