Hay algo cierto en este cuento y es que hay dos bandos, dos formas de mirar, dos perspectivas y dos razonamientos entre gobierno y los pro gobierno y oposición y los pro oposición, y estas dos formas son opuestas, casi todo lo que hace un bando al otro le parece desacertado y viceversa, estamos entonces frente a un conflicto que quizá requiere de un tercero, pues ya es claro que existe un problema entre las dos partes y lo que procede es aplicar la solución. Esto sería el pensar de muchos, sin más que aportar.
Lo otro cierto es que entre Democracia, Socialismo, Capitalismo y Comunismo se mueven los de la izquierda, la derecha, la ultra izquierda, la ultra derecha y los de centro, pero en todo caso esto es como diría lo que ya podríamos decir es un dicho popular, “el cliente siempre tiene la razón” que en política sería “el pueblo siempre tiene la razón” y lo que pretende todo pueblo y todo ciudadano o la mayoría de ellos, es tener una vida que contemple unas cuantas garantías y derechos, como vivienda, trabajo, educación, entretenimiento, poder adquisitivo, salud y seguridad, en el caso de Venezuela todo esto lo garantiza en teoría nuestra flamante, actual y vigente Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, por lo que, lo que exigimos o deberíamos exigir entonces, es que se nos respeten esas garantías a las que nos da derecho nuestra Constitución. Esto sería el segundo paso, salir, protestar, exigir y demandar por esos o cualquier otro medio y/o intancias a que el gobierno aplique y respete la Constitución.
Las razones que tenemos los ciudadanos, ya no digamos chavistas (sin Chávez) Maduristas, opositores o ciudadanos dormidos, a reclamar y exigir ante un gobierno que vulnera, viola, ignora e irrespeta nuestros derechos, son claras, y quedan aún más claras y justificadas cuando estamos frente a un gobierno (en este caso del Sr. Nicolas Maduro @NicolasMaduro , quien ha sido puesto además en duda como presidente según pruebas del Dip. Walter Marquez @walter_marquez debido al Art. 227 de nuestra Constitución) que sea la que sea su tendencia política estaría al margen de la ley, y que tendría que ser el primer sancionado por las autoridades e instituciones que estén encargadas de aplicar y hacer aplicar la justicia, por lo que, si un gobierno incumple y viola las leyes no tiene la potestad de exigir a sus ciudadanos que las respeten, tampoco tienen potestad para exigir deberes y mucho menos a aplicar castigos, multas o penas a sus ciudadanos por el incumplimiento de las leyes y quedan los responsables, autoridades e instituciones, de hacer cumplir las leyes e impartir justicia, como cómplices de dicho gobierno. Estás serían nuestras razones de cada marcha, de cada protesta, de cada exigencia, de cada reclamo, de cada demanda y e allí el paso persistente e imprescriptible al cual tenemos derecho y obligación los cuidadnos de defender.
Estaríamos así, frente a un gobierno ilegitimo, forajido y violador, de las leyes de nuestra República, para decir lo menos, si empezamos por donde debemos empezar, y siendo así, y como de hecho lo es, aquí en Venezuela el actual gobierno del Sr. Maduro entraría dentro de estas características, y eso, es argumento más que suficiente y legitimo para exigir y demandar, no solo un cambio de gobierno, sino un juicio al gobierno venezolano, desde el presidente de la república, pasando por todos sus funcionarios y terminando por sus brazos extra oficiales también al margen de cualquier ley.
Pero, la salida de los gobiernos déspotas y dictatoriales son siempre caminos largos y tortuosos, pues suelen acorralar a los ciudadanos entre la espada y la pared, pero así mismo en nuestros tiempos modernos vemos como muchos de esos gobiernos de características similares a la del nuestro, suelen dar paso, por las buenas o por la malas, a otros tipos de gobierno con los que los ciudadanos y los pueblos están más a favor, más convencidos y más satisfechos, y con los cuales creen que habrá un futuro mejor, no solo por una mera esperanza intangible, la cual dicho sea de paso, es muy válida y valiosa, sino porque al voltear a través de la historia y el mundo que nos rodea, globalizado por cierto, nos damos cuenta que ciertas doctrinas y tendencias políticas, son más exitosas que otras, lo cual por cierto, no quiere decir que sean perfectas o ideales, pero si proporcionan de manera visible y palpable al ser humano una mayor carga de felicidad posible; aunque siempre digo que las doctrinas deben ser revisadas, reajustadas y sinceradas a los tiempos que vivimos tomando en cuenta muchos nuevos aspectos que antes no eran tomados en cuenta.
Finalmente, digo que hasta lo malo nos trae algo bueno, y tengo la certeza de que todos estos procesos de “revolución” “contra revolución” “socialismo” “seudo democracia” y luchas políticas en la teoría y la práctica, nos ha permitido madurar en nuestra concepción de la política, en nuestra percepción de las realidades y en nuestra madurez de pensamiento y personal, esto al menos a una gran mayoría. Otras cosas irán viniendo, otras cosas faltan por vivir, y muy probablemente está no es ni será la última situación de lucha y confrontación entre personas por la diferencia de ideas y lo difícil que nos resulta a veces llegar a un consenso. Lo que si, es que es un tiempo que nos ha tocado a nosotros enfrentar y resolver.
