A un mes del inicio de las protestas el saldo es catastrófico, 28 muertos, cientos de heridos y detenidos, miles de familias venezolanas afectadas directa e indirectamente. A Nicolás Maduro y su gobierno militar los muertos le sirven para criminalizar la protesta y victimizarse ante el mundo. Tiene el suficiente control de medios y lobby internacional para hacerlo. Mientras tanto quienes protestan siguen poniéndose en riesgo repitiendo y repitiendo el mismo patrón que cae en la provocación y como consecuencia se expone a la masacre patrocinada por quienes están en el poder. Los asesinos están en las calles sueltos y con un arsenal ilimitado que le proporciona el gobierno que más inversión en armas ha tenido en Latinoamérica en los últimos años. Los líderes de oposición, propusieron una “salida” que no funcionó y es la hora de asumirlo, no han sido capaces de dirigir la protesta adecuadamente a fin de proteger a los protestantes y generar diversificación de las acciones que permitan canalizar el descontento, con propuestas, debates y acciones de calle que vayan más allá de encerrar a sus vecinos y enfrentar con piedras y basura quemada a quienes tienen tanques, armas de guerra y entrenamiento para matar.
Hace falta mucho tiempo y muchos muertos para que la opinión internacional sirva para algo, todos los países están demasiado ocupados por sus propios problemas para exponerse a entrar a un conflicto interno. En lo concreto, estamos solos en esto y quienes apuestan por una intervención internacional deberían mirar el ejemplo de Ucrania y tantos más que no han salido bien.
Replegarse y cambiar la estrategia debería ser el mandato ahora, repetir las mismas acciones una y otra vez esperando resultados distintos es una acción neurótica e infértil. Si se entiende esto como una guerra, es evidente que la asimetría es aplastante, jugar a la guerra tiene resultados trágicos para quienes no controlan las armas. ¿Qué pasaría si mañana amanece el país sin guarimbas y si todos quienes las hacen se ocupan de planificar otra estrategia sorpresiva y creativa? No se puede combatir violencia con más violencia, quienes esperan que un grupo de militares derroque a otro grupo de militares y consideran esto como un avance, no están entendiendo la tragedia en la que estamos. No existe salidas fáciles a este proceso, ni mesias salvadores para Venezuela.
El movimiento estudiantil debe hacerle honor a su nombre y su espíritu, estudiar el proceso, articular propuestas de acción distintas. La protesta pacífica o no, por encima de todo debe ser inteligente. Encerrar a tus vecinos y obligarlos a tragar humo de lacrimógenas es una acción masoquista y muy cercana a la estupidez. Confrontar a una masa desarmada de gente a la guardia nacional es lo mismo. Las tripas son muy mal consejero. Lo que pasa en Mérida en la cual le cobran “peaje” a los vecinos por pasar barricadas ya deja de ser neurótico para convertirse en psicótico. No se puede exigir a los demás que hagan algo que uno mismo no es capaz de hacer, este círculo vicioso nos vuelve a todos más vulnerables. El impulso que este movimiento tiene debe ser transformado y evolucionar, porque en el juego de la guerra los asesinos profesionales tienen demasiada ventaja, más cuando controlan el Tribunal Supremo de Justicia. Las mejores mentes y los mejores espíritus de toda una generación deben ser aprovechados.
¿Quieres marchar frente a la GNB? Hazlo con un megáfono y háblales como hermanos, dales un megáfono a ver si alguno responde y documenta ese diálogo de calle. ¿Quieres increpar al gobierno?, articula colectivos pacíficos que hagan intervenciones sorpresivas dentro de instituciones públicas. ¿Quieres sumar a tu causa? Dirige tu discurso a ese compatriota chavista que está descontento también. No ataques a quienes están en contra pero no comparten tu manera de protestar. ¿Quieres increpar al gobierno más? Reconoce las obras que ha hecho y exígele mejorarla. ¿Quieres involucrar a los otros actores de la sociedad? Increpa a los gremios profesionales en cada área a pronunciarse y ofrecer ideas. El activismo político inteligente y responsable es lo que necesita Venezuela. Esperar que un gobernante te resuelva los problemas es la base del subdesarrollo y la dependencia. Basta de acciones infantiles, es momento de crecer.
Esa sensación de leer algo que has pensado alguna vez y encontrarlo de una manera genialmente expresado, es bastante satisfactorio. En mi condición de estudiante participe los primeros días de protesta pero al ver como el movimiento se desvirtuaba y se veía contaminado por conductas propias de un fanático radical me fui alejando. Que se lograra espantar a alguien como yo que es un firme opositor al gobierno actual (y cualquier sistema que quiera adoctrinar y coartar el libre pensamiento) e inclusive estaba dispuesto a morir si eso producía un cambio socio político, dice mucho.
VIVA MADURO NO JODA, VIVA MADURO NO JODA
El artículo venía bien hasta la parte de tratar de conformar «colectivos pacíficos» que increpen al gobierno, cuando si en algún lugar necesitamos a los chavistas descontentos es en la calle con nosotros, no saboteando desde adentro, pues bien conocido es el destino de todo sincero auto-crítico en el chavismo.
Eso, y que «la salida» no ha sido un fracaso. A fin de cuentas, activó esto, que aún puede triunfar. Y «la salida» no necesariamente traía las guarimbas como tema central. Yo estuve en las asambleas que se hicieron y se habló bastante de conectar con la gente humilde.
@MDV:
Muy complejo el tema, sin una dirección clara no se llega a ningún lado. Saludos
@Pablo Ortega:
Saludos, ciertamente a lo que me refiero es que el objetivo de «la salida» era salir ya de Maduro y a un mes del inicio se ha pagado un precio muy caro con vidas, sin poder ver que realmente se vaya a salir de él ahorita y a estas alturas hay demasiada gente protestando sin una dirección clara ni articulación, la activación es un paso, pero por si sola se queda en el vacío, el liderazgo opositor debe darle una dirección o se desvanecera. Gracias por comentar
En realidad, no, Marco. Sabíamos que era algo que tomaría tiempo. No esperábamos que fuera de un día para otro. Y obviamente se ve como el régimen se desgasta y se siente asustado ante nosotros, que somos una amenaza real. Lo cierto es que tampoco se puede decir que «la salida» no haya funcionado.
Y que conste y que yo sepa, todos tenemos una dirección clara, que es la salvación de la patria del abismo económico, político y social donde está. Y en general, al menos el ala política del movimiento democrático está unificado en unos puntos de reclamación más o menos iguales (baste ver los 5 puntos de Leopoldo, los 10 puntos de Capriles y los 5 puntos de la MUD). Ya otra cosa es el ala estudiantil y el ala guarimbera, que no aceptan ninguna clase de diálogo, aunque creo que los estudiantes podríamos aceptar un diálogo real y sincero, que pase por el enjuiciamiento de todos los asesinos, empezando por el que está sentado en Miraflores.