El estatismo, es un perverso sistema cuyo único objetivo es la sumisión de los hombres a un caudillo. En Venezuela comenzó su macabra empresa luego de la caída del régimen de Marcos Perez Jimenez, presentándose como una alternativa a la dictadura de aquel tiempo.
Populismo y presidencialismo son los antecesores del socialismo del siglo XXI, los partidos políticos anteriores a este régimen se dedicaron a la tarea de hacerle creer a la gente que la solución a todos su problemas era el Estado, actuando siempre en nombre de una supuesta justicia social que nadie ha logrado comprender y que le ha servido como mampara a los actuales tiranos en el poder para institucionalizar el crimen, el odio y el saqueo como forma para redistribuir las riquezas y aminorar las desigualdades existentes en este mundo.
El socialismo del siglo XXI no fue algo que nos vino a imponer un político de turno, el socialismo del siglo XXI se esta gestando desde hace muchísimos años en Venezuela, no debemos olvidar que los partidos políticos que hoy hacen vida en la MUD son en su mayoría socialistas, algunos hasta miembros de la internacional socialista como AD y UNT; la mayoría de estos son hijos del partido comunista de Venezuela que a través de múltiples rupturas dio origen a nuevos partidos pero que siempre han mantenido su apego a la ideología izquierdista.
Misiones, subsidios, salud gratis, pensiones, justicia social, educación gratuita, viviendas de interés social, incremento del gasto publico, han sido y son la principal oferta electoral de todos los políticos venezolanos, con esta ideología es imposible combatir al socialismo el siglo XXI, en realidad ambas ideologías son hermanas, los que detentan el poder pretenden darle continuidad al estatismo y con esto tarde o temprano la nación sucumbirá como lo hizo España, Grecia y otros tantos países.
El problema no es el castrochavismo ni el castromadurismo; el problema es el SOCIALISMO, hasta que no entendamos esto seguiremos siendo pueblo y no ciudadanos, como hojas zarandeadas por los vientos ideológicos del populista de turno.