Orinar hacia adentro
En la posibilidad de ejercitar la autocritica
Es el precio que hay que pagar
Por andar desconfiando del maestro
Hombre de gran reputación
Que se ha ganado su posición a pulso
Impulso y manejo licito de conciencias
El hombre compro la arcilla
Y no hice nada para detenerlo
Tenía los dedos atornillados al trasero
La verdad no se puede escribir nada propio
Sin pedir permiso
Poner la otra mejilla y agradecer el golpe
¡Qué golpe señores!
Golpe de maestro de obra
Su obra
La cuartilla en que rodeo su cuello con mis manos
Me adelanto al baño, no hay fila
Y libero el miedo.