Como si se tratase de una de las últimas películas que describen relaciones sadomasoquistas o el capítulo de alguna novela de Donatien Alphonse François, Marquis de Sade, hemos presenciado la HUMILLACION perpetua y constante a la que sistemáticamente, con predeterminación y alevosía, ha sido sometido el pueblo venezolano en estos últimos tiempos por parte delos amalgamados poderes que constituyen al gobierno venezolano y , yendo a un nivel superior, por parte de los hermanos Castro desde la Habana.
Ningún pueblo en Latinoamérica, salvo el cubano, ni siquiera los que cuentan con menos de un cuarto de los ingresos que obtiene Venezuela padece actualmente de las calamidades programadas y organizadas por el régimen del bicéfalo monstruo Maduro-Cabello y su camarilla. La escasez de alimentos no ha sido más que el producto de la destrucción de la producción nacional y de los sistemas de comercialización para que el pueblo dependa de las importaciones hechas por el gobierno con dos propósitos bien definidos: el chantaje permanente de la voluntad popular y el mantenimiento de unos engranajes de corrupción que ha permitido enriquecer a funcionarios, testaferros y familiares hasta niveles intergalácticos. El primer objetivo lo podemos diariamente en las colas de los abastos, hasta en los del gobierno, en chantajes como el de “dos pollos por una firma contra el imperio”, en la utilización de sistemas electrónicos para modernizar la humillación y el sadismo. La dosis diaria de ironía en las declaraciones sobre la potencia productiva que es Venezuela, las cifras de reducción de la pobreza y hasta una gorda de estas revolucionarias que está a punto de reventar de tanta gula le pide al pueblo que no coma tanto. Del segundo objetivo hasta ellos mismos lo muestran a diario con la opulencia que exhiben a diario y con la ironía con la que los capos mayores piden castigar la corrupción a sabiendas que sus malhabidos recursos están diluidos en cuentas de testaferros y familiares en Suiza, en Andorrra y en otros lugares remotos del mundo. Y a niveles más bajos no es ningún misterio que descifrar en la aberración económica del bachaqueo, porque siempre detrás de ellos habrá un funcionario sacando la mejor tajada.
Otra de las acciones más inhumanas ha sido la escasez de medicamentos, la reducción de los recursos para los centros médicos públicos y el acoso permanente a los centros médicos privados. Para los enfermos y para sus familiares, vivir en Venezuela se ha convertido en un suplicio, en una tortura diaria al padecer la angustia de conseguir medicamentos o para ser tratados dada la reducción de equipos especializados por falta de mantenimiento y por falta de insumos. Se centros médicos hospitalarios se han venido reciclando insumos que deberían ser desechables o se utilizan cuando ya ha caducado la fecha recomendada y los sistemas de esterilización son cada vez más precarios.
Aunado a todo esto aparece nuevamente el fantasma de la tortura y del ensañamiento judicial por parte de los amalgamados poderes contra quienes difieran y sean críticos con el régimen. Ya han sido demasiados los estudiantes encarcelados y asesinados con disparos en la cabeza, tal vez para complacer el capricho de Charderton de saber lo que tienen en el cerebro.
Y ahora un nuevo elemento ve la luz luego de un manejo oscuro por muchos años: el manejo de droga colombiana a través de Venezuela. En ese sentido dos mas dos no pueden ser tres ni seis. Parte de las negociaciones de las FARC es la sustitución de cultivos y hacen declaraciones abiertas en contra de la fumigación de plantaciones de drogas. El gobierno es a vox populis amigo de las FARC y cada vez que hay enfrentamientos en la frontera y mueren soldados venezolanos a manos de la guerrilla el gobierno hace mutis. Desde que Chávez puso el control de los puertos venezolanos en manos militares han venido una serie de hechos que ha desencadenado esta serie de declaraciones de funcionarios que han escapado del país y ahora colaboran con la DEA y otros organismos internacionales. El asesinato de la funcionaria diplomática en Kenia, el caso de la droga transportada por aviones de Air France desde Maiquetía, el decomiso de drogas en barcos venezolanos con destino a Europa, son solo algunas piezas del rompecabezas que está por completarse y en el que, sin duda, muy altos funcionarios manejan los hilos de este cartel mundial.
El gobierno también se vale de un recurso mucho peor: la delincuencia. La actividad delictiva le permite mantener a un pueblo sometido y que vive bajo la angustia diaria de sobrevivir. El mejor ejemplo ya está dado: yo te expropio, nada de lo que posees o te has ganado es tuyo, puede ser de cualquiera y me rio cuando te despojo de tus bienes, bien sea a un millonario o a algún campesino de pocas propiedades como lo fue Franklin Brito. Así cualquiera de estos cobardes que le dispara por la espalda a un padre de familia que se gana la vida taxeando para despojarlo de los pocos billetes que se ha ganado en el día, el que acaba con una vida por un celular o por un par de zapatos, porque hay armas a montones en la calle y mucho más aun desde que el gobierno tomó el control total de la distribución de armas y municiones, si tuviesen el chance de reírse de sus víctimas televisados en cadena nacional, lo harían con el mismo placer. Así los pranes siguen con el control de regiones amenazadas con el secuestro, el peaje y la muerte para el que no se someta bajo la mirada complaciente de las autoridades
El modelo aplicado primeramente por Chávez y prolongado por Maduro es parcialmente una copia del modelo Cubano en el que el estado posee el control de los bienes materiales, alimentos, servicios e infraestructura para proporcionarlos a cuentagotas para representarse como los salvadores, aniquilando la voluntad individual y la autosuficiencia. Parcialmente porque existen dos elementos que lo diferencian: el ingreso petrolero y el uso de la delincuencia como elemento para incrementar aún mas la humillación y la angustia del elemento sometido.
Ultimamente han sido los mismos partidarios del gobierno quienes han dejado claro lo que contiene la materia gris de maduro y de donde vienen las intenciones sombrías. Cada vez que alguno de ellos le reclama, en una de sus reuniones televisadas, reivindicaciones que deberían ser para el pueblo y no solo para los seguidores del régimen, contesta con la misma muletilla “Qué quieres tú que yo haga”. Así deja en claro que siempre ha necesitado que le digan lo que tiene que hacer, de allí tanto viaje a la Cuba y tanta llamada telefónica a La Habana.