Ayer (31-03-2014) mi hija menor, estudiante de Comunicación Social en la UCAB, después de haber intentado conseguir a quién requerirle el llenado del último ejemplar de cinco encuestas que le exigieron en la cátedra de Psicología, terminó por abordarme con cierta pena porque sabe lo que detesto llenar planillas que no conducen a nada y mas aun las que exigen respuestas medianamente serias. La encuesta pretende una opinión del encuestado sobre el talante de varias nacionalidades americanas: argentinos, brasileros, peruanos, mexicanos, chilenos, colombianos y por supuesto, venezolanos.
La opinión sobre las características que -en nuestro criterio- definen la personalidad de los nacionales de esos países, la damos generalmente considerando la fuente donde mejor percibimos sus rasgos de comportamiento; si bien el contacto directo con sus nacionales cuando los hemos visitado –generalmente estancias cortas- nos permite formarnos un parecer, este resulta muy superficial, igual lo que deja entrever la lectura de las obras literarias de sus principales ensayistas y novelistas; pero es el medio televisivo (el cable) que disfrutamos con mayor regularidad y recurrencia, por sus noticieros, entrevistas, novelas, revistas, musicales y otros programas, el que nos permite formarnos una opinión mas o menos aproximada sobre el común de los oriundos de estas regiones.
De los mexicanos, por ejemplo, opinamos tomando como referencia sus entretenidas películas, sus cantantes, la letra de sus rancheras, sus actores y actrices de televisión y cine, alguna que otra novela de Carlos Fuentes, sus emblemáticos personajes como Cantinflas, Tintan, Luis Miguel, Vicente Fernández, Juan Gabriel, Roberto Bolaños (El Chavo) o sus aguerridos boxeadores, etc.
De los argentinos, como opinar sin pensar en Diego Maradona, Sandro, Leo Messi, Julio Cortázar, Susana Jiménez o las madres de la Plaza de Mayo.
De los Chilenos, quien no ha leído un poema de Pablo Neruda o una obra de Isabel Allende, o no ha visto el espectáculo de Viña del Mar, o no recuerde algún pensamiento de Salvador Allende o las atrocidades de la dictadura de Pinochet.
De los Peruanos, que me perdonen Vargas Llosa y Jaime Bayly, pero la imagen que mas me viene a la memoria son las peruanas rechonchas y vagabundas, que junto a los peruanos machistas y promiscuos se presentan en el horrendo reality show de Laura Bozzo cuya frase emblemática es «¡que pase el desgraciado!».
De los brasileros o brasileños, nos asaltan la imagen de Pelé, Ronaldo, Ayrton Senna; sus bellas y talentosas actrices y galanes de las mejores telenovelas de la televisión, o la música de Roberto Carlos, Caetano Veloso, Chico Buarque o María Bethania.
De los Colombianos la percepción es la mejor concebida, porque es la mayor inmigración que hemos recibido y los tenemos de vecinos, amigos, parientes, empleados y asaltantes, algunos piensan que hasta de presidente. Claro, también nos formamos imagen a partir de las obras de García Márquez, o de las celebres comedias del productor Fernando Gaitán, o de las bien logradas series sobre el célebre narco Pablo Escobar y otros narcos y guerrilleros.
Por último, debía dar cinco (5) calificaciones que en mi criterio definan a los venezolanos; las primeras que se me vinieron a la cabeza son los siguientes: 1) Familieros; No sé si este término ha sido aceptado por la RAE, pero se me ocurre acuñarlo aquí, porque creo que somos los latinos que mas tenemos presente el vinculo familiar; toda la vida nos aferramos a la maternidad y paternidad sobre nuestros hijos, aun a desprecio de ellos, somos sobre protectores; los cuñados y las buenas suegras siguen siendo mas amigos nuestros después del divorcio, no queremos hacer largos viajes sin la familia o dejarlos mucho tiempo solos (claro hay algunos egoístas que les importa un carajo si los demás viajan o no) «eso les llevamos cualquier vaina y se contentan» dicen esos. 2) Buena gente: porque somos generosos hasta con los enemigos; nos solidarizamos con cualquier pena, angustia o necesidad ajena. Lloramos todos los dramas. Claro muchos de estos rasgos del venezolano pueden haber cambiado desde que Chávez con sus discursos inoculó en sus seguidores el resentimiento y el odio hacia otros venezolanos; 3) Exagerados: lo somos porque a todo le acuñamos un superlativo criollo, lo bueno lo consideramos “súper” o “máximo”, nunca alguien está disgustado, sino arrechísimo, no hay cola sino un colón, lo caro es carísimo, etc. 4 y 5) Indiferentes y Pendejos: Estas dos últimas percepciones las englobo, ya que no se si una gran mayoría son indiferentes (o “Niní” como se dicen llamar) por pendejos o ignorantes o son pendejos por ser indiferentes.
Gracias a la indiferencia de un importante número de venezolanos que no votan porque no les interesa o porque les da igual quien gane, es que hoy tenemos el régimen totalitario que nos aplasta; si, esos ignorantes que dicen “no me interesa la política, porque si no trabajo no como”, si aún conservan el trabajo, porque como han cerrado empresas en este país, producto de las medidas absurdas del proceso chavista, tampoco tienen mucho que comer con el gran desabastecimiento y la carestía que ha traído la política comunista del régimen o igual tienen que calarse las colas para comprar.
Gracias a esa indiferencia de muchos venezolanos hemos permitido que nuestras riquezas las regale el gobierno a Cuba y otros países del Caribe y Suramérica, mientras acá no hay dólares para importar medicamentos y otros bienes de primera necesidad.
En el edificio donde habita mi madre cerca de PDVSA La Campiña, hace mas o menos una década muchos apartamentos (suites) estaban ocupados por ejecutivos de dicha Empresa y en esas residencias reinaba la tranquilidad y las buenas costumbres. Hoy muchos de estos apartamentos los ocupan cubanos mantenidos por PDVSA, algunos de ellos malvivientes que han perturbado el ambiente social del conjunto residencial. Algunas mañanas me los tropiezo en el ascensor y me pregunto: ¿irá alguno de estos “descarados” (expresión usual de los cubanos) a Fuerte Tuina a ponerse el disfraz de “Robocot” o de “colectivo” para salir a reprimir y disparar a nuestros estudiantes y jóvenes inermes en las manifestaciones? ¡Esa barbarie también se la debemos a los venezolano indiferentes y pendejos!.
Otro que le echa la culpa de sus errores a los demás…
Me imagino que la idea del artículo es hacer que los «ninis» se sientan muy mal y salgan a guarimbear o marchar o no se qué cosa apoya el autor del artículo para derrocar al rrrrrrregimen…
Sí, somos tan buena gentes que estamos de subcampeones mundiales en modalidad homicidio, y eso usando las cifras oficiales.
Sí que somos buenagente, los venezolanos.
No me jodas.
Santiago maldito asesino