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–Pero a los latinoamericanos nos encanta el caudillismo, el hombre fuerte, comer mierda. Eso lo heredamos de los españoles. El infantilismo político. Nos encanta tener a un tipo tocándonos el culo. Comenzando por… –y en eso Leocenis se estira una barba ficticia, como si estuviese hablando de San Nicolás. Un gesto clandestino que todos entendemos: Fidel.