Me encanta una negra.
Las dos primeras negras con las que estuve fue en Venezuela, pero ya hablé de ellas…
Un día fui a 360, mi segundo hogar, y como otras veces entré con Mariel, al subir a la habitación vi una negra que me despertó todo tipo de pasiones, le pregunté a Mariel por ella y le pregunté si podíamos hacer un trío… la negra se llama Trianny.
Otro día me topé a una flaquita negra café con leche de trenzas marrones, bella, es de la zona del Limón (Costa Rica), me dio una buena mamada, pero parecía incómoda con el fluido transparente que sale, tenía las trenzas llenas de adornos que se movían en locura frenética cuando estaba encima de mi.
Luego conocí a dos negritas una café con leche otra negro expresso, una de 19, otra de 18, ninguna sabía mamar, ambas tímidas, primerizas con ese candor cero kilómetros, la primera no se dejaba chupar, la segunda gritó en medio de la faena «tengo hambre, quiero ir a comer». La primera se hacía llamar «María Fernanda de los Angeles»… y seguía algo que sonaba a «sin pecado concebido», pero me dio tanta risa el nombre que estallé en una carcajada antes de que terminara de decírmelo, Fernanda me dijo que nunca había escuchado una sonrisa tan burlona, quizás nunca había conocido a un Venezolano. La segunda se hacía llamar Sofía, bella la negrita, pero no supe más de ella.
De Fernanda me enamoré, pero duró poco, en el segundo encuentro me desilusioné al verla ya vestida de puta con ese desdén y desprecio con el que muchas te atienden… y para colmo tampoco se dejó mamar. Se acabó.
Con Trianny repetí, es una negra con un cuerpo perfecto, tallado, con abdomen tipo gimnasio, un culo perfecto, tetas hechas del tamaño de un balón de futbolín.
Trianny no es de quedarse mucho tiempo en un mismo putero, se fue de 360 y supe por el foro que estaba en la sala VIP, un antro, pero por ella valía la pena… me hice su cliente, me dio su teléfono y siempre hacíamos la misma rutina: saludo, chupar tetas, chupar culo, 69 (la única puta que chupo es ella, su vagina y culo son espectacularmente limpios y huele delicioso) para finalizar ella de espaldas boca abajo con una almohada metida bajo la pelvis y yo encima de ella. No se deja dar besos, solo piquitos.
De VIP brincó a una sala de unos gringos, luego se fue a Cartago, luego se fue a una sala llamada Oasis y allí la vi de nuevo. Un día fui y estaba ocupada, mi segunda en la lista era Cosita Divina, que daba unos besos espectaculares, quizás por celos o por ganas de besos me fui a 360 a ver si Cosita estaba… no estaba, regresé a Oasis, ya Trianny había terminado, estaba libre, saludo, besito, fuimos al cuarto de siempre, una mesa con una vela apagada totalmente consumida, la esperma de la vela toda regada en un plato plástico, una bata de baño blanca, limpia colgada, ambiente de cuarto de viejo convaleciente, entró Trianny, recién bañada, con el paño haciendo un esfuerzo por taparle esas tetotas.
Comenzamos la rutina de siempre… tetas, chupar culo, 69 cuando se acostó boca abajo, yo ya con el condón puesto lo agarró y me dijo «déjame jugar», se comenzó a estimular superficialmente el ano y metía «solo la cabecita», intenté meterlo un poco y me dijo «NO!, yo lo muevo», me quedé inmóvil como estatua… lo introdujo poco a poco, quizás hasta la mitad… le pedí que me dejara regarme, se me quedó viendo con cara de culo, le dije que no me movería que ella podía sacarme la leche, que me encanta ese agujero y que me vendría rápido, así fue… con suaves movimientos todo acabó.
