Bitácora de un venezolano, año 2014. Marzo.
Desde que tenemos memoria, el país ha sido un escenario complejo, marcado por hechos que han establecido pautas a través de la historia. Hechos que nos han conducido ante el día de hoy y respecto a los últimos meses, primordialmente al mes de protestas. Se sale a la calle y se observa/vive un escenario aleatorio para cada ciudadano expuesto ante la inseguridad (señalada para algunos como algo global ¿Tiene sentido ello?) dónde la paranoia se ha establecido como un ámbito «normal» del ciudadano o incluso las colas habituales para conseguir alimentos (si los consigues claro o mejor dicho si ahora puedes pagarlos.) Lo preocupante de lo que vivimos ahora, es la falta de conciencia en algunos casos, en donde más allá de una ideología, hay que destacar que somos venezolanos ante todo y que una muerte no va de un bando de otro, así como debería ser el caso de la justicia.
Los problemas siguen surgiendo, las protestas se mantienen (y razón tienen), el país sigue en un caos como si fuera una película de ficción o un capítulo de una serie de zombies, ante todo esto creo que es más que necesaria la organización, así como continuar la protesta pacífica como se ha estado haciendo. Y sobre todo el ser capaz de oír al otro (tarea difícil lo admito, sobre todo cuando se refutan argumentos sin razones o en el peor caso sólo se señalan hechos del «pasado» (En mis tiempos.. ). Y está bien, para algunos es válido, sin embargo, pareciera que estuviéramos estancados en el tiempo y con ello, sólo quisieran que el país viviera anclado en el pasado, repitiendo acciones para un supuesto presente e ignorando u obviando un mañana distinto.
La cuestión es compleja, los medios siguen inexistentes o censurados, los diarios siguen sin papel y aunque algunos señalen que no es así, sólo se pide que vean la calle. Puesto no es un conjunto de excusas de un guión elaborado, es la realidad de algunos diarios que están a punto de extinguirse por la falta de papel. Cabe destacar que la mayoría de los mismos, contribuyen con información relevante de qué sucede con respecto a los hechos, a pesar de discrepar con respecto a ideologías.
Por último pero no menos importante es señalar lo importante de la organización, sobre todo al oír a quién piensa distinto, siendo difícil pero necesario el establecer una conversación al menos (para empezar) sobre lo qué sucede en el país, quizás las condiciones no están dadas para un debate aún, debido a la represión (que es brutal) y que continua ante un derecho constitucional como lo es protestar por un país mejor, pero a medida que se usen los recursos que tenemos a mano hay que generar un cambio en nuestro entorno, enseñar y guiar a terceros a usar redes y dados los casos a informar y documentar acerca de qué ocurre en nuestro país, como han hecho los organizaciones de derechos humanos ante los casos de represión.
Acerca del sentido comun….
Los pobres de antes siguen siendo los pobres de ahora.
No podemos esperar que la gente que fue y es pobre tenga muchas aspiraciones, con darles la miseria que se les da ellos estan no felices,pero si conformes.
Esa es la base del PSUV, los que llamamos «zombies», que no saben ni les importa el socialismo,el capitalismo,los gringos,los cubanos,los dolares,la inflacion…solo estan tranquilos con hacer su cola,tener su comida, recibir un electrodomestico de vez en cuando y matar uno que otro tigre. Si le sumas a esto el sentimiento de «patriotismo», y la paranoia de que todo el mundo te quiere joder…pues ahi tienes.