Los adultos han perdido la capacidad de asombro, el tacto de lo maravilloso, la pequeña vertiente por donde entra la luz de lo nuevo, este don los niños lo mantienen intacto, me gusta andar siempre con una nariz de payaso en el bolsillo y algún truco debajo de la manga para ver en qué oportunidad puedo presenciar ese asombro inocente y lleno de infinitos aprendizajes. Una tarde en la que realizaba varias diligencias de trabajo por el centro de la ciudad, entre a un centro de impresiones y fotocopias para reproducir algunos textos en los que estoy investigando, mientras esperaba que terminaran de atenderme vi a dos niñas pequeñas, una tendrían una 5 años y la otra 7, se me acercaron ofreciéndome por dos bolívares un pedazo de papelito en forma de cono con un lazo de tela y una calcomanía pegada todo amarrado con un hilito, que ellas mismas habían hecho, yo les pregunte que se suponía eran esas extraordinarias y extrañas mercancías que me estaban vendiendo, una dijo que era un adorno para la casa y la más pequeña dijo que era un librito, entonces yo simule que estaba buscando plata por mis bolsillos y rápidamente mientras les hablaba di un giro y me coloque la nariz de payaso que llevaba en mi bolsillo también me puse al revés el sombrero que llevaba puesto, las mire fijamente y les dije ¡Un librito! ¡qué clase de librito es ese, uno para duendes, que les pasa me confundieron con un pitufo o que! De donde salió ese payaso dijo la niña pequeña, no se, creo que apareció de pronto dijo la grande, a ver que es esa cosa que están vendiendo, les dije mientras les quite de las manos su creación de papel hilo y tela ¿una trompeta? ¿¡Una avioneta!? No no y no me respondían las niñas sin parar de reírse, ya se un sombrero, les dije mientras me ponía el conito de papel en mi cabeza, ¡oye claro, puede ser, me dijo una de las niñas y en ese momento di otro giro rápido quitándome la nariz y arreglándome el sombrero y les dije. ¡Hola todavía están aquí? ¿Y el payaso? Dijo la pequeña ¿Cuál payaso pregunte yo? ¡Tú eres el payaso! Dijo la grande, oye yo no soy ningún payaso soy profesor de matemáticas les dije seriamente, bueno nosotras nos vamos a dar una vuelta y cuando regresemos si el señor no está, ¡aquí hay un payaso! Y se fueron hasta el final del pasillo, cuando volvieron corriendo yo ya me había puesto otra vez la nariz de payaso y el sombrero al revés, ¡hola niñas donde estaban? Me dejaron jugando solito aquí! Pero es que un señor nos quería engañar, ¿Cuál señor? Pregunte yo extrañado, uno que estaba aquí dijeron las niñas casi al mismo tiempo, pero yo no he visto ningún señor les dije mientras daba otro giro sorpresivo quitándome la nariz y el sombrero, bueno aquí pasa algo raro ¿A dónde se fue el payaso?, dijeron las niñas ya con los ojos enormes y abiertos como ventanas, y dale ustedes van a seguir con ese cuento del payaso, tu eres el payaso me dijo la niña grande, claro que no y me metí las manos en el otro bolsillo y les saque una caja de cigarros y les dije miren yo tengo cigarrillos y los payasos no fuman, es verdad que no fuman dijo la niña grande, pero bueno ya está, dijo la niña más pequeña, nosotras nos vamos a dar otra vueltica y si cuando regresemos el señor no está, ¡el payaso existe!. Vi a las niñas alejarse rápidamente entre risas y miradas cómplices, quede tan asombrado del asombro de esas pequeñas que se me olvido por completo el resto de cosas que tenía que hacer esa tarde y me fui a casa a prepararme un café.
