La lucha que se libra hoy en Venezuela es la lucha de un pueblo desarmado, contra el ejército y el hampa común disfrazada de colectivos socialistas, además, y esto debe quedar bastante claro, no es, no será y nunca ha sido un enfrentamiento de pobres contra ricos, como quiere hacer ver el gobierno en un intento desesperado por sumar adeptos, adeptos que alguna vez tuvo, pero que enfrentados a su propia realidad, no les queda otra alternativa que abandonar al gobierno, a ese gobierno que una vez apoyaron con ilusión, para reconocer más tarde con más decepción que dolor, la triste verdad que hoy descubren, un gobierno de mentiras, de engaños de farsa continua y salen entonces a la calle a denunciar su decepción, a unir su voz contra la Dictadura instaurada.
En Venezuela se libra hoy una lucha más que Continental, los ciudadanos se enfrentan sin armas, con decisión y coraje a la opresión de la dictadura de los Castro, a los intereses de Putin y su necesidad de convertirnos en un satélite de Rusia enclavado en Suramérica al precio que sea.
Putin se robó Crimea y Sebastopol sin grandes consecuencias, con la amenaza velada de dejar sin gas a Europa. Obtuvo apenas unas sanciones que no le pesan (eso fue un globo de ensayo dentro de la guerra asimétrica)
En Venezuela nos estamos enfrentando directamente y sin intermediación de fronteras, a los intereses económicos de los chinos y su concepto feudal de esclavitud disfrazado de comunismo. Por si fueran pocos estos gigantes hambrientos, Venezuela toda enfrenta la grosera intervención de Nicaragua, Bolivia, Argentina y toda esa camada de vividores que se acostumbraron a las suculentas dadivas que provee Venezuela en petróleo y negocios sin control, para mantener a corruptos y sátrapas en el poder.
Si esta situación no logra entenderla en primer lugar: Latinoamérica, se perderá la Región para la democracia.
Panana lo entendió con claridad y brindó oportunidades increíbles dentro de las fronteras permitidas para la denuncia pública, para dar a conocer la verdad, cedió su silla en la OEA a una luchadora, a un nombre entre los millares de nombres que a diario se inmolan por la libertad, lástima que el insulso Insulza sea una veleta con reconocidas debilidades, poca consciencia y ninguna vergüenza, se dio la vuelta y leyó un discurso en apoyo a la Dictadura.
La amenaza, insisto, se convertirá en una realidad. Estados Unidos, La Unión Europea y todos los demás países que se han alineado con la Democracia deben cerrar filas para defender a los venezolanos, decididamente enfrentados a luchar por la libertad y la Democracia en el mundo.
Si desconocen esta realidad y privan por encima del pueblo venezolano los intereses inmediatos del usufructo del petróleo, en muy poco tiempo se verán arrinconados, perdidos, porque el hambre de poder de estos depredadores no tiene límites.
La lucha del pueblo de Venezuela es la lucha por la supervivencia y la paz del mundo, si no logramos ver ese horizonte, el mundo se perderá en la absoluta negación de las sociedades libres, en aras del provecho y satisfacción personal de los Dictadores.
¡La sangre inocente derramada habrá sido en vano!
