En la tierra unos hacen cosas importantes, otros no tanto, unos se ganan un premio Nobel, otros solo se casan y tienen hijos. Unos son famosos, otros solitarios, independientemente de lo que hagamos en la vida todos tenemos un punto común, lo que tu y Bono el cantante de U2 tienen en común es que un día morirán, capaz y si tienes suerte hasta el mismo día.
Es cierto que todos somos distintos, nacimos en épocas y circunstancias diferentes. Unos tuvieron suerte y viven en Suiza viendo paisajes de esos que vemos en las postales. A otros nos ha tocado vivir más duro, enfrentar realidades que no escogimos. Estoy segura de que Ana Frank hubiese preferido haberse comprado una American Girl y estudiar en un cole de Estados Unidos, que escribir un diario refugiada de los Nazi en la II Guerra Mundial. Los 20.000 que murieron en el Genocidio de Ruanda en 1994, (increíble que pasen estas cosas hace tan poco tiempo), hubiesen preferido ser modelos en una publicidad de Benetton que tener que ser víctimas de la matanza de la raza contraria. Así también los venezolanos hubiésemos preferido ser uno de los países más fuertes de Latinoamérica en vez de convertirnos en un país donde la injusticia es norma, donde los justos caen y los crueles sobreviven.
No quiere decir que viviremos como víctimas por que es lo que nos tocó vivir, siempre es posible moverse, buscar una opción mejor. Si no que lo digan todos los españoles, portugueses, italianos, alemanes que emigraron para Latinoamérica hace 40 años atrás o que lo digamos nosotros que ahora somos los que estamos emigrando para allá 40 años después. El curso de los hechos me parece es cíclico y de una u otra forma nos puede tocar de cualquier lado en el de los buenos o en el de los malos tiempos.
A todos los que les ha tocado en esa momento de los malos tiempos, que han tenido que sentir en carne propia la impotencia de la injusticia. Al que esta tras unas rejas injustamente o a la mamá y esposa que le tocó perder a su esposo, que por creer en el país se quedó en el, y hoy es una víctima más del hampa común. No me queda la menor duda de que a todos ellos cuando mueran, así como en la tierra andamos con pasaportes para pasar de un país a otro, allá en el más allá o como le quieran decir, tendrán un pasaporte VIP, no tendrán que hacer ni cola para entrar al cielo, tendrán un Fast Pass como el que te dan cuando hay cola en las montañas rusas. Tengo fé en que los venezolanos y todos los países, naciones y generaciones que han sufrido, tendremos una salita con aire acondicionado y caviar ahí al ladito de San Pedro.
Aunque la vida nos parezca eterna, son sólo unos años, para algunos más para otros menos, luego vamos como Steve Jobs y Chávez al mismo matadero. Así que por lo pronto, más allá de si haces dinero o de si eres feliz o no. Creo que lo importante es mantenernos del lado de los buenos, no importa lo que nos toque, por que es la única forma que sé podremos ver esa salita VIP con aire acondicionado, caviar y uvas al ladito de San Pedro.