⊕ Encerrados afuera ⊕
Mientras camino por la casa como la manzana «de la mesa al comedor» y viceversa, sin saber qué hacer, me pregunto cómo hará Leopoldo López para pasar «sin saber qué hacer» todos los días. No solo él sino todas las personas que componen la injusta lista de presos políticos. Mi interés no es avivar la amargura, por ejemplo mencionando que el 91% de los casos judiciales no se resuelven. Mi interés es invitarlo a ud. lector a la reflexión: La experiencia en la cárcel chavista-madurista ¿Cómo ha transformado a las personas?
Ninguno es la misma persona. El año pasado publiqué en facebook «No comparto la tendencia política de Leopoldo López, pero pienso que lo que ocurre es injusto y blablabla». Hoy día quizá apoye sus ideales porque el Leopoldo que yo conocí no es el mismo. Ni lo es cada uno de nuestros presos políticos.
Después de que Leopoldo López cayó preso una amiga me contó que en aquella época cuando en Caracas se hacían raves de calidad internacional, López fue a un rave. Ese dato sobre el señor López cambió mi forma de percibirlo. Lo ví como una persona que seguramente ha fumado marihuana, como un caraqueño más al que incluso puedo llamar Leo. Un hombre que el último año debe haber cambiado mucho; pero otra parte de él no lo ha hecho. Siempre recurro a la frase «pensar el cambio desde lo que no cambia» cuando filosofo tipo intensity. Por otra parte, ¿quién no ha escuchado «la Venezuela donde yo crecí es otro país»? Pues sí, las cosas y las personas han cambiado; y aunque no tengamos un termómetro para saber qué sigue siendo parte de la identidad venezolana, deben haber aspectos que siguen intactos.
Nuestros presos políticos tienen que cumplir con una disciplina mental diaria para evadir la locura. Mi conclusión personal es que la estrategia del chavismo no fue ni es «divide y vencerás» sino «vuélvelos locos y vencerás».
Lo que se vive en Bolivariana no es normal y hay que tener guaramo para no caer en la tentación de perder la razón.
Entonces, bailoterapia, libros complicados, ejercicios corporales, canto, todas son posibilidades que los presos manejan para practicar una rutina que los mantenga vivos y sanos. En mi humilde opinión, todo el que mantenga su sano juicio es un héroe, desde los muchachitos atrapados en un sótano del Sebín (al mejor estilo cubano) hasta quienes han sobrellevado un intento de suicidio, como el abogado Marcelo Crovato. La compostura es algo que cuesta mantener aún viviendo en sociedades «civilizadas». La depresión es un fenómeno que ataca a todos los países y no es un chiste; es un estado donde vives encerrado afuera y cada quien que sobrepasa sus íntimos pesares es héroe de su propia historia.
Imagínate que nuestros presos políticos practicasen el humor como manera de resistir y sobrevivir. ¿Qué tan graciosos o ácidos fuesen sus chistes? ¿Cómo será ir a ver un stand up comedy de un alguien que fue preso político durante el chavismo-madurismo?
Existen tres países: 1) Venezuela, 2) Bolivariana y 3) Nueva Venezuela.
Desde hace un año me cuesta ver imágenes de la Gran Sabana sin que me salgan lágrimas. Me conmueve saber que existan tantas plantas en un recuerdo común de Caracas. Es la mezcla de un país que «no volverá» con un país del que «estoy ida demasiado». La naturaleza de por allá tiene una magia que es difícil de explicar. En mi opinión «el legado de Chavez» fue y es habernos robado la esperanza. Esa es la gran victoria chavista. Es difícil imaginar un futuro en Bolivariana si ni siquiera creemos en la oposición. Ahora bien, basta ver cómo se comporta la oposición de otros países -y los políticos en general- para entender los logros positivos de la oposición; haber creado «La Unidad» es sencillamente inteligente. Bravo a todos los ciudadanos que han dado su grano de arena en la lucha por la paz. Una pita a todos lo que lo han hecho y siguen haciéndolo mal.
¿Qué puedes hacer tú para cambiar las cosas? Cada vez que ´mal tripeas´ estás fortaleciendo al chavismo. Tu tristeza te debilita y los hace a ellos ganar. Hace un siglo nuestro país vivía la dictadura de Gomez y los venezolanos de antaño jamás soñaron con el internet. Para tí es igual de imposible pensar que algún día vamos a liberarnos de Bolivariana y quedarnos con Venezuela. Ojalá que para ese entonces no hayan habido tantos desastres ecológicos ni sociales. Sí señores, porque nuestro país algo nos enseñó: Siempre se puede estar peor.
Quiero finalizar afirmando la fortaleza y facilidad al hablar de Lilian Tintori. La manera en que ha intentado mover el mundo para liberar a su marido. En el momento que escuché de los labios de Obama decir «Leopoldou López» y luego, más tarde en otro video diciendo «todous somous americanous» entendí que el Baraco Bama que yo conocí hace 10 años no es el mismo Barack Obama. Estoy segura que Leopoldo tampoco lo es. Ojalá Venezuela deje de ser un luto y a la esperanza le dé la gana de pasear entre nosotros.