«Nosotros los enajenados, los marginales, los que somos rechazados, apartados, encerrados, los locos, esos que somos que no somos como ustedes, bien vestidos, bien bañados, bien perfumados. Esos que somos que no tenemos madre, ni esposa, ni hijos, ni trabajo estable, ni casa, ni cama, ni rutina. Esos que somos que no somos, que nos apartamos del mundo, que no lo queremos, que mejor los pasamos. Esos que somos nosotros les decimos a ustedes que en realidad son los locos. Ustedes, tan bonitos, que buscan el amor en las tortas, que buscan las tortas en el sexo, que buscan el sexo en los centros comerciales, ustedes, que odian con odio legal, admitido, promovido. Ustedes son los que están en realidad encerrados en sus deseos, que están enajenados por sus ansias, ustedes son los locos. El mundo que viven es un manicomio, nosotros vamos por buen camino.»
Texto apócrifo de un internado en un psiquiátrico.
¿ahora resulta que soy apócrifo?
Así es, no sólo marginal enajenado, sino también apócrifo, un título más para enmarcar en tu pared de diplomas.