DE LA INVENTADERA DE LOS INVENTORES QUE INVENTAN
En la actualidad hay más inventos que inventores y los inventos que inventan hoy son en sí mismos puro invento, nada serio, ningún legado a la ciencia o a la humanidad, parece que los verdaderos inventores son cosa del pasado, si queda alguno por ahí seguro es reliquia de museo y debe estar inventando como no morirse de nostalgia, por eso quise rendirle un pequeño homenaje en clave de humor a todos aquellos grandes inventores que se les fue la vida en una idea, es obvio que tendré que dejar algunos por fuera, como el que invento la mayonesa o la persona que descubrió las chancletas y el maní, por mi parte prometo inventar pronto otro montón de tonterías para reunirlas en otro libro tan inútil como este y así no tener que excluir a nadie que merezca ser excluido y olvidado por la historia, por cierto el que invento la historia es otro gran estafador, un gran colega al que aprecio mucho y que algún día le hare una biografía ilustrada de sus mejores mentiras. Pero en esta primera parte indagare sobre los inventores que ayudaron sin saberlo a inventar todos juntos pero no revueltos con cada uno de sus inventos, a inventar el peor y más cancerígeno invento de todos: La Sociedad.
CASOS INSÓLITOS NO REGISTRADOS EN LA HISTORIA OFICIAL.
Cuentan que un día borracho hasta reventar Graham Bell se quedó ronco de tanto gritar para que lo escuchara alguien que lo sacara de su soledad, desesperado, esa misma noche invento el teléfono.
Thomas Alba Edison le tenía un miedo descomunal a la oscuridad, cuando era niño casi incendia la casa entera de tantas velas velones y candelabros que prendió una noche que no podía dormir alucinando con monstruos y fantasmas, decían los vecinos chismosos que su mama lo dejaba castigado en el sótano por largas horas, un día de esos, preso en la penumbra, por pura rebeldía, invento el bombillo, desde ese momento su mama debía pagarle los servicios de luz eléctrica sin atrasarse en las cuotas, de lo contrario le salía encierro en el sótano por morosa.
Los hermanos Lumiere eran unos niños terribles que llegaron a ser unos adolescentes mas problemáticos aun, un día se quedaron encerrados en una farmacia toda la noche, después de jugar a los bar tender mezclando cocteles de antibióticos y psicofármacos, en medio de una tremenda traba agarraron una nota que habría dejado perplejos a Bob Marley y Jimy Hendrix y sin saber muy bien como lo hicieron, inventaron el cinematógrafo.
Henry Ford siempre llegaba tarde a todos lados, lo habían botado de siete trabajos distintos en menos de un mes por llegar tarde, todos los días llegaba tarde a su casa y su esposa no le creía ya ninguna de sus rebuscadas excusas, buscaba tarde a sus hijos en la escuela y hasta llegaba tarde a la partida de naipes con sus amigos, un buen día decidió desaparecer por completo y después de un buen tiempo apareció, para sorpresa y asombro de todos llego muy puntual, sobre una ruidosa y extravagante máquina, había inventado el automóvil y por muy curioso que parezca seguía llegando tarde a todas partes, al parecer su ex socio, un caraqueño avispado, por pura venganza, invento la cola y el tráfico.
Una vieja cacatúa, antipática y solterona, más aburrida que un seminario en arameo sobre el celibato, que trabajaba de conserje en un edificio de envidiosos, chismosos, peleones y faranduleros, invento el Facebook bajo el seudónimo de un tal Mark Zuckerberg.
DIALOGOS DE PROFESIONES OFICIOS Y OTRAS PATOLOGIAS
SEC 1. INT. NOCHE EN UN BAR
(Se ve a dos artistas, un cineasta y un poeta, sentados al fondo del bar)
-Cineasta: Que le pasa colega, lo noto más pensativo que otras noches.
-Poeta: no es nada, es algo, es algo en la nada del todo lo que me pasa.
-Cineasta: si yo no te hablo en cinematográfico por que me hablas tú en poético?
-Poeta: Ahora eres tú el que delira.
-Cineasta: no, de la lira sabrás tu que eres poeta.
-Poeta: de la lira sabían muchos italianos hasta que llego el Euro.
-Cineasta: como sea, de todas formas se que algo, te molesta
-Poeta: si, me molesta tu pie sobre el mío, me estas pisando
-Cineasta: disculpa, no me di cuenta, pero hablo en serio
-Poeta: y yo siempre pensé que hablabas en serie, como ustedes los cineastas lo ven todo por secuencias y series
-Cineasta: y que me dices de los poetas que hablan raro, como si estuvieran drogados o a punto de morir
-Poeta: todos morimos
-Cineasta: déjate de joder viste que hablan raro!
