Hace unos días Lilian Tintori reclamó al presidente Maduro que mantuviera como preso político a su esposo Leopoldo López. En esa oportunidad dio una declaración bastante desafortunada donde decía que Chávez nunca tuvo presos políticos excepto por Simonovis y que Nicolás había acabado con el legado del comandante porque estos casi dos años habían sido peores que todos los años anteriores del chavismo. Líderes de oposición como Henrique Capriles también han dado declaraciones similares en otras oportunidades. Asimismo no son pocos los comentarios en redes sociales o familiares y amigos que de repente te sueltan sin anestesia que al menos Chávez era tal o cual cosa. O que esto no pasaba en los tiempos del Comandante Supremo.
Que del lado chavista se quiera endiosar a Chávez no me extraña. Al fin de cuenta el culto a la personalidad es uno de los signos representativos de la revolución bolivariana. El gran portaviones lo llamaban porque con su carisma bastaba para ayudar a cualquier candidato suyo a ganar una alcaldía o gobernación. Tan es así que bastó que nombrar a Nicolás Maduro como sucesor para que éste se hiciera con la presidencia a pesar de sus notables deficiencias en todos los cargos que ha desempeñado.
Pero que del lado opositor se esté propagando semejante mentira es cuando menos preocupante y vergonzoso. Yo entiendo que la relatividad del tiempo en Venezuela hace que un año se sienta como tres pero no es excusa para no llegar a la más elemental de las conclusiones: sin Chávez no habría Nicolás. En algún punto la estrategia electoral pasaba por intentar atraer al chavista descontento y no se hablaba mal del difunto pero ya ha corrido mucha sangre en Venezuela como para pretender que esto no es una consecuencia del gobierno de Chávez.
Hugo Rafael Chávez Frías pasó años estudiando cómo imponer su modelo trasnochado de socialismo/comunismo. Cuando las armas no le sirvieron para alcanzar sus objetivos se valió de los mecanismos democráticos para hacerse con el poder. Todo esto con la complicidad de sectores variopintos de la sociedad venezolana donde gente como Caldera, Uslar Prieti y Marcel Granier se juntaron para darle palo a la democracia creyendo que le daban palo a un partido o a Carlos Andrés Pérez.
El chavismo utilizó las elecciones a su antojo una vez que llegaron al poder. Pero no se puede hablar de democracia sólo cuando se gana. Siempre que el chavismo perdió buscó la manera de imponer su voluntad. No hay que irse más allá de la derrota electoral cuando el referendo del 2007. Prácticamente todos lo que estaba incluido en esa propuesta se terminó aprobando por la Asamblea, por la Habilitante o incluso por elecciones sin importar que la Constitución lo prohibía. O la creación de gobernaciones paralelas para quitarle competencias a los gobernadores electos que pertenecieran a la oposición. Así quién puede decir que en Venezuela hay una democracia.
Por un lado Chávez aprovechó la bonanza petrolera para dar dinero a través de las misiones y otros “programas sociales” que nunca resolvieron los problemas de fondo de Venezuela. Años más tarde no se puede decir que los Barrio Adentro fueron la piedra fundacional de un sistema de salud eficiente, por poner sólo un ejemplo. Pero nunca se invirtió a futuro o en crear un modelo sostenible. En paralelo, Chávez utilizó estas medidas y su popularidad para acumular cada vez más poder y eliminar libertades. En 2007 cerró RCTV y más adelante una cantidad nada despreciable de emisoras de radio. Llenó el Tribunal Supremo de Justicia de sus propios jueces e hizo lo mismo con el resto de poderes, incluyendo el electoral.
Así como cada año aumentaba el costo de la vida, la inseguridad y la escasez en esa misma medida aumentaban los abusos de Chávez: irrespeto a la separación de poderes, persecución a la disidencia, represión y ataques a la libertad de expresión. Todo esto se normalizó al punto que así son nuestras instituciones, un solo amasijo donde se concentra el poder.
Por ello se le hace un flaco favor a la democracia cuando la oposición decide unirse al coro de voces chavistas según las cuales Maduro está destruyendo el legado del comandante. Entiéndanlo bien, Maduro ES el legado de Chávez. Esta crisis ES el legado de Chávez y nadie más. Todo el gobierno está conformado por personas de confianza del galáctico. Hay que señalarlo en toda ocasión. Venezuela no necesita un mejor socialismo ni niguna de esas estupideces que a veces dicen los líderes de oposición. El problema no es Maduro ni Chávez, el problema es el modelo implantado del cuál no se puede rescatar nada.
No hay nada que defender de la figura de Chávez. Hacerlo es servirle la mesa a otros chavistas para que se logren adueñar del supuesto legado. Es miope querer convertirlo en una figura más allá del bien y del mal. De seguir así dentro de unos años (o meses, en Venezuela nunca se sabe) tendremos un chavismo malo y uno bueno. Y Venezuela vivirá para siempre bajo la mirada etérea de Hugo Rafael.
Palabra cierta, todavía una buena tajada de la población cree que todo es culpa de Maduro y que si Chavez estuviera vivo nada de esto no ocurriría…
Al final de cuentas se juega con la ignorancia del venezolano y su habilidad para olvidar todo en menos de una semana (de hecho solo hace falta un puente o días de asueto flash por decreto para que todo se calme)
No pasaba esto, pero la crisis económica por el despilfarro, malversación y corrupción no faltaba mucho en aparecer.