Terminé feliz y sorprendido, ella también… como una carajita me preguntaba «¿Cuanto la metiste?» (en Costa Rica el pene tiene nombre femenino) le dije que casi la mitad… aplaudió y se contentó «vamos a seguir jugando Rico, vamos a seguir jugando» me dijo.
Volví a Oasis la semana siguiente.
– ¿Esta Trianny?
– Si… «TRIANNY!!! te buscan»
– Hola Rico
– Hola mi amor
– Venga Rico, venga…
Tetas, chupada de culo, 69 y a jugar…
Esta ves lo metió completo, se movía como una culebra, ella acostada boca abajo, yo encima por la espalda, torneó el cuerpo hacia su derecha, la tomé con las manos detrás de su cabeza y le di unos piquitos, se excitó, llegó, abrió la boca y nos dimos un beso de lengua.
¡La Gloria!
Al sacarlo estaba el condón manchado de mierda en la punta, me dio asquito, me dijo, «ya voy Rico, ya te limpio».
Me limpió, me acosté con una sensación de realización, de gozo, de asco, de culpa, de felicidad, todo al mismo tiempo.
Me enamoré, pero de la forma que uno puede enamorarse de una puta: cliente fijo.
Tres veces mas la he visto…
Siempre en Oasis
Siempre comenzamos por las tetas
Sigue el beso negro
69
Jugar
Condón con Nutella
«Adiós rico»
Ayer la llamé…
– «El suscriptor que ha llamado tiene el celular apagado o está fuera del área de cobertura»
Al cuarto intento me fui a 360…
Las putas siempre me generaron cierta aversión, ojo, hablando desde el punto de vista físico/higiénico, tal vez es que las putas que he visto son tukys, piedreras, caracortadas o tal vez fue aquella vez en mi adolescencia que cruzando en una esquina detrás del terminal de Barquisimeto encontré a aquella gorda inmensa, horrible y semidesnuda esperando por su próximo cliente, sin embargo me da curiosidad como es eso de cojerse a una, por mas ingenuo e inocente que suene.
He tenido sexo con muchísimas tipas, ninguna puta, todas normales, algunas unos monumentos de mujer, otras que me produjeron un ratón moral pero que igual me las comí con gusto, todo a punta de labia y maldito físico (Quisiera yo), les he hecho de todo y me han hecho de todo, y leyendo todas tus entradas de putañería has confirmado mis sospechas: Jamás estaría con una puta por iniciativa propia. No me malentiendas, soy una persona que peca de libertina, pero el hecho de saber que la tipa está ahí por los riales y no por mi evitaría que tuviera siquiera una erección…Aunque si es buena actriz, de caderas muy anchas y de culo mas ancho, sin duda te acepto la invitación, igual siempre hay que probar cosas nuevas para decir con propiedad lo que no te gusta…Como aquella gorda que me cogí…
Ey Matón, hay putas de putas… a mi me gustan las callejeras, pero acá en CR he aprendido a tomarle el gusto a los puteros que muy decentemente llaman «salas de masajes»…
Mi intención no es hacer una apología o una campaña de marketing en pro de la putañería, pero tampoco voy a caer en consejos de fumador barato de «nunca fumes, esto es una mierda»… cada quién sabrá que hace con su cuerpo.
Como bien dices las putas no están allí por ti… están por tus reales… con ellas me gusta tener una especie de «cordialidad comercial»… además que coño, si uno es amable con el panadero que te prepara un café… ¿como no ser amable con la caraja que te hace un mamerto?
Algunas son extremadamente expertas en el marketing emocional… y te hacen creer que les importas y hasta te celan…
«Que tiempo tenías sin venir papito?»
«Claro que me acuerdo de tí?»
«Por qué tan perdidito?»
«Me tenías abandonadita»
Pero la verdad no tienen ni puta idea de quien eres…
En Venezuela hay mucha puta coño e’ madre… te roban, te joden, aquí también… pero son menos, y las salas de masajes son ambientes controlados que permiten que la vaina fluya mejor.
Exitos.