Cuando Capriles decide aventurarse a dejarles las manos de la nación al tiempo de Dios, casi todos mi amigos opositores y bien creyentes decidieron hacer de la frase una insignia de vida, una razón de ser.
Y es que acaso Capriles no sabia lo que se estaba jugando acá? Un amaño electoral que con el tiempo se ha comprobó lo evidente que fue, como es que el futuro de una nación se logra apaciguar con solo una frase celestial.
Ahora sale Maduro y su golpeada inteligencia, y decide dejar lo que queda de país a la providencia de Dios, y todos al unísono han criticado tal comentario como si fuera una desfachatez.
Creo que el Dios de Maduro no es igual al de Capriles, uno es gentuza, populacho, plebe, el otro en mas glamoroso, y usa polos de Burberry y es el mas indicado dentro de la clase media.
El noveno mandamiento dice: “no consentirás pensamientos ni deseos impuros”
Basta con leer cualquier comentario de paginas como Dollar Today La Patilla para que veamos lo buenos samaritanos que somos, desean la muerte de casi todos los miembros del gobierno, para que la masa responda con un “Dios te escuche”.
Yo si creo que este país merece que Dios piense cuando y como va el a proveer, y que se tome su tiempo, total es Dios. Mientras Maduro y Capriles pueden seguir usándolo como anzuelo, para crear esa sensación de que no vamos hacer nosotros los que vamos a resolver nuestros problemas; sino algo mucho mejor, una fuerza difícil de explicar.
Debe ser por eso que Venezuela esta inundada de cualquier cantidad de sectas religiosas.
Basta con encender la TV en las mañanas, para ver el carnaval de farsantes que bajo el poder de la cámara te dicen como será tu día, semana o mes, a través de una cosa llamada los signos.
Si nosotros creemos tantos en supersticiones por que alarmase cuando Maduro decide esperar que Dios nos arregle este desastre, yo creo que esta bien, sino pregúntele a Capriles si el sabe para cuando mas o menos será el tiempo perfecto.