-Poeta: más raros son ustedes que se la pasan imaginando versiones de cualquier cosa y cuando miran algo, no lo hacen de una forma natural y normal como todo el mundo sino que siempre para mirar extienden los brazos, juntan las manos con los dedos formando un triangulo y cierran un ojo
-Cineasta: son técnicas del oficio, por fin me vas a decir ¿qué te pasa?
-Poeta: es que hace tiempo no me puedo sacar una idea de la cabeza, me da vueltas y vueltas y no logro definirla bien.
-Cineasta: y bueno escribe un libro sobre eso, un poemario nuevo sobre las ideas inconclusas del proceso creativo.
-Poeta: ya se te fue el yoyo, es algo más complicado y extraño para mí, respondo a una percepción, en fin, quiero digerir una película.
-Cineasta: será dirigir una película
-Poeta: es lo mismo
-Cineasta: cómo va a ser lo mismo digerir que dirigir, mira a veces dudo de que seas poeta de verdad, tú estás loco
-Poeta: loco estas tu que andas con esa cámara para arriba y para abajo en vez de estar con mujeres y para que lo sepas, claro que es lo mismo, para dirigir una película primero tienes que digerirla, como la vas a dirigir si no la digieres o es que tu primero te emborrachas y después te tomas la sangría
-Cineasta: En el cine es así, todo lo divides por escenas y se filman de atrás para adelante y se graban planos de detalles de continuidad
-Poeta: para eso te llame, para que me ayudes a digerir una película
-Cineasta: porque no digieres primero la cerveza que se te calienta
-Poeta: dale en serio que necesito para hacer una película, el guion literario no me preocupa, tengo varios argumentos, yo me refiero a lo que se requiere en un set de filmación
-Cineasta: quieres que te diga la verdad, sinceramente lo más importante lo que nunca puede faltar en un set es tirro y café
-Poeta: ¿Cuántas cervezas llevas?
-Cineasta: es en serie, digo en serio, mira te lo voy a explicar, Hollywood tendrá sus maravillas tecnológicas y todo el avance en efectos especiales pero nosotros tenemos tirro y café, en cualquier producción de cine nacional, siempre sabes a qué horas entras al set pero jamás sabes a qué hora saldrás, puedes estar ahí de 8 a 12 horas diarias ¿Cómo se aguanta semejante maratón? ¿Cómo soportamos repetir la misma escena hasta quedar estúpidos de cuerpo y alma?
fácil, una buena tajada del presupuesto está estrictamente destinada a la compra en cantidades industriales de café, siempre negrito y fuerte, termos interminables de café en cada rincón del set, las altas dosis de cafeína consumida por los técnicos, productores, actores y directores van acelerando el ritmo y el tiempo del rodaje, todos corren de acá para allá, de un lado a otro, como un hormiguero en fiesta de cumpleaños, todos hablan nadie escucha, se invierten los roles, los directores actúan, los actores dirigen, los productores encienden nueve celulares los asistentes de los asistentes nombran nuevos asistentes, nadie apaga la desquiciada máquina de humo, las luces empiezan a parpadear, el monitor estalla y se incendia el croma, entran de coñazo 20 adolescentes eufóricos creyendo que es la inauguración de una discoteca, como resultado todo queda en ruinas, pero no hay de qué preocuparse, absolutamente todo se soluciona con tirro, gran parte de la escenografía, todo el material de utilería, nada ni nadie se salva del TIRROrismo, tirro y tirro a lo que se atraviese, se logran grandes restauraciones del arte a punta de tirro.
-Poeta: ¡Que alivio!
-Cineasta: sin duda alguna, lo mismo que pienso yo, el invento del tirro es un alivio
-Poeta: no, yo quería decir que es un alivio que elegí ser poeta y no cineasta, en la poesía hay locura pero en el cine hay esquizofrenia, me curaste, eres mejor psiquiatra que cineasta, ya no quiero digerir una película, me quedo con los poemas donde el único margen de peligro se reduce a un lápiz y una hoja en blanco.
-Cineasta: ¿pero ni siquiera me vas a contar sobre qué tema querías tratar en tu esbozo de película?
-Poeta: sobre el cine nacional
-Cineasta: Ah, ya veo ¿otra cerveza?
-Poeta: se me antoja más bien un café.