¿Por qué odiamos la burocracia venezolana?

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Para los que no lo saben, la burocracia es un ente invisible pero poderoso, algo así como el Wifi pero diseñado para hacer el mal. Es un organismo que se reproduce infinitamente, que se expande poco a poco hasta tocar cada trozo, cada hebra de nuestro ser y hacer de nuestra vida un infierno.

La burocracia venezolana se compone de miles y miles de reglas específicas y procesos, sin otro objetivo que dificultar los trámites obligatorios. Estoy seguro mi estimado lector, que si usted vive en Venezuela le ha tocado vivir ese laberinto de trabas y requisitos que puede encontrar en cualquier institución pública y que van desde:

1. Levantarse y estar en el lugar de la diligencia entre las 2:15 y las 3:33 am o entre las 8:04 y las 8:06 pm para realizar la solicitud.

2. Sólo se repartirán 2 ½ números durante esos horarios, la persona que obtuvo el ½ debe venir la semana que viene en el mismo horario para obtener la otra ½ porque entonces no será válida la solicitud.

3. Debe traer copia de la cédula por los dos lados, título de bachiller, referencias personales, recibo de luz, agua, teléfono, de su última compra en el supermercado, y la hoja de apuntes donde dice que usted nunca se quedó con la cochina en el último torneo de Dominó de la parroquia.

4. Adicionalmente debe consignar la placa de las vacunas del perro, un mensaje motivacional, dos pruebas que inculpen al verdadero asesino en el caso Kennedy, la batería de la nave espacial de Roswell, 3 morocotas y una carta explicativa donde se demuestra porque un multimillonario como Bruce Wayne se vestiría en la noche de murciélago para combatir el crimen.

5. No olvide por favor el caramelo para la secretaria de turno.

6. Lleve zapatos cómodos, por lo general los documentos los reciben el piso 42 (nunca hay ascensor en los edificios públicos) y el recibo de entregados lo dan en el piso 43 pero de la torre que está enfrente.

7. Es importante traté de lucir lo más marginal posible, recuerde que un gran número de estos empleados son resentidos y huelen la ganas de salir adelante a leguas, si lo detectan podrían solicitarle documentos que no posee, aunque hoy en día no entiendo como la gente sale a la calle sin las notas certificadas de su abuela.

Algunos se reirán, otros verán un perturbador parecido con la realidad, algunos habrán decidido ceder ante estos ilógicos pedidos, otros habrán discutido y tendrán el recuerdo vivo de que la burocracia es un monstruo difícil de combatir, que puede golpear duro a través de la perdida de documentos, expedientes y el retraso indefinido de un proceso de vital importancia para el solicitante.

Odiamos la burocracia, porque en el fondo nos recuerda que en este país, una pequeña posición de poder debe ser aclamada y reverenciada, porque en Venezuela, no hay calidad de servicio o amor hacia el trabajo. Simplemente forman parte de un engranaje que busca ver cómo te puede sacar cada vez más dinero, cómo puede hacer de tu día un interminable trámite para que al final logres obtener el codiciado papel, recibo o libreta y decirles a tus amigos con orgullo. “Lo logré” y recibir la triste respuesta de “Si vas a la oficina X, no te piden nada, pagas el costo y te dan tu broma, total no es como si ellos guardan o revisan los recaudos”

Un aullido de Lobo en estos tiempos caóticos.

Burocracia

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